Chiquis y Paola Jara triunfando al ritmo de la música regional mexicana

Son dos figuras de la música de estilo ranchera y se han unido, o han hecho un “junte”, como se dice en el ambiente reguetonero, para grabar una canción espectacular, “Lo que no sirve, estorba”. Se trata de la mexicoamericana Chiquis Rivera, “La princesa de la Banda”, y la colombiana Paola Jara, monarca de la llamada “música popular” de su país. Ambas son mujeres empoderadas, recurriendo a otra palabra de moda, de edades bastante parecidas y carreras de ciertas similitudes. Sus historias personales difieren, eso sí. Se conocían de nombre, sentían mutua simpatía, pero La Chiquis -como se llama afectuosamente a la hija mayor de la legendaria Jenni Rivera- y Paola se pudieron encontrar gracias a “Lo que no sirve, estorba”.

Conversan con el Nuevo Herald en una habitación de hotel especialmente acondicionada para entrevistas, rodeadas de un entourage acorde a la categoría de ambas, millonarias en seguidores de las redes sociales, en tocadas en las plataformas digitales, y en reproducciones en Youtube. Hay camarógrafos que graban en video las conversaciones con la prensa; también maquilladores, managers de ambas, publicistas, amistades. Estamos en el piso 19 de un sofisticado hotel de Coral Gables, inaugurado hace pocos meses. El ánimo no podría ser mejor, dado el profesionalismo y la buena vibra de ambas, en especial de Chiquis, más relajada en los menesteres promocionales internacionales. “No puedo dejar de sonreír por la cantidad de botox que tengo puesto”, comenta, en un momento, provocando carcajadas.

Chiquis da a este diario sus motivaciones para grabar “Lo que no sirve estorba”. “Me gustó la idea porque me sirve para crecer, tener otra audiencia, nunca he ido a Colombia y es un sueño que me gustaría cumplir”, admite la hija de Jenni. “Además”, agrega Chiquis, “soy fan de Paola por la manera en que canta y su estilo para vestir”. La artista acota que todo fue aún mejor cuando conoció personalmente a su colega colombiana. “Tenemos que mostrar unidad entre las mujeres que hacemos música regional”, apunta.

En la misma sintonía Paola, sentada a un poco más de un metro de distancia de Chiquis, sostiene que “lamentablemente a veces no se ve tanta unión entre las mujeres”. Luego le devuelve las flores a su compañera de dúo. “También admiro a Chiquis y siempre quise hacer algún proyecto con ella porque es una mujer talentosa, inteligente, emprendedora, luchadora; o sea, es una ‘berraca’”, enumera, finalizando con una palabra popular colombiana que es admirativa.

En el simpático videoclip de “Lo que no sirve, estorba” ambas aparecen espléndidas, estupendamente maquilladas y vestidas sensuales, con colores rosa de Barbie, aunque se supone que interpretan a amas de casa que se quejan de un mal hombre, mientras lavan ropa. “Lo que no sirve, estorba / que te hayas ido pa’ la mie…, no me importa / que los trapitos sucios los lave la otra”, cantan con despecho en el estribillo, muy en la línea de las canciones que las han hecho famosas.

¿Acaso están enojadas con los hombres?, les consultamos. “No”, gritan a coro, siguiendo el sentido jocoso de la pregunta. “La canción solo va contra los que se portan mal”, añaden. Vuelve a tomar la batuta Chiquis -que está soltera y ha tenido una agitada vida sentimental- para explicar: ”Me ha pasado de todo con los hombres, me han sido infieles y he sido infiel; no quiero sentir resentimiento, cada relación te ayuda a madurar”. Paola está casada desde hace un año con otro cantante popular colombiano importante, Jessi Uribe. “Estoy feliz y enamorada y no estoy viviendo lo que dice ‘Lo que no sirve, estorba’, pero a los seres humanos nos gustan las canciones de desamor”, señala.

Antes de continuar con la seriedad, les interrogamos si dudaron mucho al incluir la palabra “mie…” en el estribillo, cosa solo usual en el género urbano. “No dudé”, se adelanta Chiquis. “Cuando la escuché, dije ‘me gusta’”, acota. Sin ego comenta que “la usa mucho Karol” en sus canciones, en alusión a Karol G. Paola no es tan atrevida como su compatriota reguetonera. “Soy muy temerosa, cuando la escuché por primera vez, antes de grabarla, quería cambiarla, pero después lo acepté y pensé: ’Cualquier cosa, que la diga Chiquis’”, reconoce, ante las risas de su par. Finalmente en “Lo que no sirve, estorba” la dicen ambas, en distintos fragmentos. Súbitamente Chiquis se pone seria y le pregunta a Paola: ”¿Qué significa la palabra ‘berraca’ que me dijiste hace un rato?”. Vuelven a explotar las risotadas. “Significa ‘chingona’”, le explica Paola, divertida, usando un término coloquial mexicano.

Chiquis realmente se llama Janney Marín Rivera y es la hija mayor de los cinco vástagos que tuvo Jenni Rivera, estrella del regional mexicano que murió en un accidente aviación en diciembre del 2012. La joven debutó como cantante en 2014. Nació en California hace 38 años y ha grabado cuatro discos, además de haber escrito libros y hecho resonantes programas de televisión.

Paola nació dos años antes que Chiquis y bastante lejos de la Costa Oeste estadounidense: en la montañosa Medellín. Paola también ha grabado cuatro discos. Comenzó en su tierra abriendo conciertos de cantantes mexicanos célebres que iban de visita como Vicente Fernández y Juan Gabriel.

El estricto lapso de tiempo asignado por su equipo para conversar con ambas va llegando a su fin y nos despedimos en plan melancólico, hablando de las grandes ausencias de ambas. “A mi madre”, cuenta Chiquis, “la pienso, hablo con ella todos los días, tengo una foto suya en mi recámara; ante ciertas situaciones le digo ‘mamá, ayudame’, la siento muy cerca”. Por su parte, Paola cuenta que tuvo un gran dolor con la muerte de su perro favorito, “Coffee”. Chiquis la escucha con simpatía. “Puedo entenderla porque quiero mucho a mi “Panchito”, apunta tierna, en referencia a su mascota, un pastor inglés con un nombre que suena más mexicano que el tequila: “Pancho Marín”.

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