El mayor centro de tortura de Argentina se convierte en Patrimonio Mundial
La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, Argentina, conocido como el mayor centro de tortura de la última dictadura militar argentina (1976-1983) y convertido ahora en un museo memorial, ingresó este martes 19 de septiembre en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
“Lo peor del terrorismo de Estado de la última dictadura militar en la Argentina se expresó allí. Seguimos manteniendo viva la memoria”, escribió el presidente argentino Alberto Fernández en la red social X. El Comité del Patrimonio Mundial, acogió con aplausos la inscripción de la candidatura que acababa de adoptar, defendida por una emocionada embajadora argentina Marcela Losardo.
EL CENTRO DE TORTURA DE ARGENTINA, UN PATRIMONIO CONTRA LA VIOLENCIA
Por el sitio pasaron 5,000 de los 30,000 detenidos desaparecidos entre 1976 y 1983. La ESMA, creada en 1928 para instruir a oficiales navales y marineros, fue el mayor campo de detención, tortura y exterminio operado por exmilitares genocidas que aún hoy son juzgados por tribunales civiles (73 ya condenados, de 1,159 en todo el país).
Rodeado de fresnos, cipreses y cedros, el Casino de Oficiales —un pabellón de tres plantas de la ESMA que sirvió como cárcel ilegal— fue construido en 1948, en el apacible barrio de Núñez, en el norte de la ciudad. Cuando los militares argentinos tomaron el poder en 1976, la escuela se convirtió en el centro de operaciones de la Armada para el secuestro ilegal de activistas políticos y sociales, pero también de civiles sin afiliación, obreros, atletas y religiosos.
Engrilladas, esposadas y encapuchadas, las víctimas llegaban primero al sótano del edificio. Era también el último sitio que pisaban antes de desaparecer o ser arrojados desde aviones al Río de la Plata, en los “vuelos de la muerte”.
UN INFIERNO DE DANTE
El horror se concentraba en la planta superior y el altillo, “Capucha” y “Capuchita”, espacios sellados donde los detenidos, identificados por números, eran torturados para que delataran el paradero de otros perseguidos. Y vejadas y violadas las mujeres.
“Volví 32 años después. Pedí a los guías del museo quedar solo en ‘Capuchita’, donde estuve entre 1978 y 1980. Sentí la necesidad de acostarme en el piso otra vez, de revivir aquello pero desde otro lugar, en un espacio liberado. Fue una revancha simbólica”, rememora Eduardo Giardino, otro exdetenido de 68 años.
Como si el infierno de Dante se representara en la ESMA, había otros círculos. En una sala minúscula y desnuda, decenas de mujeres parieron sus niños antes de que se lo arrebataran y de convertirse en desaparecidas. Varios hijos (11 de 37 conocidos) recuperaron su identidad gracias a las Abuelas de Plaza de Mayo.
UN CENTRO DE TORTURA DE LA DICTADURA EN ARGENTINA, PATRIMONIO HISTÓRICO PARA LAS VÍCTIMAS
En 1979, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó la ESMA. Durante dos meses, los militares la vaciaron y trasladaron a los presos a islas del delta del río Paraná. Fueron devueltos después a la misma y brutal rutina. La derrota en la Guerra de Malvinas (1982) puso fin al régimen militar. La democracia permitió conocer los horrores de la ESMA y juzgar, con interrupciones, esos delitos de lesa humanidad.
La ESMA siguió activa como escuela hasta que en 1998 el entonces presidente Carlos Menem, indultó a exdictadores y exguerrilleros, ordenó demoler el Casino de Oficiales para crear un “monumento para la reconciliación y la unión nacional”.
Madres y familiares de desaparecidos lo impidieron con amparos judiciales. Fue declarado monumento histórico en 2004 y sus espacios -hoy Museo de Memoria- permanecen intactos y sirven de prueba judicial. Un año antes, en 2003, el Congreso argentino reabrió las causas judiciales, que siguen hasta la actualidad.
ASÍ SE INICIÓ EL CAMINO
El procedimiento para incluir al Museo Sitio de Memoria ESMA en la Lista Tentativa Nacional se inició en 2015 y se hizo efectivo en 2017 por decisión del Comité Argentino del Patrimonio Mundial, presidido por la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la UNESCO.
En febrero de 2022, el Estado argentino remitió, a través de su Delegación Permanente ante la Unesco, el expediente de nominación al Centro del Patrimonio Mundial. En marzo de este año, un experto del ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) visitó el Museo y se reunió con los ministros de Educación, Cultura y Justicia y Derechos Humanos, para avanzar en la evaluación formal de la postulación. N
(Con información de AFP)