Las celebridades intentan capear el caos de Musk en Twitter

LeBron James de los Lakers de Los Ɓngeles mira a lo lejos durante un partido frente a los Nuggets de Denver, el 30 de octubre de 2022, en Los Ɓngeles. (AP Foto/Michael Owen Baker) (ASSOCIATED PRESS)

No, LeBron James no quiere ser canjeado. Esa historia salió de una cuenta falsa de Twitter que se hizo pasar por el superastro de los Lakers de Los Angeles cuando surgió un efímero sistema de verificación por 8 dólares en el que se podía suplantar a cualquiera.

Y no, al actor Edward Norton no le preocupa mucho la posible desaparición de la red social bajo el liderazgo de Elon Musk.

ā€œCreo que estarĆ­amos mejor si muchas de esas cosas desaparecieranā€, aseguró Norton.

En forma similar, el quarterback de los Packers de Green Bay, Aaron Rodgers, cuatro veces Jugador MĆ”s Valioso de la NFL con 4,5 millones de seguidores, dijo: ā€œEspero que llegue el dĆ­a en el que no tenga redes sociales, lo cual podrĆ­a ocurrir mĆ”s pronto que tardeā€.

Sí, los atletas y las celebridades del mundo del entretenimiento son como nosotros: estÔn monitoreando el caos y la incertidumbre en Twitter desde la llegada de su nuevo dueño. No necesariamente saben cómo proceder y tampoco estÔn seguros de que la desaparición de la aplicación de microblogueo con el símbolo del pajarito sería el desastre monumental que algunos aseguran.

ā€œPara mĆ­, Twitter es, era y siempre serĆ” un basurero en llamasā€, manifestó el actor Ryan Reynolds, sin duda haciendo eco de lo que muchos opinan, famosos o no.

ā€œĀæPero quiĆ©n sabe? Tenemos que seguir nuestra intuición. A ver quĆ© pasaā€, dijo Reynolds, quien tiene 20 millones de seguidores. ā€œYo ya andaba por aquĆ­ cuando MySpace y Friendster eran de peso… y parece que ahora Twitter y TikTok lo son todo. Pero estas cosas van y vienen, como todo en la vidaā€.

Twitter vio la luz en 2006, un espacio en donde los famosos podían eludir los medios de comunicación tradicionales y comunicarse de forma directa con sus seguidores para promover mensajes o productos y, a su vez, incrementaban la popularidad del sitio entre las masas. En la actualidad tiene mÔs de 230 millones de usuarios.

En cuanto Musk concluyó su adquisición por 44 mil millones de dólares en octubre surgieron interrogantes sobre el futuro de Twitter. Despidió a la mitad del equipo de tiempo completo, orilló a cientos de ingenieros y otros empleados a renunciar la semana pasada, y ahora se prevé que elimine puestos relacionados con la moderación de contenidos.

Las preocupaciones sobre cuentas fraudulentas y desinformación —la cual el propio Musk ha difundido ocasionalmente— no son nuevas.

Pero Ćŗltimamente han aumentado.

ā€œEn estos momentos es alarmanteā€, dijo el base Tyrese Haliburton de los Pacers de Indiana, quien tiene mĆ”s de 85.000 seguidores. Dice que recibe ā€œla mayorĆ­a de mis noticiasā€ vĆ­a Twitter y lo usa para contactar a amigos, interactuar con aficionados y promover empresas.

Equiparó el estado actual del sitio con ā€œWikipedia cuando yo estaba creciendo: Siempre tenĆ­as que verificar la información, porque no siempre era correctaā€.

Las cronologías estÔn plagadas de publicaciones que dirigen a la gente a cuentas en Instagram o Mastodon o cualquier otro sitio que pudiera convertirse en un lugar al cual acudir en caso de que en algún momento Twitter ya no sea una opción.

ā€œSi quieres hacerte escuchar allĆ” afuera, hay otras formasā€, dijo Charles Leno Jr., lineman ofensivo de los Commanders de Washington con mĆ”s de 25.000 seguidores. ā€œEsto podrĆ­a sonar mal, porque siento que todo el mundo deberĆ­a tener una voz, pero no es el caso en lo que respecta a Twitter: le ha dado voz a quienes no la tienen, a gente que no deberĆ­a decir nada. No necesitas estar hablando sobre el trabajo de alguien mĆ”s, su relación, sus asuntos. Apóyalos o mejor cĆ”llate. Twitter tiene aspectos positivos; sólo necesitamos concentrarnos mĆ”s en ese aspecto para que pueda ser un lugar mĆ”s interesanteā€.

