Cirugía y láser mejoran poco la calidad de vida de pacientes con venas varicosas

Por Gene Emery NUEVA YORK (Reuters Health) - Una comparación entre la cirugía, la ablación térmica y la escleroterapia con espuma guiada por ultrasonido para tratar las venas varicosas revela que la técnica con espuma reduce levemente la calidad de vida y eleva la tasa de fallo a los seis meses. En Estados Unidos, casi 40 millones de personas padecen venas varicosas. La cirugía elimina la vena, que se inflama cuando sus válvulas no funcionan. La otra técnica destruye y sella las paredes internas de las venas, ya sea con el calor del láser o una espuma reactiva que une las paredes. El estudio publicado en New England Journal of Medicine es la primera evaluación grande de la calidad de vida con esos tres métodos. Incluyó 798 pacientes con venas varicosas primarias tratadas en 11 hospitales del Reino Unido. "Los resultados preliminares demuestran que el láser sería el mejor método por el éxito del tratamiento", dijo vía telefónica la doctora Julie Brittenden, de la Universidad de Aberdeen, Reino Unido. Consideró que la menor calidad de vida observada con el uso de la espuma es "moderada", aunque dijo que se podría cuestionar si es clínicamente significativo. Los hallazgos principales fueron que el láser causa menos complicaciones y que la espuma no es técnicamente tan exitosa, aunque el equipo aclara que habría que esperar los resultados a cinco años. Aun así, el doctor Peter Gloviczki, cirujano vascular de la Clínica Mayo, Rochester, Minnesota, y que no participó del estudio, opinó que los resultados promueven un mayor uso de la espuma. "Va a impulsar la terapia con espuma por sobre el láser porque a los seis meses no se observa una diferencia clínica significativa entre los tres métodos", dijo vía telefónica. Gloviczki agregó que "la espuma tiene ventajas tremendas porque se utiliza sin anestesia y es una terapia mínimamente invasiva". Además, se puede repetir si es necesario. El equipo no se ocupó de la ablación por radiofrecuencia, que es popular en Estados Unidos. Los pacientes tratados con la espuma percibían una disminución de la calidad de vida a los seis meses. Pero esa diferencia era significativa sólo en dos de las cuatro evaluaciones realizadas. El Cuestionario de Aberdeen sobre Venas Varicosas reveló que la espuma no era tan buena como la cirugía (p=0,006) y la escala SF-36 de evaluación mental, la espuma no superó al láser (p=0,048). El equipo detectó también que la tasa de fallo más alta se registró con el uso de la espuma: 18 por ciento a las seis semanas, versus 2 por ciento con el láser y 4,7 por ciento con la cirugía (p<0,01). A los seis meses, esos valores eran, respectivamente, del 32,4; 6,4 y 8,1 por ciento. La espuma también concentró la tasa de éxito más baja a los seis meses: 43,4 versus 82,3 por ciento con el láser y 78 por ciento con la cirugía (p<0,001). Las complicaciones aumentaron más con la espuma que con los otros métodos, y a los seis meses eran más evidentes: 82,6 por ciento con la espuma, el 66,9 por ciento con la cirugía y el 53,4 por ciento con el láser (p<0,001 para la espuma versus el láser y p<0,05 para la cirugía versus el láser). A los seis meses del tratamiento, esas tasas cayeron al 57,4 por ciento para la espuma, al 45,2 por ciento para la cirugía y al 48,6 por ciento para el láser. La diferencia entre la espuma y la cirugía era la única significativa (p<0,05). Al final, "demostramos que existe una diferencia leve en la calidad de vida, que favorece a la cirugía versus la espuma, y otro valor que favorece al láser versus la espuma. Pero el cambio era leve en la calidad de vida", indicó Brittenden. "Los tres métodos aliviaron los síntomas, pero el láser tuvo menos complicaciones que la espuma y ésta tendió a no cerrar una vena permeable, lo que provoca problemas en el futuro. Pero no estamos seguros. Por eso, el seguimiento durará cinco años", agregó. El estudio se conoce como CLASS, por su nombre en inglés. FUENTE: http://bit.ly/Z6Q0cp