El castillo más bonito de Europa está en España
En una colina majestuosa, con vistas panorámicas que abrazan los ríos Eresma y Clamores, se alza el Alcázar de Segovia. Su inconfundible silueta, destacada por la torre del homenaje en el centro y las cúpulas cónicas de sus torretas, ha atraído a viajeros y artistas durante siglos y le ha valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Ahora, la revista 'National Geographic' ha coronado a la fortificación española como el castillo más bello de toda Europa, por delante de los imponentes castillos de Baviera, Inglaterra, Francia o Portugal.
El monumento es uno de los lugares más visitados de la provincia de Segovia, al que se acercan turistas de todo el mundo atraídos por su aspecto de castillo de cuento de hadas que seirvió para la primera gran película de animación creada por Walt Disney.
Desde el 2 de enero hasta el 31 de octubre, 593.528 turistas han visitado el Alcázar, 38.684 personas más que al cierre del 31 de diciembre del año pasado, cuando se cerró el ejercicio con 554.844 visitantes, según explica el Patronato del Alcázar en su página web.
La lista de castillos más bonitos de la vieja Europa la completan el Castillo de Dunottar, en Escocia, el Castillo de Ashford, en Irlanda, el Castillo de Edimburgo, en Escocia, el de Cardiff, en Gales, y el de Warwick, también en el Reino Unido. Además la publicación de viajes incluye al Castillo de Eltz y el de Stahleck en Alemania, el Castillo de Hohenwerfen, el Castillo de Saumur, en Francia, o el de Guimaraes, en Portugal. Otro castillo español, el de Loarre, en Huesca, se cuela en la lista de los más bellos de Europa, además del Castillo de Chillon, en Suiza y el de Bran, en Rumania.
Un castillo de película
El encanto de este monumento segoviano ha dejado su impronta en la fantasía cinematográfica. La relación entre el Alcázar de Segovia y el icónico castillo de 'Blancanieves y los siete enanitos' (1937) ha sido confirmada oficialmente por Walt Disney, que con motivo de su centenario publicó una muestra de 30 escenarios reales de sus películas, entre los que se encuentra esta fortaleza española.
En la conferencia "Nueva iconografía del Alcázar" en 2006, el director y productor José Luis Borau Moradell estableció la conexión entre el Alcázar y Blancanieves. Aunque no se sabe con certeza si Walt Disney visitó Segovia en persona, la primera imagen del castillo en la película es sorprendentemente similar al Alcázar, tanto en su estructura arquitectónica como en su ubicación en lo alto de un promontorio y rodeado por ríos.
Además de Disney, cineastas de renombre han elegido el Alcázar como escenario para sus producciones. Películas clásicas como 'Mr. Arkadin', 'La Princesa de Éboli', 'Orgullo y Pasión' y 'Excalibur' han capturado la majestuosidad de esta fortaleza. En la televisión, el Alcázar ha sido inmortalizado en series españolas como 'Isabel' y 'Águila Roja', y ha cruzado fronteras al aparecer en un episodio de 'Los Simpson'.
Historia Centenaria
El origen del Alcázar se remonta posiblemente a la época romana, con vestigios de sillares de granito similares a los del famoso Acueducto de Segovia. Sin embargo, es en el año 1124 cuando las palabras "castillo de Segovia" y "Alcaçar" aparecen por primera vez en la documentación, marcando su función como fortaleza y residencia regia. A lo largo de los siglos, el Alcázar experimentó remodelaciones, expansiones y transformaciones, alcanzando su apogeo durante el reinado de Enrique IV, hermano de Isabel 'La Católica'.
Durante este período, el Alcázar dejó de ser únicamente una fortificación militar para convertirse en un edificio institucional que albergaba el tesoro regio, el archivo del reino y la armería real. La proclamación de Isabel de Castilla en 1474, un evento crucial en la historia de España, se asoció indeleblemente con el Alcázar, cuyas salas aún conservan la memoria de aquel acontecimiento.
Posteriormente, la Casa de Austria apenas utilizó el edificio, pero el Alcázar desempeñó roles importantes durante la Guerra de las Comunidades y la boda de Felipe II con Ana de Austria. Durante los reinados de Felipe IV y Carlos II, el Alcázar se convirtió en una prisión de Estado, consolidando su importancia a lo largo de la historia.