Nuevo centro educativo de La Pequeña Habana no es una escuela ni una biblioteca

En una cuadra de La Pequeña Habana, no lejos de panaderías y otros pequeños negocios, hay un lugar donde los vecinos pueden conectar con Wi-Fi u obtener información crítica sobre finanzas personales, como consejos para mejorar su calificación crediticia.

El miércoles, los globos azules y blancos que flotaban le daban un aspecto festivo.

Sin embargo, no era la inauguración de una nueva biblioteca pública local. Era el debut en la Florida de un centro financiero comunitario de Chase Bank, una sucursal de nuevo concepto que combina la oferta de productos y servicios bancarios tradicionales para consumidores y pequeñas empresas con espacio para clases de educación financiera y un bar tecnológico.

“Este edificio es un reflejo de la gente que vive aquí”, dijo Diedra Porché, jefa de Desarrollo de Negocios comunitarios de JPMorgan Chase en Estados Unidos. “Estamos realmente comprometidos con llevar la banca comunitaria a la construcción de comunidades. Nuestro compromiso con la igualdad racial se ha convertido en una fuerza impulsora para mejorar la vida de las personas en comunidades como La Pequeña Habana”.

Los centros financieros comunitarios son un nuevo concepto nacional de Chase centrado en mejorar la salud financiera y el bienestar de las personas y las empresas que los rodean en las comunidades desatendidas.

Están comenzando a abrirse como parte del compromiso del banco de $30,000 millones para promover la equidad racial y el desarrollo económico en las comunidades negras e hispanas. Las sucursales de los centros comunitarios cuentan con expertos locales centrados en ofrecer talleres financieros gratis y eventos para ayudar a los vecinos, las empresas locales y las organizaciones sin ánimo de lucro.

Porché calificó el emplazamiento de La Pequeña Habana como una piedra angular para una comunidad vibrante que ha carecido de recursos financieros y educativos relacionados.

El diseño interior del centro financiero comunitario difiere de una sucursal bancaria de la vieja escuela con ventanillas, pequeñas oficinas y cubículos. En su lugar, tiene cabinas para que la gente se siente como lo haría en un restaurante. Además, los sofás permiten a los clientes sentarse junto a los banqueros de Chase y conversar sobre las cuentas de ahorro y las líneas de crédito comerciales en un ambiente amistoso e informal. El arte visual de artistas locales, como el mural de un gallo en una de las paredes, da al centro un tipo de energía diferente a la que se suele esperar en una institución financiera.

Chase ha contratado a 150 gestores comunitarios para atender a comunidades urbanas como La Pequeña Habana en todo Estados Unidos. Gestores como Jackie Gutiérrez, vecina de La Pequeña Habana, dirigirán un equipo que trabajará en cada centro comunitario.

“Va a dar recursos y herramientas a nuestra comunidad”, dijo Gutiérrez sobre el centro financiero comunitario en Miami. “Muchas veces, nuestras comunidades tienen miedo de levantar la mano o hacer preguntas porque culturalmente no lo hacemos. Estamos aquí para ofrecer un espacio donde la gente pueda sentirse cómoda”.

El Centro Financiero Comunitario de La Pequeña Habana es realmente un modelo de lo que Chase planea implementar en todo el país. Además de ser la primera sucursal de clientes de Chase en la Florida convertida a este concepto bancario, el local de La Pequeña Habana es el primer centro comunitario que el banco abre en un barrio predominantemente hispano en todo el país.

Chase ha dado prioridad a los barrios marginados de Miami como un lugar para que la corporación bancaria ayude a los vecinos con la educación financiera, cómo comprar una vivienda y el cierre de la brecha racial de la riqueza.

En lo que respecta a las acciones con este fin, Chase se ha comprometido a conceder 15,000 préstamos a pequeñas empresas propiedad de minorías, y también está ofreciendo subvenciones de $5,000 para la compra de viviendas para ayudar a las familias con los costos de cierre o el pago inicial.

Además, JPMorgan Chase participa en un amplio esfuerzo en Miami-Dade para dar muchas más oportunidades en el floreciente sector tecnológico de la zona a los habitantes de minorías, incluidas las mujeres. Durante la visita del presidente ejecutivo del gigante bancario, Jamie Dimon, en abril, al Miami Dade College, anunció la participación de la empresa en un programa Tech Equity Miami de $100 millones en cinco años.

“También creamos fondos para emprendedores para ayudar a los negros e hispanos a generar y empezar a hacer crecer sus negocios. Lo siguiente que voy a hacer es crear una sucursal comunitaria”, dijo Dimon al Miami Herald en una entrevista durante su reciente visita.