Censo 2022: cuáles son las cuatro provincias con menor acceso a los servicios públicos básicos
Las provincias del Norte, especialmente las del Noreste, tienen las mayores necesidades de servicios básicos como agua potable, cloacas, gas y electricidad, aunque hay también otras jurisdicciones que están lejos de alcanzar una cobertura razonable. En la Argentina, casi el 40% de los habitantes viven sin acceso a gas de red o a un desagüe cloacal.
Así surge del primer informe sobre las condiciones habitacionales de las viviendas particulares que difundió ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) del Censo 2022, un año después de haber realizado el relevamiento territorial que determinó que en el país viven 46.044.703 de personas, 5.900.000 más que en 2010.
Formosa, Misiones, Chaco y Santiago del Estero son las provincias con peores registros en las variables que midieron el acceso a los servicios públicos básicos. Además, en los tres rubros, Buenos Aires aparece lejos de las jurisdicciones con mayor cobertura, como lo son la ciudad de Buenos Aires, Chubut, Neuquén o Tierra del Fuego. En territorio bonaerense, un 23% de las viviendas no tienen conexión a la red de agua potable, solo el 60,5% cuenta con cloacas y el 65,5% posee gas de red.
La radiografía federal indicó que son 17.805.711 las viviendas en todo el país un crecimiento del 28,7% entre censos y poco más de cuatro millones de unidades nuevas. En el cuestionario censal 2022 se preguntaba qué tipo de energía se utilizaba principalmente para cocinar y entre las opciones aparecía gas de red, electricidad, gas en tubo o a granel (zepelín), gas de garrafa, leña o carbón y otro combustible. De acuerdo a los resultados, en el 58,4% de las viviendas ocupadas del país se usa gas de red o electricidad para cocinar, un incremento solo de un punto porcentual respecto del censo 2010.
El análisis del equipo de LN Data permitió concluir que solo nueve provincias superan este porcentaje: Santa Cruz (95,6%); ciudad de Buenos Aires (94%); La Pampa (91,5%); Chubut (89%); Neuquén (88%); Tierra del Fuego (87,5%); Río Negro (86%); Mendoza (69,2%) y Buenos Aires (65,5%). Las 15 jurisdicciones restantes están por debajo y aquellas con peores dígitos son Formosa (3%), Corrientes (4,5%), Chaco (4,6%), Misiones (5,4%) y La Rioja (17,4%).
Bajo esta categoría (al analizar gas, agua y cloacas) aparece la mayor brecha. Mientras que en la ciudad de Buenos Aires nueve de cada 10 personas utilizan gas o electricidad de red para cocinar (95,6%) la cifra desciende drásticamente en el otro extremo, el caso de Formosa. Entre las provincias qué más y menos utilizan gas o electricidad hay una diferencia de 92,6 puntos porcentuales.
Con 17.569.053 habitantes en toda la provincia (10.865.182 en los 24 partidos que componen el Gran Buenos Aires y 6.703.871 en el resto de la provincia), Buenos Aires aparece como la jurisdicción con mayor cantidad de residentes y diferentes complejidades para alcanzar una cobertura de las redes públicas. Aunque no está aún avalado por la información oficial, la lógica indica que la ausencia de servicios públicos básicos podría tener mayor impacto en la población bonaerense que en habitantes de otros distritos si se compara con los residentes en las provincias de Formosa (606.041), Corrientes (1.197.553), Chaco (1.142.963), Misiones (1.280.960) y La Rioja (384.067).
Lo mismo ocurre con el acceso a cloacas o, cómo fue difundido por el Indec, el desagüe del inodoro conectado a una red pública. A nivel nacional seis de cada 10 viviendas particulares ocupadas cuentan con cloacas (62,6%) y respecto de 2010 la variable creció 8,8 puntos porcentuales. Nuevamente, el distrito con mayor porcentaje de inmuebles con acceso a la red pública es la ciudad de Buenos Aires (donde viven 3.120.612 personas) con un 99,2% de los hogares. En el otro extremo, Misiones, con apenas uno de cada cuatro hogares.
