Nueva ciudadana reacciona a su nueva ciudadanía americana: “Feliz, feliz, feliz, feliz”.

La emoción de hacerse ciudadana americana se podría escuchar en la voz de María del Rosario Díaz de Reyes, quien, en la mañana del martes (18 de julio) tomo juramento a la bandera de los Estados Unidos durante una ceremonia de naturalización en la oficina del USCIS en Fresno.

“Me siento tan feliz, bien, contenta por estar aquí en América. Aquí es mi país, aquí estoy, aquí vivo aquí trabajo, aquí tengo mis hijos, mi esposo”, dijo Díaz de Reyes de 55 años. “Mi esposo también es un ciudadano. Y todos mis hijos me apoyaron. Estoy feliz, feliz, feliz, feliz”.

Díaz de Reyes, quien vive en Fresno y es originaria del estado de Colima, México y tiene unos 34 años aquí, años en los que estuvo trabajando en empaques, en los campos, limpieza de hoteles, y ahorita de ama de casa cuidando a sus nietos.

“Me emociona que estoy aquí con mi esposo, mis hijos, mis nietos”, dijo Díaz de Reyes, quien fue recibida por sus seres queridos con globos y muchos abrazos al salir de la ceremonia. “Estoy feliz”.

El supervisor de USCIS, Pe Vang, quien administró el juramento, les dijo a los nuevos ciudadanos que, durante los últimos 100 años, más de 18 millones de personas han emigrado a los Estados Unidos.

“Al tomar el Juramento de Lealtad, se ha unido a un grupo diverso y estimado de ciudadanos naturalizados”, dijo Vang, y agregó que entre ese grupo se encuentra Carlos Santana, el músico mexicano de renombre mundial.

Ramón Torres emigró a este país como muchos otros inmigrantes debido a “la necesidad de aspirar a algo más, ya que nuestros países pues sabemos que es un poquito difícil.

“Y pues más que nada eso, un bienestar para mi familia, un mejor futuro para ellos más que nada”, dijo Torres, agregando que gracias a dios y a su esposa pudo dar ese paso tan importante que es ser residente y luego hacerse ciudadano americano.

Torres, de 38 años, es originario del estado de Zacatecas, México y actualmente vive en Modesto.

Torres, quien es plomero de profesión, dijo que no podría explicar el sentimiento de estar sentado esperanto tomar juramento y convertirse en nuevo ciudadano.

“Es lo que con lo que mucha gente ahí afuera desearía estar en este momento aquí sentado”, dijo Torres, agregando que, antes que nada, le gustaría ejercer el derecho a votar.

“Me gustaría votar, decidir sobre el siguiente presidente y en algún futuro, por qué no ayudar a mi familia también y que algún día estén igual que yo aquí sentados”, dijo Torres, quien tenía solamente 16 años cuando dejo su natal Zacatecas.

Al igual que Torres, Salvador Ramírez, de 55 años, dijo que “la necesidad” y en busca de “mejor vida” fue lo trajo a los Estados Unidos en el año 1983.

“Increíble, he esperado mucho tiempo y gracias a dios estamos aquí”, dijo Ramírez, quien es oriundo de Compostela, Nayarit, México, vive en la ciudad de Fresno. “Por fin se me hizo.”

Uno de los obstáculos que Ramírez tuvo que superar para tomar la ciudadanía fue “más que nada, el inglés. No, no, no se pega por más que quiere uno no muy bueno”.

Ramírez, quien trabaja como soldador en una compañía de acero, dijo que el ser ciudadano americano no solo es un beneficio, pero significa “más oportunidad de ayudar a la familia, que puedan venir para acá”.

Para Berta Montiel, quien es originaria de Uruapán, Michoacán, México, el hacerse ciudadana estadounidense significa “pues mucha felicidad porque es prosperidad para toda mi familia, en especial en mis hijos y después mis padres, mis hermanos”.

“Voy a poder votar como cualquier ciudadano más aquí. Antes no se podía y pues voy a tener derecho a tener un mejor trabajo, mejores oportunidades de trabajo, eso para el Gobierno y eso es un gran logro, un gran triunfo”, dijo Montiel, de 43 años, quien vive en Modesto y tiene 21 años viviendo en los Estados Unidos.

Como nuevo ciudadano, Juan Contreras, de 56 años, dijo que ahora “el cielo ya no es el límite, eso es lo que creo. Puedes hacer muchas más cosas siendo ciudadano americano”.

“El saber que puedo participar, ayudar a mi comunidad de alguna manera votando, tal vez ayudando. Esta persona dijo que podemos trabajar aquí. Mi experiencia fue agradable porque encontré gente dispuesta a ayudar a los demás,” dijo Contreras, quien es oriundo del estado de Guerrero, México, inmigro en 1989 y vive en Clovis. “Quisiera a lo mejor hacer lo mismo para ayudar a las demás gentes”.

El supervisor de USCIS, José De la O, y maestro de ceremonias, les dijo a los nuevos ciudadanos al concluir la ceremonia: “Esperamos que disfruten su primer día como ciudadanos estadounidenses y que hoy sea para siempre un día especial para cada uno de ustedes. Felicitaciones”.

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