Cempasúchil, la entrañable flor mexicana que los chinos copian para el Día de Muertos

Cempasúchil en una fiesta del Día de Muertos en Guerrero, México, durante noviembre de 2021. (Jan Sochor/Getty Images)
Cempasúchil en una fiesta del Día de Muertos en Guerrero, México, durante noviembre de 2021. (Jan Sochor/Getty Images)

El cempasúchil es una de las flores más características de México. Su esencia y colorido son típicos de estas épocas y cientos de calles son adornadas porque, de acuerdo con la tradición prehispánica, el cempasúchil se encarga de guiar a los muertos en su camino a casa. Del náhuatl “Cempohualxochitl” (flor de veinte pétalos), no hay manera de ignorar su trascendencia. Pero una alternativa ha surgido y ha causado una fuerte polémica. Se trata del cempasúchil chino que es comerciado en diversos mercados nacionales, conocido con el nombre de marigold.

La marigold es una semilla modificada en China e India. Como en cada caso de imitación, hay forma de distinguir una semilla de la otra. La mexicana se caracteriza por sus pétalos cuyo color varia entre amarillo y rojizo (los de la marigold son más bien pálidos), tiene un tallo que se percibe lanoso apenas se toca, además de que puede llegar a medir hasta 20 centímetros de largo y tener un ancho igual o superior a los cinco centímetros. A diferencia de la marigold (que es más pequeña), su venta se da esencialmente en ramos, y no en macetas.

Esta imitación se caracteriza además porque todas las flores son iguales, uniformes, producto de la modificación que es realizada a la semilla. Sus pétalos son más pequeños, pues el diseño está contemplado para ser comercializado en macetas, y transmitir así una sensación de practicidad al ofrecer dos productos en la compra de uno.

Los reclamos ya se han hecho sentir en redes sociales, en donde, como era de esperar, las personas han instado a comprar el cempasúchil mexicano. No solo porque sea el de mejor calidad (obvio, porque es el original) sino también para apoyar a los cultivadores mexicanos que tanto esmero ponen para que todo el país sea tapizado de amarillo durante octubre y noviembre. Otro inconveniente relativo a la marigold tiene que ver con que la semilla que se usa no germina, es decir, se considera marchita. Por lo tanto, los cultivadores mexicanos se ven obligados a comprarla para satisfacer la demanda, aunque las ganancias se queden en las arcas de los empresarios que modifican la semilla.

Para este año, México ha producido 20,245 toneladas de esta flor, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Estas fechas son vitales para el campo mexicano; por ejemplo, únicamente en Xochimilco se produjeron 5 millones de ejemplares, lo que representa un aumento del 40% con respecto al año pasado. En el 2021, a nivel nacional, se sembraron 2,027 hectáreas de la flor, lo que se tradujo en 93.4 millones de pesos. Y si se habla en conjunto de flores ornamentales, las ganancias son galácticas: 30 mil millones de pesos al año, según el Consejo Mexicano de la Flor.

No hay tradición más mexicana que el Día de Muertos. Se sabe que, por excelencia, es la celebridad más importante que el país le ha heredado al mundo, que con asombro mira la forma en que cada 2 de noviembre México cumple con la costumbre de honrar a los muertos. Es una fiesta que podría resultarle atípica a los primerizos, porque cómo atreverse a sonreír ahí donde deberían primar la nostalgia y el desconsuelo, pero el reconocimiento global ya es unánime cuando se habla del Día de Muertos.

Y no hay 2 de noviembre que valga la pena sin el cempasúchil el de verdad, que entre sus generosas propiedades presenta usos medicinales: para el dolor de estómago, fiebre y tos. Incluso hay sitios en los que se utilizar para tratar verrugas. Con la celebración a la vuelta de la esquina, es un excelente momento para recordar que lo original siempre supera a la imitación y que no hay nada mejor que consumir nacional.

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