CERN: La cuna del bosón de Higgs y de la 'World Wide Web' mira al futuro en su 70 aniversario

CERN: La cuna del bosón de Higgs y de la 'World Wide Web' mira al futuro en su 70 aniversario

El Centro Europeo para la Investigación Nuclear de Ginebra (CERN, por sus siglas en inglés) celebra esta semana su 70 aniversario. Desde la 'World Wide Web' (las tres 'w' de las direcciones de las páginas web) hasta el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el CERN ha supervisado innovaciones revolucionarias en el campo de la ciencia y la tecnología a lo largo de sus siete décadas.

En su mayor parte, lleva a cabo nuevos experimentos, cuyo objetivo consiste en abrir agujeros en el Modelo Estándar -destruyendo las concepciones convencionales para hacer avanzar la ciencia- y explicar una larga lista de incógnitas científicas.

"El CERN es el mayor laboratorio de investigación fundamental en física del mundo y se creó hace 70 años, en 1954, justo después de la Segunda Guerra Mundial", explica Arnaud Marsollier, portavoz del CERN.

"Reunimos a todas las naciones de Europa para reconstruir un poco el panorama de la física en Europa y ampliar los límites del conocimiento en el área de la física fundamental, lo que significa que lo que buscamos es entender los ladrillos más pequeños de la naturaleza y cómo influyen en el funcionamiento del universo", añadió.

70 años de logros

En 2012, el físico británico Peter Higgs confirmó el bosón subatómico de Higgs, una partícula infinitesimal que ayudó a completar el Modelo Estándar de la física de partículas. Higgs, que falleció a principios de este año a los 94 años, ganó -junto al belga François Englert, que, de forma independiente, elaboró la misma teoría- el Premio Nobel de Física en 2013.

El bosón de Higgs fue descubierto con la ayuda del LHC, conocido como la máquina más grande del mundo. "Te da una idea de la naturaleza fundamental del universo, de la estructura fundamental. Y eso es realmente de lo que trata el CERN, de encontrar formas de mirar más profundamente en la estructura del universo, de mirar con más precisión y también de formas más inteligentes", dijo Tara Shears, profesora de Física de la Universidad de Liverpool, que ha trabajado en el CERN.

(El LHC) te da una idea de la naturaleza fundamental del universo, de la estructura fundamental. Y eso es realmente de lo que trata el CERN.

El LHC utiliza una red de imanes para acelerar partículas a través de un túnel subterráneo de 27 kilómetros en Ginebra y sus alrededores, y hacerlas chocar a velocidades cercanas a la de la luz. El CERN afirma que las colisiones dentro del LHC generan temperaturas más de 100.000 veces superiores a las del núcleo del Sol, a pequeña escala y en un entorno controlado.

El CERN es también el lugar donde el científico británico Tim Berners-Lee concibió hace 35 años la 'World Wide Web'. Berners-Lee buscaba al principio una forma de ayudar a universidades e institutos a compartir información. En 1993, el 'software' que hay detrás de la web pasó a ser de dominio público. "Lo que más ha cambiado el mundo es la 'World Wide Web', que se inventó en el CERN para poner en contacto a científicos de todo el mundo", explica Marsollier.

Futuras misiones

En la actualidad, más de 7.000 científicos de 110 nacionalidades trabajan en el CERN, ampliando los límites de la tecnología en campos que van desde la medicina hasta la energía. Intentan resolver enigmas sobre la energía oscura, que constituye alrededor del 68% del universo y contribuye a la aceleración de su expansión.

Allí también prueban hipótesis sobre la materia oscura, cuya existencia solo se deduce, y que parece superar en casi seis a uno a la materia visible, constituyendo algo más de una cuarta parte del universo.

El CERN tiene dos grandes proyectos en su horizonte. El primero es el proyecto LHC de alta luminosidad, cuyo objetivo es aumentar el número de colisiones en busca de nuevos descubrimientos a partir de 2029. Está previsto que el llamado Futuro Colisionador Circular, cuyo coste se estima en unos 16.000 millones de euros, empiece a funcionar en 2040.

El CERN pretende fomentar el progreso científico en pro de la paz y la humanidad. Según sus estatutos, la organización "no se ocupará de trabajos destinados a satisfacer necesidades militares". De hecho, en 2022, el consejo de Gobierno del CERN votó interrumpir los vínculos con institutos de Rusia tras la invasión de Ucrania. Algunos temen que las aplicaciones de las investigaciones del centro puedan llegar a la maquinaria bélica de Moscú.

El 30 de noviembre, el CERN excluirá formalmente a Rusia, privándole de unos 40 millones de francos suizos (42,7 millones de euros) de financiación rusa para el LHC de alta luminosidad. Esta financiación representa alrededor del 4,5% del presupuesto de su experimento, que ahora tendrán que asumir otros participantes en el CERN.