El siete veces campeón de la Fórmula 1 Lewis Hamilton, con casi 8 millones de seguidores, tambiĆ©n ve las dos caras de la moneda. Explicó cómo la app puede ā€œcontaminar tu menteā€, pero tambiĆ©n la elogió porque ā€œes una herramienta realmente poderosa para conectar con la genteā€.

A Ian Poulter, golfista profesional con 2,2 millones de seguidores, le encantarĆ­a que Twitter se convirtiera ā€œen un foro para tener un debate abierto sin que haya alguna forma de acoso ni insultos ni botsā€.

En efecto, la toxicidad es ineludible para muchas figuras públicas, aunque no sólo se limita a ellas.

ā€œEs demasiado. No estoy segura de quĆ© pueda hacer unaā€, dijo la tenista Jessica Pegula, tercera del rĆ”nking mundial. ā€œSi vas a estar en redes sociales, tienes que lidiar con eso en cierto gradoā€.

Algunos en el sector del entretenimiento decidieron irse.

Shonda Rhimes, creadora de Ć©xitos de la televisión como ā€œGrey’s Anatomyā€, ā€œScandalā€ y ā€œHow to Get Away With Murderā€; el actor Jesse Tyler Ferguson de ā€œModern Familyā€, y la cantante Sara Bareilles son sólo algunas de las personas que se despidieron de Twitter, y lo hicieron, por supuesto, vĆ­a Twitter.

Los asesores de artistas y atletas —y que, en algunos casos, tambiĆ©n tuitean en su nombre— no saben cómo proceder, aunque desde hace tiempo han tenido lĆ­nea directa con empleados de Twitter para resolver dificultades.

ā€œTodos los usuarios de Twitter estĆ”n haciendo lo mejor que pueden para salir airosos de la situaciónā€, dijo George Atallah, subdirector ejecutivo de asuntos externos de la Asociación de Jugadores de la NFL, uno de varios sindicatos deportivos que estĆ”n en comunicación entre sĆ­ sobre el tema. ā€œTodo el mundo —agentes, órganos rectores, atletas, representantes de mercadotecnia, sindicatos— estĆ”n en el mismo barco: ajustĆ”ndose a los caprichos del nuevo dueƱoā€.

Jennie Smythe, fundadora de Girlilla Marketing, empresa de mercadotecnia digital en Nashville, Tennessee, dijo que los cambios en el proceso de verificación ocasionaron problemas para sus clientes en el mundo del entretenimiento, incluido el cantante de música country Darius Rucker, quien perdió su verificación azul sin previo aviso. Dice que muchos de sus clientes, entre ellos músicos, actores y organizaciones sin fines de lucro, estÔn lidiando constantemente con impostores.

ā€œNo se trata de vanidadā€, seƱaló Smythe. ā€œEs mĆ”s una medida de protección para los seguidoresā€.

Drew Rosenhaus, agente cuya empresa representa a unos 100 jugadores activos de la NFL, dijo que extraƱa los dĆ­as en los que ā€œuno podĆ­a ver la palomita azul y saber que era realā€.

ā€œEstamos viviendo en un nuevo mundo en Twitter. Va a hacer falta un poco mĆ”s de anĆ”lisis interno por parte de la compaƱƭaā€, dijo Rosenhaus, y agregó que no prevĆ© un ā€œĆ©xodo masivoā€ de sus clientes de la app porque ā€œtiene mucho valorā€.

A Benito PĆ©rez Barbadillo, publicista entre cuyos clientes figura Rafael Nadal, le gusta que el 22 veces campeón de torneos Grand Slam puede contactar fĆ”cilmente a sus 15 millones de seguidores… por ahora.

ā€œTenemos nuestra cuenta verificada. Si nos la quitan, podrĆ­amos sopesar dejar de usar Twitter. No lo sĆ©", seƱaló PĆ©rez Barbadillo. "Si ya no vamos a ser oficiales, podrĆ­amos decir simplemente: 'Bueno, adiós Twitterā€.

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Los periodistas deportivos de la AP Dave Campbell, Doug Ferguson, Jenna Fryer, Will Graves, Brett Martel, Steve Megargee, Steve Reed, Ralph Russo, Noah Trister y Teresa Walker; los periodistas de la AP Gary Gerard Hamilton en Nueva York, Krysta Fauriaen en Los Ɓngeles y Malak Harb en DubƔi contribuyeron a este reportaje.