La cirugía que trastornó la vida de Lola Merino

CIUDAD DE MÉXICO, junio 27 (EL UNIVERSAL).- Mientras grababa Corona de lágrimas 2, Lola Merino superó una situación emocional que, recuerda, al principio la tenía muy mal. La actriz mexicana, recordada por telenovelas como Pasión y poder, Cenizas y diamantes y la primera temporada de Corona de lágrimas, regresó después de meses sin actividad para participar en la segunda temporada de la serie protagonizada por Victoria Ruffo y Ernesto Laguardia, tras haber pasado por una histerectomía total.

Merino comenta que en la cirugía que le realizaron el año pasado, le retiraron completamente la matriz, lo cual le provocó un desbalance emocional que la afectó durante los tres primeros meses de grabación entre enero y marzo pasados.

Durante esos meses, comparte, sufría ansiedad, angustia constante y taquicardias, situación que se complicó por la característica de su personaje.

"Mercedes tiene escenas muy intensas con su hija, además de que es constantemente maltratada por el personaje de Ernesto Laguardia, situaciones complicadas que yo no podía abordar por el desbalance químico que sufrí", explica.

Afortunadamente para ella, dice, el productor Ignacio Sada llegó a su vida para proponerle un cambio que la marcó. "Apareció un ángel en mi vida, Nachito Sada, que me presentó con Andrea, su siquiatra y a partir de ahí comencé a mejorar", asegura la actriz.

"Desde que empecé el tratamiento me cambió la vida, soy otra persona, estoy feliz, iba a trabajar emocionada, disfrutaba, todo lo que no me había pasado cuando inició la novela". El tabú de la salud mental, considera Merino, es tan grande que ni siquiera el médico a cargo de su cirugía supo proponer un camino a seguir para su recuperación emocional. "Nadie se pregunta qué pasa después con una mujer a la que le acaban de quitar la matriz completamente".