Los celulares plegables tienen la calidad suficiente para ser tu próximo teléfono inteligente
Seamos realistas. El diseño rectangular del teléfono inteligente prototípico se está volviendo anticuado para mucha gente, incluido este canoso crítico de dispositivos. Por eso el próximo teléfono que compre no será otra iteración “igualita” del iPhone. Será un teléfono plegable, con una pantalla flexible que se abre como un libro para aumentar el tamaño de la pantalla y se cierra para caber en el bolsillo.
Estos teléfonos plegables, de compañías como Samsung, Motorola y Huawei, han estado dando de qué hablar desde su debut en 2019 gracias a su novedoso diseño. Pero siguieron siendo de nicho debido a problemas con el software y la durabilidad. Y con un precio superior a los 1500 dólares, eran demasiado caros.
Pero se está dando un cambio. Los dispositivos siguen mejorando, y algunos son cada vez más baratos. IDC, la empresa de investigación, predice que los fabricantes de teléfonos producirán 25 millones de teléfonos plegables este año, casi un 40 por ciento más que el año pasado.
Después de probar dos tamaños de plegables que llegaron a las tiendas este verano —el pequeño Razr de Motorola, de 700 dólares, y el gigantesco Pixel 9 Pro Fold de Google, de 1800 dólares—, estoy convencido de que los teléfonos con pantallas plegables se convertirán en la corriente dominante en los próximos años.
La mayoría de los problemas han desaparecido. El Razr parece un espejo compacto y se despliega para convertirse en un celular tradicional. El Pixel 9 Pro Fold parece un celular normal cuando está cerrado, pero desplegado se transforma en una tableta.
Ambos dispositivos demuestran que las pantallas plegables no son un truco. Pueden llegar a ser incluso más útiles que un teléfono inteligente tradicional. Sobre todo, son dispositivos más que adecuados para aquellos que quieran probar algo diferente.
Esto es lo que hay que saber sobre los nuevos dispositivos.
Motorola Razr
A lo largo de la última década, los teléfonos inteligentes han ido creciendo a medida que los consumidores se inclinaban por pantallas más grandes. (Apple, por ejemplo, descatalogó su iPhone Mini el año pasado). Pero todavía hay mucha gente que prefiere un teléfono más pequeño, como los que tienen manos delicadas y bolsillos poco profundos.
Cuando el Razr está cerrado, controlas una pantalla de 3,6 pulgadas en la tapa del teléfono. Es lo suficientemente espaciosa como para utilizar un conjunto de aplicaciones básicas para realizar llamadas, enviar mensajes de texto, tomarse una selfi o leer notificaciones. Esto supone una gran mejora respecto a los anteriores plegables compactos. En teléfonos anteriores, como el Samsung Galaxy Z Flip de 1380 dólares de 2020, la pantalla exterior era mucho más pequeña y solo mostraba notificaciones y un reloj.
La pequeña pantalla del Razr me pareció encantadora. Me gustaba usarlo para enseñar a la gente fotos de mis perros y de mi recién nacido. Era el mejor para cuando quería menos distracciones de las aplicaciones de redes sociales, como TikTok e Instagram, pero aún quería mantenerme al día con los mensajes.
Cuando se despliega, el Razr revela una pantalla interior más grande de 6,9 pulgadas que funciona como teléfono inteligente. Esta pantalla es ligeramente más larga que la de mi iPhone, por lo que muestra más texto cuando me desplazo por un artículo. También hay un modo de pantalla dividida para ejecutar dos aplicaciones una al lado de la otra —para escribir un correo electrónico mientras se navega por una página web, por ejemplo—, pero resulta demasiado estrecho para escribir.
Hay un pliegue en el centro de la pantalla, que se nota sobre todo cuando la luz se refleja en ella. Pero no me molestó al ver fotos y videos.
La cámara del teléfono tomó fotos nítidas y claras con colores vibrantes a la luz del día. Por la noche, las fotos tomadas con poca luz se veían granuladas y tenues, lo que no es ideal si eres de los que van a discotecas.
La potente batería del Razr duró unas 36 horas antes de necesitar una carga.
Google Pixel 9 Pro Fold
El Pixel 9 Pro Fold de Google es el sucesor del Pixel Fold del año pasado, que califiqué como una de las piezas tecnológicas más impresionantes del año. El Pixel plegable abastece al extremo opuesto del espectro del Razr: es un producto para gente que necesita una pantalla más grande.
Cuando el Pixel está plegado, su pantalla exterior mide 6,3 pulgadas en diagonal. Eso es más o menos lo mismo que la pantalla de un iPhone estándar, por lo que funciona como cualquier celular.
Pero cuando lo despliegas, las cosas se ponen más emocionantes. La pantalla interior, de 8 pulgadas en diagonal, equivale aproximadamente a la de una tableta más pequeña como el iPad Mini o un Amazon Fire. Este tamaño es cómodo de sostener durante mucho tiempo mientras se lee un libro en la cama o se ve una película en un avión. De nuevo, hay un pliegue que solo se nota cuando la luz se refleja en ella, así que eso no fue un problema.
En general, el Pixel 9 Pro Fold es una mejora incremental del Pixel Fold del año pasado. El nuevo modelo es ligeramente más delgado y liviano. La cámara tomó fotos claras con colores precisos tanto a la luz del día como con poca luz. La batería duró un día completo antes de necesitar una carga, una duración decente.
El área que Google no fue capaz de mejorar fue el precio, que sigue siendo de 1800 y todavía resulta demasiado alto. Para ponerlo en perspectiva, un iPad de 350 dólares y un iPhone de 800 dólares combinados son más baratos. Google dijo que el Pixel 9 Pro Fold era su oferta de teléfono más premium, en parte debido a la ingeniería involucrada en hacer que el dispositivo fuera más delgado. El elevado precio hace de este plegable un producto para entusiastas de la tecnología, pero es un atisbo de lo que llegará a las masas cuando las pantallas grandes y plegables se acerquen a los 1000 dólares.
Conclusión
Entre los dos tipos de plegables, recomendaría el Razr porque es más práctico en cuanto a tamaño y costo. Es más barato que los celulares insignia de Apple y Samsung. Y como milénial geriátrico que se niega a renunciar a los pantalones de mezclilla ajustados, me gustó especialmente cómo cabía el teléfono compacto en el bolsillo.
Entonces, ¿por qué no he optado ya por un plegable? La sencilla razón es que tengo una preferencia personal por el sistema de software del iPhone, y estoy esperando uno plegable.
Todavía hay esperanzas de que eso ocurra. Apple ha estado desarrollando un iPad plegable, según un empleado de Apple que afirma haber visto un prototipo de la tableta. Eso podría allanar el camino para un iPhone con pantalla plegable. Apple rechazó hacer comentarios.
A mí me encanta mi iPad para leer artículos y ver videos, pero cuando estoy de viaje, suelo dejar la tableta en casa. Sueño con el día en que nuestras grandes y brillantes pantallas puedan plegarse para que podamos llevarlas a todas partes. Ese futuro parece inevitable.
c.2024 The New York Times Company