Civiles israelíes se arman tras los ataques de Hamás, sobre todo en las colonias de Cisjordania
La actividad es frenética en la 'Academy for Counter Terror,Security & Defense', el mayor centro de formación en defensa personal de Israel.
6 días a la semana, habitantes de las colonias judías y de todo el país acuden a entrenarse en el campo de tiro del centro.
Desde los sangrientos atentados del 7 de octubre de Hamás, la asistencia nunca había sido tan alta, en un país donde el servicio militar de dos años para las mujeres, y dos y medio para los hombres es obligatorio, y eludirlo conlleva la cárcel.
Leah, residente en las colonias de Gush Etzion, explica las razones que le han empujado a acudir a este centro.
"Es la primera vez que vengo; en realidad hace tiempo que quería venir, porque vivo en el bosque y estamos rodeados de pueblos árabes. Mi marido fue reclutado por el ejército. Y yo estoy sola en casa con los niños. Y es la seguridad mínima que podemos tener. Si pasa algo, podremos ayudarnos al menos a nosotros mismos y a nuestros hijos".
Las colonias judías, instaladas en Cisjordania, son consideradas ilegales por la comunidad internacional, pero no por el Gobierno de Israel para quien Judea-Samaria es su tierra biblíca.
La tenencia de armas en los asentamientos de Cisjordania ocupada es significativamente mayor que en el resto del país, según datos del Ministerio de Seguridad Nacional.
La armería del centro 'Academy for Counter Terror,Security & Defense' se está quedando sin armas debido a la alta demanda.
Desde el comienzo de la guerra contra Hamás, se han registrado más de 10 000 solicitudes de permisos de armas. Sobre todo tras la reciente medida del líder de extrema derecha y Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, de proporcionar 10 000 armas gratuitas a los colonos y facilitar la concesión de licencias.
En Beitar Illit, una colonia construida en 1980 sobre terrenos municipales palestinos a 5 kilometros de Belén, los habitantes también reaccionan armandose, a los atentados de Hamás.
Con unos 70 000 habitantes, es uno de los mayores asentamientos de Cisjordania ocupada; y el primero en blindarse,
El Ayuntamiento organiza formaciones de autodefensa para los ciudadanos; además de formar grupos de seguridad civil.
Roni, un residente de Beitar Illit y antiguo militar participa en las formaciones.
"Yo mismo compré un arma hace dos semanas, a raíz de lo ocurrido en el sur. Y como yo, muchas otras personas jasídicas entendieron que tal vez llegará un momento en que no habrá nadie para ayudarles, ni policía, ni ejército. Y la gente está empezando a entender que tendrán que valerse por sí mismos".
Nuestra corresponsal, Valérie Gauriat, describe el actual ambiente de tensión.
"Estoy frente a un campo de refugiados palestinos en territorio ocupado, justo al lado de un grupo de asentamientos judíos israelíes. Ahora, las cosas parecen muy tranquilas en este momento. Pero la gente aquí, ya sean israelíes o palestinos, nos dicen que temen que la situación pueda salirse de control muy rápidamente".