Yahoo Noticias CIDH: Nicolás Maduro se reeligió con represión y sin legitimidad democrática
La reelección del gobernante Nicolás Maduro carece de legitimidad democrática debido a la opacidad electoral y la estrategia represiva que implementó para perpetuarse en el poder, dijo la CIDH en su informe sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
El informe “Venezuela: graves violaciones a los derechos humanos en el contexto electoral” fue divulgado este martes, tres días antes de que Maduro planea asumir la presidencia del país sudamericano por tercera vez tras unos polémicos resultados electorales y denuncias de la oposición de que hubo fraude en los comicios de 28 de julio de 2024.
“Las circunstancias que rodearon la elección presidencial del 28 de julio configuran una alteración del orden constitucional. La opacidad electoral, y en general, las restricciones a los derechos políticos registradas impiden a esta Comisión considerar que la reelección de Nicolás Maduro goza de legitimidad democrática”, indicó la CIDH.
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Hasta el momento, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha mostrado las actas de votación que avalen los resultados de las elecciones que Maduro dice que ganó y tampoco ha publicado el escrutinio en su sitio en internet.
Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, dijo a el Nuevo Herald que el informe documenta y analiza hechos y eventos que sustentan “razonablemente la conclusión de que el gobierno intervino en los procesos electorales de manera consistente y en tal extensión que los resultados declarados por el CNE no pueden considerarse válidos”.
Señaló que la percepción generalizada de elecciones fraudulentas y la negación de los derechos políticos desencadenó aproximadamente 300 protestas espontáneas. “La respuesta del régimen fue la represión sistemática, aumentando el miedo como herramienta de control social”, indicó.
Clarke enfatizó que, en este contexto, el caso venezolano ilustra claramente la conexión entre los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho, elementos que “forman una tríada en la que cada uno define, complementa y deriva el significado de los otros. El colapso de esta tríada, provocada por la cooptación de poderes públicos por parte del Poder Ejecutivo, permite la instauración de un régimen de facto y no democrático”.
Maduro planea asumir la Presidencia este viernes y el opositor Edmundo González ha anunciado que regresará a Venezuela para ser él quien tome las riendas del poder, a pesar de las amenazas del régimen de detenerlo si llega al país.
Tanto el chavismo como la oposición han convocado a manifestar en las calles, mientras que hay un despliegue militar en Caracas, la capital venezolana, y alcabalas en la principal autopista que conecta a la ciudad con el aeropuerto internacional de Maiquetía.
Represión contra opositores
En el informe de la CIDH se detalla que el régimen implementó una estrategia represiva en tres etapas para impedir la participación política de la oposición, obstaculizar el desarrollo de una “contienda electoral libre, justa, competitiva y transparente, y sembrar terror en la ciudadanía. Todo ello, con el ánimo de perpetuarse en el poder”.
En la primera etapa, durante el período preelectoral, obstaculizó la participación política de la oposición, utilizando el control de diversas instituciones como el Ministerio Público, la Contraloría General de la República y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Esto resultó en detenciones arbitrarias de personas opositoras, defensoras de derechos humanos y líderes sociales, y actos de hostigamiento, persecución e inhabilitación política contra quienes se percibían como rivales, indicó.
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“La segunda fase tuvo lugar durante las elecciones presidenciales del 28 de julio. Ese día, el CNE suspendió la transmisión de los resultados y se rehusó a publicar las actas de votación que respaldaban los resultados anunciados. Esto generó una fuerte percepción de fraude entre la población”, se señaló en el informe.
Tras la jornada electoral, en lo que constituiría la tercera fase de la represión, la violencia aumentó en respuesta a las protestas de rechazo al fraude electoral. Alrededor de 300 manifestaciones espontáneas fueron reprimidas por las fuerzas del régimen y grupos civiles de choque.
Muertes, detenciones y torturas
La “Operación Tun Tun” resultó en al menos 25 muertes, más de 2,000 detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos.
Las fuerzas de seguridad también llevaron a cabo allanamientos sin orden judicial y detenciones masivas, además de recurrir a actos de violencia sistemática contra manifestantes.
El informe destaca que estas violaciones a los derechos humanos y prácticas de terrorismo de Estado son consecuencia de la cooptación de las instituciones estatales por parte del Poder Ejecutivo, de la corrupción y el control de los poderes públicos que “han permitido que el régimen actúe con total impunidad”.
En las recomendaciones, la CIDH llama al Estado venezolano a cesar inmediatamente la persecución política, la represión y las detenciones arbitrarias, así como a liberar urgentemente a todas las personas detenidas arbitrariamente.
Asimismo, insta a restablecer el orden constitucional, a reconstruir la separación e independencia de los poderes públicos, a publicar todas las actas de votación y a permitir una auditoría electoral independiente con observación internacional.
Instó a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional a presentar formalmente un caso por la comisión de crímenes de lesa humanidad.
“Finalmente, al tiempo que reafirma su compromiso y solidaridad con el pueblo venezolano, reitera su llamado a la comunidad internacional a reconocer la grave crisis de derechos humanos, mantenerse vigilante frente a nuevas escaladas represivas y activar todos los canales diplomáticos e institucionales para el regreso de la democracia al país”.
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