"Cientos de miles" de víctimas de trata trabajan en centros de estafa del Sudeste Asiático - ONU

FOTO DE ARCHIVO: El edificio de la sede de las Naciones Unidas con el logotipo de la ONU, Nueva York

BANGKOK, 29 ago (Reuters) - Cientos de miles de personas son víctimas de la trata de personas por parte de bandas delictivas y se ven obligadas a trabajar en centros de estafa y otras operaciones ilegales por internet que han surgido en todo el Sudeste Asiático en los últimos años, según un informe de Naciones Unidas publicado el martes.

El informe cita "fuentes fidedignas" que estiman que al menos 120.000 personas en Myanmar y unas 100.000 en Camboya pueden estar atrapadas en operaciones de estafa, con otras empresas propiedad de delincuentes en Laos, Filipinas y Tailandia que van desde el criptofraude a las apuestas en línea.

"Las personas coaccionadas para trabajar en estas operaciones de estafa soportan un trato inhumano mientras se les obliga a cometer delitos. Son víctimas. No son delincuentes", declaró Volker Turk, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

El informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU es uno de los más detallados sobre el fenómeno que ha surgido desde la pandemia del COVID, alimentada por el cierre de casinos que provocó su traslado a zonas menos reguladas del sudeste asiático.

Según el informe, los centros de estafa, en rápido crecimiento, generan cada año ingresos por valor de miles de millones de dólares estadounidenses.

"Ante las nuevas realidades operativas, los delincuentes se dirigen cada vez más a los migrantes en situación de vulnerabilidad (...) para reclutarlos en operaciones delictivas, con el pretexto de ofrecerles trabajos reales", señala el informe.

La mayoría de las víctimas de la trata procedían de otros países del Sudeste Asiático, así como de China, Taiwán y Hong Kong, pero algunas fueron reclutadas en lugares tan lejanos como África y América Latina.

La oficina de derechos humanos de la ONU pidió a los gobiernos de la región que reforzaran el Estado de derecho y combatieran la corrupción para "romper el ciclo de impunidad" que permite prosperar a las empresas delictivas.

Los Gobiernos de Myanmar y Camboya no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios sobre el informe de la ONU.

(Información de Kay Johnson; editado por Nick Macfie; editado en español por Javi West Larrañaga)