En Chiconautla inauguran Bebeteca

ECATEPEC, Méx., agosto 18 (EL UNIVERSAL).- Desde pequeño, Juanito fue usado para el traslado de droga dentro su mochilita de un sitio a otro en un penal mexicano y a los cinco años ya tenía un manejo del lenguaje del narcomenudeo, relató Saskia Niño de Rivera, fundadora de Reinserta, durante la inauguración de la Bebeteca, en el penal de Chiconautla, donde unos 110 niños viven o acuden a visitar a sus madres.

Juanito sólo es uno de los cerca de 700 niños que viven dentro de las cárceles del país, señaló la activista que ha focalizado su trabajo para mejorar las condiciones de los menores que habitan y acuden a estos lugares.

En el Estado de México sólo hay 22 menores que viven dentro de los penales con sus madres, tres o cuatro de ellos en Chiconautla, desde recién nacidos hasta los tres años de edad, informó Rodrigo Martínez-Celis, secretario de Seguridad mexiquense, quien aseguró que en esta entidad "no se separarán a las madres de sus hijos" y donde "hoy se hace un esfuerzo para humanizar los espacios" carcelarios.

Por ello, junto con asociaciones civiles como Reinserta, buscan que estas visitas se realicen en un contexto diferente, no carcelario, de libertad, para que puedan leer y jugar con sus padres.

Albercas de pelotas de colores, andaderas, resbaladillas, libros, pinturas, cuadernos para colorear, muñecas, mesas y sillitas de colores, que integran la Bebeteca del penal de Chiconautla, fueron una fiesta inesperada para una treintena de niños que ayer visitaron a sus mamás, muchos de ellos después de varios meses de no verlas.