Cher habla de su primer LP navideño, de su nuevo novio y de los 25 años de ‘Believe’

Aunque su carrera de cantante y artista ha durado seis décadas, Cher nunca había hecho uno de los lanzamientos más omnipresentes (y comercialmente viables) del pop: un álbum navideño. “No quería hacerlo. No sabía si era algo para mí. No sabía cómo la música navideña y Cher podían unirse en armonía”, confesó.

Y de repente, así como es Cher, cambió de opinión. “Christmas”, que saldrá a la venta el viernes, es un recorrido de 13 canciones por la música navideña, con participaciones de Stevie Wonder, Cyndi Lauper, Michael Bublé, el rapero Tyga y Darlene Love, que repite “Christmas (Baby Please Come Home)”, en la que Cher hizo coros por primera vez a los 17 años. “De ninguna manera iba a hacer su canción sin ella”, dijo.

Recién llegada de la Semana de la Moda de París, habló por teléfono desde su casa de California, en una conversación que tocó diversos temas, como su interés en ayudar a las personas sin hogar — “Ir por ahí y sentarme en la banqueta, hablar e interactuar; de verdad me encantaba”—; aquella ocasión en la que fue a Pakistán a salvar a un elefante (hay un documental) y de su nueva tienda emergente de helados, llamada, por supuesto, Cherlato (por “gelato”, en italiano).

A los 77 años, Cher no es ajena a las pérdidas, recientemente sufrió la muerte de su amiga de toda la vida Tina Turner en mayo y la de su madre, Georgia Holt, de 96 años, justo antes de la Navidad pasada; a ella le dedica su disco más reciente. Pero también tiene motivos de esperanza, como un romance inesperado con el productor musical Alexander Edwards, 40 años menor que ella, que la animó a regresar al estudio. Él tiene el crédito de productor en “Christmas” y fue responsable de la colaboración con Tyga.

“Me sorprendió que lograra que T participara”, dijo, sobre “Drop Top Sleigh Ride”, una canción sincopada que va bien con su vibra festiva de la Navidad. “Sabía que quería hacer algo que fuera divertido, la Navidad tiene que ser eso”, añadió. “Tiene que ser alegre, porque quién sabe lo que nos deparará la próxima”.

Está trabajando en sus próximas presentaciones y también está ocupada escribiendo su biografía, la cual, admitió, es intensa y requiere buena parte de su tiempo. “He vivido tanto y he hecho tantas cosas”.

Estos son extractos editados de la conversación.

P: ¿Cómo fueron tus primeras conversaciones musicales con Alexander?

R: Él habla mucho de música y está interpretándola todo el tiempo. Y sabía, porque me conoce, lo que me gustaría. Hay ciertas progresiones de acordes y sonidos en cualquier disco a los que responde tu cuerpo, a los que responden tus emociones. Él me tenía muy en cuenta. Y me dijo: “Cher, tienes que ir…”. Bueno, él no me dice Cher. Pero me dijo: “Nena, necesitas regresar al estudio porque no has terminado. Aún tienes más para darle al mundo”. Y yo dudaba, pero él hablaba en serio. Ni siquiera me pidió que lo produjera. Solo pensé que sería genial que él lo hiciera y que yo tuviera algo que sonara muy de ahora.

P: ¿Cómo empezó su relación?

R: Acabamos de celebrar nuestro primer aniversario. Nos conocimos en la Semana de la Moda, estuvimos en la misma foto al final del desfile de Ann Demeulemeester. Luego, fui a visitar a Tina a Suiza.

Un amigo le dio mi número y me mandó un mensaje. Pensé: “Oye, esto no va a funcionar. Por favor”. Él era muy, muy agradable. Nos hicimos amigos y cuando nos vimos, éramos más. Sigue siendo una locura.

Porque, soy lo suficientemente mayor como para ser su mamá (cielos, es probable que sea mayor que su mamá). No sería algo que funcionaria en la teoría, pero parece funcionar en la realidad que hemos creado.

P: ¿Tu éxito icónico “Believe” está a punto de tener un relanzamiento de lujo por su aparición hace 25 años. Ayudó a popularizar el autotune.

R: El sonido de “Believe” inició con una discusión que Mark [Taylor, su productor de toda la vida] y yo tuvimos. La estrofa no era buena. Y él me decía: “Cher, tienes que cantar mejor, tienes que cantar mejor”. Y al final le dije: “A ver, si quieres que la cante mejor, busca a otra persona”. Y me fui.

Y, luego, la mañana siguiente, vi a este chico, hermoso, [Andrew Roachford] en un programa matutino, cantando con un codificador de voz. Llamé a Mark; le pregunté si podíamos hacerlo con un codificador de voz. Y me contestó que tenía una cosa que se llamaba máquina de tonos y que estaba viendo qué podía hacer con ella.

Poco después, fui a escuchar y los dos saltamos de nuestra silla y chocamos las manos. ¡Yo le dije que ni siquiera me reconocía! Y me dijo, que eso era lo que temía. Pero me pareció perfecto. Me encantó.

P: ¿No podías tener ni idea de su legado? Cambió la música.

R: No, claro que no. Solo estábamos tratando de resolver un problema. El otro día, Alexander me dijo que a veces, cuando alguien no puede cantar tan bien, lo usan. Te juro que no sabía.
P: ¿Y te molesta que ese sonido se asocie contigo?

R: ¿Bromeas? Me encanta. Digo, los jóvenes no saben que yo fui la primera, pero está bien. Tal vez los viejos tampoco lo saben. ¿Sabes qué pienso? Lo que te llega, es tuyo. Esa es mi teoría de vida.

P: ¿Cómo te relacionas con la ambición en este momento de la vida?

R: Mira, estoy trabajando muchísimo, así que no hay duda de que soy ambiciosa. Si no amara lo que hago, no lo haría. Pero además me siento orgullosa de este disco. Y adoro a todos los que participaron. Nunca había tenido colaboraciones antes en mis discos y no planeaba que las hubiera. Todo comenzó con Cyn [Cyndi Lauper]. Le dije: “Mira, voy a hacer este disco de Navidad y ni siquiera estoy segura de pedirlo, pero quiero que sepas que si te necesito, estarás en él”. Y ella me contestó: “Sí, claro que sí, seguro”.

Y luego decidí incluir una canción de Stevie [su versión de “What Christmas Means to Me”], pero había partes que no sabía cómo cantar. Porque es suya, no mía. Así que hice mi versión y se la mandé. Pensé que tendría que ponerme de rodillas y suplicar, pero no fue necesario. Me dijo: “Cher, ¿es una de mis canciones? ¿Quieres que toque la armónica?”. Cuando dijo que sí lo haría, mi hermana y yo estábamos en mi recámara y corrimos de un lado a otro y bricamos sobre mi cama. Yo gritaba: “¡Stevie Wonder va a estar en mi disco!”.

P: ¿Cómo pasas la Navidad?

R: No cocino, pero todos acaban en mi casa. Los rezagados, la familia. Hay muchos niños por aquí y adolescentes. Casi siempre estamos hablando y diciendo tonterías, viendo películas y pasando el rato. De hecho, no ponemos música navideña, sino música divertida. Pero la música no parece ser una parte importante. Todo el mundo habla muy alto.

c.2023 The New York Times Company