Once provincias, el 46% del total, están por debajo de la media nacional en este aspecto. Son La Rioja (62,4%), Santa Fe (61,4%), Buenos Aires (60,5%), Tucumán (54,8%), Catamarca (54,6%), San Juan (48%), Córdoba (45,7%), Formosa (42,5%), Chaco (34,3%), Santiago del Estero (28,7%) y Misiones (26,6%). Los distritos que mejor están, además del territorio porteño, son Tierra del Fuego (91,6%), Chubut (81,8%), Santa Cruz (80,9%) y Entre Ríos (80,4%).
“El agua que usa este hogar para beber y cocinar proviene de red pública (agua corriente), perforación con bomba a motor, perforación con bomba manual, pozo sin bomba, transporte por cisterna (agua de lluvia, río, canal, arroyo, acequia u otra procedencia)”, se preguntaba el 18 de mayo del año pasado. Una solicitud que arrojó el mejor dato en cuanto a los servicios públicos.
En el 85,4% de las viviendas censadas en todo el país los ocupantes informaron que el agua utilizada para beber y cocinar es agua corriente o de red, lo que significó un incremento de apenas 1,3% en 12 años. El vaso medio vacío indica que hay un 15% de argentinos que aún no tienen acceso al agua potable.
Solo seis provincias poseen un porcentaje inferior a la media nacional. Buenos Aires se situó en el último lugar de la lista, con el 76,7% de las viviendas con acceso al agua potable. El 23,3% restante no tienen red o no están conectadas a la misma; es decir, puede ser un indicio de situación precaria o de llegada de la red, una complejidad que puede incluir desde una villa hasta un barrio cerrado o country. Los peores registros los completan Chaco (77,1%), Formosa (78,1%), Santiago del Estero (79,4%), Misiones (80,4%) y La Pampa (84,8%),
Con todo el análisis de los servicios básicos que se desprenden del informe sobre las condiciones habitacionales de las viviendas del Censo 2022, hay provincias que aparecen siempre rezagadas a nivel nacional. Son los casos de Formosa (puesto 21 de 24 en cloacas; penúltima en agua potable, y última en acceso a gas y/o electricidad); Misiones (última en cloacas, puesto 20 de 24 en agua, y 21 de 24 en energía); Chaco (anteúltima en acceso al agua potable; y puesto 22 de 24 en cloacas y energía); y Santiago del Estero (anteúltima en cloacas, puesto 21 de 24 en agua potable, y 18 de 24 en energía).
Otros informes
El presentado ayer es el primero de los informes detallados que se harán públicos a lo largo del año. Por delante quedan los análisis relacionados a estructura de la población por sexo y por edad, condiciones habitacionales, migración, identidad de género, afrodescendencia, pueblos originarios, educación, fecundidad y salud.
Entre los dos últimos censos la cantidad de viviendas propias en la Argentina cayó más de siete puntos porcentuales al pasar del 72,9% en 2010 al 65,5% en 2022. El nuevo dato sigue la tendencia desde 2001 cuando el porcentaje eran del 74,9%. La ciudad de Buenos Aires tiene el porcentaje más bajo de viviendas particulares ocupadas donde viven una o más personas que son propietarias, con el 52,9%.
En cambio, en la provincia de Santiago del Estero, con 83,7%, se encuentra la mayor cantidad de hogares propietarios, al igual que en el Norte y Noroeste, ubicándose por encima de la media nacional: Chaco, 75%; Jujuy, 73,7%; Tucumán, 73,7%; Formosa, 73,1%; y Corrientes, 70,3%. En el otro extremo aparecen Tierra del Fuego (55,9%) y Santa Cruz (57,8%).
Además, en el 86,6% de las viviendas el material predominante de los pisos es cerámica, mosaico, baldosa, alfombra, madera, flotante, vinílico, microcemento alisado o mármol, una variable que se utilizó para detectar la condición sobre el resto de la estructura. La zona más vulnerable del país es la región del NOA y el NEA con 34 departamentos donde menos del 50% de las viviendas tienen pisos con revestimientos. La Ciudad, Santa Cruz y Tierra del Fuego presentan los indicadores más altos.
El acceso y la penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) fueron analizadas en mayor profundidad en el censo del año pasado. Los resultados muestran que el 78% de las viviendas ocupadas por hogares tienen internet, que el 89,7% cuentan con al menos un celular y que el 59,3% tienen una computadora, Tablet o dispositivo similar. En 2010 el 86% de los hogares contaban con al menos un celular y el 47% tenía computadora.