La celeridad del cambio climático no sólo cambiará el clima de América Latina, sino también el mapa
La Organización Mundial de Meteorología acaba de publicar su último informe sobre el Estado del clima en América Latina y el Caribe, y los resultados no son buenos. "Ya no da ni para esperar ni para ignorar", afirma experto a RFI.
En los últimos años, la temperatura del agua que rodea a los latinoamericanos ha subido 1 grado, provocando consecuencias devastadoras, como el aumento de tormentas, huracanes o inundaciones, como las del Rio Grande do Sul. Periodos de sequía e incendios en el Amazonas, o peor aún, la desaparición del glaciar venezolano Humboldt.
"La naturaleza está mostrando sus garras, o sea, la tendencia del calentamiento global más intensos y más extremos es ya una realidad. Los datos científicos, los satélites, todos lo muestran. Los gobiernos tienen que comenzar a actuar, no esperar, con políticas públicas de adaptación, de reducción de riesgo de desastres, ya no da ni para esperar ni para ignorar", afirma José Antonio Marengo, uno de los investigadores que ha participado en este informe.
Si miramos a la Latinoamérica actual, con la aceleración del cambio climático, no sólo cambiará el clima de los países, sino también el mapa. Las zonas costeras quedarán inundadas. Aquellos pueblos construidos, donde anteriormente había agua, podrían verse arrasados por lluvias torrenciales, o incluso, aquellos que viven en zonas frescas deberán migrar ante el aumento de las temperaturas.
A pesar de todos estos datos y las decenas de voces de expertos como la Jose Antonio, la llegada de escépticos del cambio climático a los gobiernos no ayuda para nada en esta lucha y preocupa a los científicos.