Cocodrilo aparece misteriosamente en el patio trasero cercado de una casa, dejando a todos atónitos

Aunque los cocodrilos van básicamente a cualquier lugar que quieran, una familia de Georgia todavía no sale de su asombro después de haber encontrado a uno en el patio trasero de su casa, protegido por una cerca.

El aterrador hallazgo lo hizo la familia el viernes, 15 de marzo, en su casa de St. Simons Island, a unas 80 millas al sur de Savannah.

“Nuestros perros nos alertaron de que estaba tomando el sol en la hierba. Mi esposo enseguida los entró a la casa y lo vigilamos hasta que un agente de la policía nos salvó el día”, escribió en Facebook, Mary Ann Williams Ellis.

“Siempre dejamos a los perros afuera para que corran y no nos preocupamos de nada. ¡Hasta ahora!”.

Kevin Jones, patrullero de la policía del Condado Glynn respondió a la llamada de emergencia y “luchó” con el cocodrilo él solo, subrayó Mary Ann.

En varias fotos puede verse a Jones encaramado en el lomo del cocodrilo, como si el peligroso reptil fuera un caballo. Jones le amarró una cinta adhesiva en la boca al reptil y le ató las patas para impedir que pudiera atacarlo. Después llevó al amenazador intruso a la cama de una camioneta.

“¡El cocodrilo fue liberado en un refugio de reptiles de la isla que es mucho más conveniente que el patio de una casa!”, escribió la policía.

Los cocodrilos son oriundos del este de Georgia, pero Ellis dijo que no se explica cómo uno pudo entrar al patio. Ellis agregó que “la familia aún se rompe la cabeza buscando una respuesta”.

“No hemos encontrado ningún punto de acceso. Todo es una absoluta locura!”, escribió. “No tenemos la menor idea de cómo puso escalar la cerca. Me he enterado de que pueden subir bardas, pero ¿por qué?”.

Los cocodrilos escalan cercas, pero con frecuencia hay pruebas del punto de acceso. De igual modo, fuerzan la entrada a través de cercas de metal, y dejan detrás un enorme agujero. Lo que sigue siendo un misterio es el motivo. Las posibles respuestas son la búsqueda de comida, agua o el simple deseo de estar del otro lado de la cerca. La casa de la familia Ellis no está próxima a un río ni a un lago, pero sí tiene a corta distancia un estanque de aguas residuales.

Mary Ann dijo que se siente con suerte, ya que sus dos perros, Shelby y Sadie, no siempre están acompañados cuando salen al patio. En este caso, el esposo de Mary Ann fue testigo cuando vio a Shelby ladrándole a algo que estaba en la hierba.

Era el cocodrilo que le gruñía al perro, dijo Mary Ann.

“Son unos perros muy entrenados para cazar. Si se le hubiera enfrentado, esta historia hubiera podido tener un final completamente diferente ”, dijo Mary Ann. “¡Gracias a Dios que los perros y nosotros estamos a salvo!”.

Traducción de Jorge Posada