Ciro Gómez Leyva y el peligro de suponer que su atentado fue un sabotaje

Ciro Gómez Leyva fue víctima de un atentado el pasado 15 de diciembre. (REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha)
Ciro Gómez Leyva fue víctima de un atentado el pasado 15 de diciembre. (REUTERS/Quetzalli Nicte-Ha)

Usted podrá o no gustar del periodismo que hace Ciro Gómez Leyva. Le podrá caer bien, mal, o darle lo mismo. Pero el debate, lo que importa, no se trata de la simpatía por él. Hay algo mucho más profundo y mucho más grave cuando el presidente López Obrador apunta a un sabotaje contra su gobierno... si el tema central es el atentado contra un periodista. Vista la postura del mandatario, parece que Gómez Leyva tiene que comprobar que fue agredido y por qué fue agredido.

"Imagínense que se hubiese consumado este atentado, que se hubiese cometido un crimen, la campaña de desprestigio en contra del Gobierno... Aparte de que estamos hablando de una vida humana, eso es lo más importante, pero también tiene una conmutación política, es un asunto de Estado”, dijo el presidente durante su conferencia matutina. Todo tiene que tratarse siempre sobre él y sobre fuerzas del mal que apuntan contra su legado y su honra: da igual si es el Metro o si es una lluvia de balas sobre la camioneta de un periodista.

Porque ya López Obrador fijó su opinión y se sabe que a él es imposible hacerle cambiar de parecer. Ha dicho que al asunto es relevante, pero no por lo que pasó, sino por lo que pudo haber pasado: en su hipótesis, si Gómez Leyva hubiera muerto, nadie habría sido más afectado que su gobierno. "No es fácil llegar a los autores intelectuales. Vamos a buscar si es posible hacer algunas reformas para que los que cooperen con información puedan tener una consideración en sus penas cuando se trata de asuntos de interés público, de asuntos de Estado; porque esto se trata de desestabilizar, es sabotaje, es subversión", dijo el presidente.

Es una vocación muy de AMLO esa de generar escenarios teóricos en los que él siempre acaba como víctima: "Es que es muy obvio, ¿por qué van sobre un periodista famoso que, además, tiene diferencias con nosotros como suele suceder en las libertades cuando hay democracia? Pero ya dar un paso de esos para crear una sospecha de que el gobierno está promoviendo la represión". Ni siquiera se ha esperado a las conclusiones de la investigación. Hasta el momento, hay doce detenidos y no se ha podido dar con el autor intelectual. Pero López Obrador ya habla de que lo pasa, de lo que pudo haber pasado, y de lo que pasó en un universo alterno.

El problema es que cualquier futuro caso similar en el futuro tendrá la misma respuesta desde el oficialismo: antes que nada, esto es para perjudicar al gobierno. Así han pasado ya casi cinco años y así se llegará hasta el final del sexenio, porque es una regresión a los viejos tiempos: todo es un complot. Y sí, nadie niega que en aquella época del desafuero López Obrador enfrentó una batalla desigual, pero, por si alguien no caído en cuenta, han pasado más de 17 años desde entonces. Ya no es un opositor, es el presidente. Y el atentado un periodista, sea quien sea, no puede ser desestimado como él lo hace ni ser echado a la cajuela de supuestos sabotajes.

Es irresponsable. México es un país letal para el ejercicio del periodismo y en nada aporta que desde la presidencia se quiera ver esta atentado como un intento de dañar al gobierno. Primero habría que esperar las conclusiones, porque hasta el momento el hecho es uno solo: Ciro Gómez Leyva fue víctima de un atentado que fue real, que le pudo quitar la vida. Y nadie ha podido explicar todavía cuál fue el móvil. Pero el presidente ya ha generado películas imaginarias en donde él, que ni siquiera aparece en la portada, termina siendo el protagonista.

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