Iraquíes exigen ofensiva contra "células durmientes" tras matanza en Bagdad

Por Saif Hameed y Maher Chmaytelli BAGDAD (Reuters) - El recuento de muertos por dos ataques suicidas en un distrito comercial de Bagdad el fin de semana superó los 175, lo que provocaba llamados para que las fuerzas de seguridad tomen medidas contra las "células durmientes" de Estado Islámico, a las que se acusa de ser las autoras de uno de los peores atentados de la historia de Irak. El número de víctimas fatales subía según se recuperaban cuerpos entre los escombros en el barrio de Karrada, donde un camión frigorífico cargado con explosivos estalló la noche del viernes, cuando los residentes celebraban el mes sagrado del Ramadán. Los heridos en Karrada eran 200, según fuentes policiales y médicas. Los rescatistas y las familias siguen buscando a 37 personas desaparecidas. El Estado Islámico (EI) se atribuyó la responsabilidad de los ataques y dijo que fueron suicidas. Otra explosión sacudió la capital iraquí esa misma noche, cuando estalló una bomba en el popular mercado de al-Shaab, ubicado en un distrito chií del norte de Bagdad, que acabó con la vida de dos personas. Los ataques ensombrecieron los victoriosos discursos del Gobierno del primer ministro Haider al-Abadi del mes pasado, después de que fuerzas iraquíes expulsaron al EI de Faluya, bastión de los insurgentes extremistas suníes. Funcionarios gubernamentales ordenaron la ofensiva en mayo, tras una serie de atentados letales en áreas chiíes de Bagdad que dijeron fueron lanzados desde Faluya, situada a unos 50 kilómetros al oeste de la capital iraquí. "Abadi debe reunirse con los jefes de la seguridad nacional, inteligencia, el Ministerio del Interior y todas las partes responsables de la seguridad y hacerles solo una pregunta: ¿Cómo podemos infiltrarnos en esos grupos?", dijo Abdul Kareem Khalaf, ex dirigente policial que asesora al Centro Europeo para Estudios de Antiterrorismo e Inteligencia, con sede en Holanda. En una señal de la ira pública por el fracaso de los servicios de seguridad, Abadi tuvo una violenta recepción el domingo cuando visitó Karrada, el distrito en el que se crió, donde los residentes lanzaron piedras, baldes vacíos e, incluso, zapatillas al paso de su convoy como muestra de desagrado. (Escrito por Maher Chmaytelli; editado en español por Carlos Aliaga y Carlos Serrano)