Champions League, la competencia en la que Barcelona más extraña a Lionel Messi: 1-1 frente a Napoli

Gio Simeone ingresó en los últimos 20 minutos; remata ante el cruce de Ronald Araujo en el empate entre Napoli y Barcelona
Gio Simeone ingresó en los últimos 20 minutos; remata ante el cruce de Ronald Araujo en el empate entre Napoli y Barcelona - Créditos: @Gregorio Borgia

De las múltiples maneras que Barcelona extraña futbolísticamente a Lionel Messi, ninguna debe ser más significativa que la relativa a la Champions League. Desde que el rosarino emigró en 2021, el equipo catalán pasó las dos temporadas siguientes sin superar la etapa de grupos de la competencia europea, algo que jamás le había ocurrido con Leo en la formación. Fuerte contraste.

En este curso salió de esa postergación al volver a clasificarse para los octavos de final. El sorteo fue benigno, le tocó Napoli, que en nada se parece al equipo que hace menos de un año conquistó el primer scudetto desde la época de Diego Maradona. Envuelto en una crisis de juego y resultados, el dueño Aurelio De Laurentiis busca la solución cambiando directores técnicos a cada rato. Este miércoles, ante Barcelona debutó Francesco Calzona, el tercero de esta temporada, tras los despidos de Rudi García y Walter Mazzarri. Calzona, excolaborador en Napoli de Maurizio Sarri y Luciano Spalletti, compagina su nuevo cargo con la dirección técnica de Eslovaquia, a la que clasificó para la Eurocopa.

Lamine Yamal, de 16 años, intenta superar al uruguayo Olivera
Lamine Yamal, de 16 años, intenta superar al uruguayo Olivera - Créditos: @TIZIANA FABI

En su regreso a las series eliminatorias de la Champions, Barcelona empató 1-1 de visitante en el estadio Diego Maradona. Su condición de equipo fluctuante, con claroscuros, le impidió aprovechar una ventaja de 1-0. Dejó reaccionar a un Napoli que había hecho muy poco, apenas si podía disimular su pobre actualidad.

Barcelona ganaba con un gol de Robert Lewandowski -volvió a marcar tras cuatro partidos en blanco por la Champions-, era levemente superior, pero se dejó estar. Con muy poco, Napoli lo empujó y le empató con una guapeada del nigeriano Víctor Osimhen, que desacomodó en el cuerpo a cuerpo a Iñigo Martínez y definió con un remate bajo.

Lo más destacado de Napoli 1 - Barcelona 1

Con el 1-1 final, sobre Barcelona volvió a proyectarse la sombra de Messi, que ganó cuatro de las cinco Orejonas que el club tiene en las vitrinas. La última vez que ganó un play-off de visitante fue en 2016, con un doblete de Leo frente a Arsenal. También del argentino era el último gol en un octavos de final, frente a Paris Saint Germain, en febrero de 2021.

Ni Barcelona ni Napoli tienen pinta de ser candidatos al título, están lejos de otras potencias, pero alguno de los dos pasará a los cuartos de final, algo que se decidirá en el desquite del 12 de marzo, en Montjuic. “El resultado no nos da la razón. Estuvimos bien en todos los aspectos del juego, pero a partir del gol teníamos que controlar el juego y hemos sufrido. No estuvimos efectivos, fue un resumen de la temporada”, se sinceró el entrenador Xavi.

Prometedor fue el comienzo de partido de Barcelona. Dominante, veloz en las circulaciones para llegar la área de local. Pronto se estableció un duelo en la banda derecha entre el zigzagueante Yamal y el aguerrido uruguayo Olivera. Ilkay Gündogan se ubicaba como un segunda punta, detrás de Lewandowski, y tomaba por sorpresa a la zaga de Napoli.

Lewandowski festeja su gol
Lewandowski festeja su gol - Créditos: @FILIPPO MONTEFORTE

Hasta el minuto 21, Barcelona convirtió en figura al arquero Meret, seguro y con buenos reflejos para despejar remates de Yamal, Gündogan y Lewandowski. De Napoli no había noticias; sin la pelota, solo atinaba a replegarse en su campo. Pero Barcelona se fue desinflando a medida que la superioridad futbolística no le había alcanzado para hacer una diferencia en el marcador. Con el equipo de Xavi disperso y desenchufado, el encuentro se hizo chato, monótono, porque Napoli tenía muy poco para ofrecer. Se le fue el primer tiempo sin intentar un remate al arco. Apenas un par de centros cruzados para Osimhen y Kvaratskhelia, sin peligro para Ter Stegen. Los dos delanteros que fueron figuras en la obtención del scudetto caían en la irrelevancia.

Daba la impresión de que todo dependía de lo que propusiera Barcelona, equipo irregular, un tanto indescifrable, con algunas buenas intenciones no siempre bien llevadas a la práctica. Al menos en el primer tiempo no tuvo las lagunas defensivas que tantos dolores de cabeza le cuestan. La zaga Araujo-Iñigo Martínez se mostraba firme, y los laterales Koundé y Joao Cancelo tampoco pasaban por dificultades, a costa de limitar bastante sus proyecciones.

A Barcelona le faltaba más dirección de juego en el doble pivote que integraron De Jong y Christensen, un zaguero reconvertido por Xavi para un puesto en el que el Barça sigue sin encontrarle un sustituto competente a Sergio Busquets.

Los jugadores de Napoli abrazan a Osimhen, autor del gol del empate
Los jugadores de Napoli abrazan a Osimhen, autor del gol del empate - Créditos: @Gregorio Borgia

El conjunto catalán intentó agitar de nuevo el juego en el arranque del segundo período. Meret tuvo que volver a estirarse ante un disparo de Gündogan. Pero Barcelona no conseguía tomar tres o cuatro decisiones correctas de manera seguida; una imprecisión. Cuando lo consiguió, la combinación Pedri-Lewandowski derivó en el 1-0. Quedaba media hora y Barcelona creyó que ya estaba todo hecho. Dejó venir a Napoli, que empató con Osimhen y mandó a la cancha a Gio Simeone para agitar más el ataque. Barcelona “volvió” al partido en la última jugada, con un remate apenas desviado de Gündogan. Ya era muy tarde.