China insta a los ciudadanos a no acaparar sal tras comenzar el vertido de agua de Fukushima

PEKÍN, 24 ago (Reuters) - Los comercios minoristas en línea de algunas zonas de China se quedaron sin sal el jueves después de que Japón empezara a verter aguas residuales radiactivas tratadas procedentes de la central nuclear de Fukushima, desatando un frenesí de compras entre unos consumidores inquietos.

China, uno de los mayores importadores de marisco del mundo, prohibió todos los suministros de productos acuáticos procedentes de Japón en respuesta al vertido, citando el riesgo de contaminación radiactiva y alimentando los temores de los consumidores.

Varias marcas de sal se agotaron en los sitios de entrega de alimentos en línea en la provincia costera de Fujian, así como en partes de Pekín y la capital comercial de Shanghái, según informaciones de los medios de comunicación y distintas pruebas de Reuters.

"Realmente no es necesario acaparar sal, pero cuando vi a montones de gente comprando por pánico esta mañana, pedí tranquilamente 10 paquetes", escribió un usuario en la plataforma de microblogging Weibo.

"Compré sal de lago y sal de salinas. Ahora evito la sal marina".

Las estanterías de un supermercado de Pekín se habían quedado sin sal, según mostraban las imágenes de las redes sociales, mientras que los medios de comunicación afirmaban que las acciones de algunas empresas chinas de purificación de agua salada se habían disparado hasta una décima parte.

China cuenta con estrictas normas de seguridad alimentaria, y la producción nacional de sal es suficiente para satisfacer la demanda, por lo que los clientes no deben acaparar el condimento, declaró a los medios el director de la Asociación de la Industria de la Sal de China.

Japón representa menos del 4% de las importaciones chinas de marisco, según datos aduaneros, aunque suministra todas las importaciones de atún rojo.

El vertido de aguas residuales, aprobado el mes pasado por el organismo de control nuclear de la ONU y firmado hace dos años por el gobierno japonés, es un paso clave en el largo y duro proceso de desmantelamiento de la central de Fukushima Daiichi, destruida por un tsunami en 2011.

China se ha opuesto en todo momento a la medida, mientras que Japón, a su vez, ha criticado a Pekín por difundir "afirmaciones científicamente infundadas".

(Información de Laurie Chen y Albee Zhang; editado por Clarence Fernandez; editado en español por Javi West Larrañaga)