China tacha de "absurdas" las afirmaciones sobre los controles de entrada de teléfonos móviles

FOTO DE ARCHIVO. Un grupo de personas espera en la sala de llegadas del Aeropuerto Internacional de Shanghái Hongqiao en Shanghái, China

HONG KONG, 28 may (Reuters) - Las autoridades afirmaron el martes que son falsas las afirmaciones de que, a partir del 1 de julio, todas las personas que lleguen a China serán sometidas a controles de su teléfono móvil y las calificaron de tergiversaciones de la verdad realizadas por "fuerzas contrarias a China".

El 26 de abril, el Ministerio de Seguridad del Estado publicó unos documentos que, dijo, ampliaban el alcance de las normas de aplicación de la ley y ayudaban a combatir las actividades ilegales que ponen en riesgo la seguridad nacional.

"Sin embargo, algunas fuerzas hostiles antichinas en el extranjero han aprovechado la oportunidad para distorsionar la verdad haciendo acusaciones escandalosas y falsas", afirmó el ministerio en un comunicado publicado en su cuenta pública de Wechat.

En particular, tachó de "absolutamente absurda" la afirmación de que todas las personas que lleguen al país serían sometidas a controles de sus teléfonos a la entrada.

La nueva norma de seguridad nacional atrajo la atención del público y suscitó reacciones positivas, dijo, y añadió que la recién modificada ley de contraespionaje establece normas específicas sobre la inspección legal de equipos e instalaciones electrónicos.

Los objetivos de dicha inspección deben ser "personas u organizaciones relacionadas con labores de contraespionaje, como presuntos espías que toman fotografías o vídeos en zonas militares restringidas o unidades clasificadas", señaló el ministerio.

El incidente se produce después de que los parlamentarios chinos ampliaran este año una ley sobre secretos de Estado, por primera vez desde 2010, ampliando el alcance de la información sensible restringida para incluir lo que se describió como "secretos de trabajo".

(Reporte de Farah Master y la redacción de Pekín; edición de Clarence Fernández; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)