Chapopoteras no justifican derrame de petróleo en Campeche; ambientalistas advierten contradicciones en explicación de Pemex

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Organizaciones ambientales expresaron su preocupación ante la postura oficial de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el presidente Andrés Manuel López Obrador que minimizan el derrame de petróleo en Ek Balam, Campeche.

 “Las comunicaciones que Pemex ha manejado al respecto del derrame han sido imprecisas y en ocasiones contradictorias”, advierte el comunicado firmado por organizaciones como Greenpeace México, Conexiones Climáticas, Alianza Mexicana Contra el Fracking, entre otras. 

“¿Dónde está disponible la evidencia técnica que sustenta las afirmaciones de Pemex? Pemex ha proporcionado datos fuera de contexto que sólo han aportado confusión a la interpretación de la situación. Las organizaciones hemos aportado datos objetivos procedentes de imágenes satelitales y bibliografía científica, cuyo análisis coincide con los resultados publicados por el Instituto de Geografía de la UNAM en su comunicado del 22 de julio”, agregaron.

Ante la insistencia por parte del titular de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, de negar el área afectada de más de 400 kilómetros cuadrados y además señalar que la mancha en el mar ocurrió por el fenómeno conocido como “chapopoteras” naturales, las organizaciones aseguran que este fenómeno no tiene vinculación alguna con la fuga.

“Las chapopoteras mencionadas se encuentran a más de 20 km del punto de fuga y no justifican ningún tipo de vertido adicional por actividades extractivas”, refirieron.

Además de señalar que existen imprecisiones y contradicciones en la versión oficial que ha dado Pemex, hacen énfasis en solicitar una mayor transparencia respecto a la evidencia técnica que lo sustente, pues incluso el Instituto de Geografía de la UNAM coincide con que el área afectada por el derrame es de 467 kilómetros.

¿Qué son las ‘Chapopoteras’ naturales?

El petróleo puede emanar de forma natural al medio ambiente por medio de afloramientos naturales conocidos como chapopoteras, sin embargo, también por derrames y accidentes provocados por actividades relacionadas a la industria fósil, de acuerdo con un diagnóstico y tendencias sobre contaminación e impacto ambiental en el Golfo de México, publicado por la UNAM.

Pablo Montaño, coordinador de la organización Conexiones climáticas, dijo a Animal Político que el hecho de que el titular de la institución petrolera justificara que la afectación ecológica a la zona donde ocurrió el derrame se debiera a las chapopoteras naturales “es el equivalente a decir que no hay problema de emitir CO2 porque existen los volcanes”.

Además de que Pemex describiera la mancha como “iridiscencia”, el comunicado precisa que con este término se pretende decir que se trata únicamente de un fenómeno óptico, cuando en realidad, la iridiscencia es una clara evidencia de contaminantes por hidrocarburos.

Las organizaciones también exigen transparencia ante los verdaderos impactos ambientales por parte de la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), además de las afectaciones a las comunidades cercanas y las medidas de prevención y contención ante éste y otros derrames que se han venido generando de manera negligente.

“Es un modelo sumamente riesgoso en temas de seguridad, o sea hemos visto que los combustibles fósiles y el gas (…) ahora se quiere hacer pasar como parte de la política climática, verdaderamente nos parece una aberración y nos parece sumamente grave”, señaló  en entrevista el vocero de Greenpeace en México, Pablo Ramírez.

Ambientalistas piden revisión de protocolos 

Como una medida para no repetir este tipo de desastres, las organizaciones proponen que la ASEA transparente sus reportes con el fin de reducir inconsistencias entre comunicaciones, que a su vez permitan la medición más certera sobre el impacto real de cada incidente. 

De igual forma, se insiste en la revisión de los protocolos de respuesta que realiza Petróleos Mexicanos luego de las fallas de éstos, así como del deslinde de responsabilidades y sanciones.

“Se debe contar con un plan de retiro de infraestructura obsoleta dentro del cual se priorice la seguridad y no las metas productivas”, refiere el comunicado.

Las organizaciones también expresan el temor de que Pemex y la ASEA,  al normalizar este tipo de desastres, oculten este y otros  daños deliberadamente.

Montaño  dijo que de ninguna manera se debe menospreciar ni normalizar el derrame como parte de las operaciones petroleras porque hay impactos ambientales, sociales y de salud.

“Se está tratando de explicar que esto es normal y que tendremos que acostumbrarnos a encontrar vertidos de petróleo con las operaciones petroleras(…) normalizar que esto se vuelva como algo que se pueda ignorar  y que pueda pasar de noche, como al parecer lo pretendía Pemex, es inaceptable”, concluyó.