La cantante Cassie demanda a Diddy por violación y años de abusos

Sean
Sean "Diddy" Combs (Photo by Shareif Ziyadat/Getty Images for Sean "Diddy" Combs)

Sean Combs, el productor y magnate de la música que ha sido uno de los nombres más famosos del hip-hop durante décadas, fue demandado el jueves ante un tribunal federal estadounidense por Cassie, una cantante de R&B que en su día firmó con el sello discográfico de él, quien acusó a Combs de violación y de repetidos abusos físicos durante aproximadamente una década.

En la demanda, presentada ante el Tribunal Federal de Distrito de Manhattan, Cassie, cuyo verdadero nombre es Casandra Ventura —y que había sido pareja sentimental de Combs durante mucho tiempo—, afirma que poco después de conocerlo en 2005, cuando ella tenía 19 años, él inició un patrón de control y abuso que incluía suministrarle drogas, golpearla y obligarla a mantener relaciones sexuales con una serie de prostitutos mientras él filmaba los encuentros. En 2018, según la demanda, cerca del final de su relación, Combs entró por la fuerza en su casa y la violó.

Sean Combs y Cassie en la Pre-Grammy Gala en 2018. Credit: John Palmer/MediaPunch /IPX
Sean Combs y Cassie en la Pre-Grammy Gala en 2018. Credit: John Palmer/MediaPunch /IPX

“Tras años de silencio y oscuridad”, señaló Ventura en una declaración, “por fin estoy lista para contar mi historia y pronunciarme en mi nombre y en beneficio de otras mujeres que sufren violencia y abusos en sus relaciones”.

En respuesta, un abogado de Combs, Ben Brafman, dijo que Combs “niega vehementemente estas acusaciones ofensivas e indignantes. Durante los últimos seis meses, el señor Combs ha estado sometido a la persistente exigencia de 30 millones de dólares por parte de la señora Ventura, bajo la amenaza de escribir un libro perjudicial sobre su relación, lo que fue rechazado de manera inequívoca como un chantaje descarado. A pesar de retirar su amenaza inicial, la señora Ventura ha recurrido ahora a presentar una demanda plagada de mentiras infundadas y escandalosas, con el objetivo de empañar la reputación del señor Combs y buscar cobrar”.

Sean Combs y Cassie en 2015 en New York City. Credit: Diego Corredor/MediaPunch /IPX
Sean Combs y Cassie en 2015 en New York City. Credit: Diego Corredor/MediaPunch /IPX

Douglas Wigdor, abogado de Ventura, dijo que las partes habían hablado antes de presentar la demanda y que Combs “ofreció a la señora Ventura una cantidad de ocho dígitos para silenciarla e impedir la presentación de esta demanda”, dijo. “Ella rechazó sus esfuerzos”.

Sean Combs y Cassie en la Metropolitan Museum of Art Costume Institute Benefit Gala en 2017. Credit:RW/MediaPunch /IPX
Sean Combs y Cassie en la Metropolitan Museum of Art Costume Institute Benefit Gala en 2017. Credit:RW/MediaPunch /IPX

El caso de Ventura es el último de una serie de demandas civiles por agresión sexual presentadas recientemente contra hombres destacados de la industria musical, entre ellos Steven Tyler, de Aerosmith, el ejecutivo L. A. Reid y Neil Portnow, exdirector de la organización que está detrás de los premios Grammy. (Portnow ha negado la acusación; Tyler y Reid no han respondido).

Combs, de 54 años, fundó Bad Boy en 1993 y se convirtió en una de las principales figuras de la comercialización del hip-hop, trabajando con estrellas como Notorious B.I.G. y Mary J. Blige. Su patrimonio neto se ha estimado en 1000 millones de dólares, y el año pasado Forbes calculó los ingresos anuales de Combs en 90 millones de dólares, atribuyendo esa cantidad en gran parte a su antigua asociación en una marca de bebidas alcohólicas, Ciroc, propiedad del gigante de los licores Diageo.

Es probable que Combs, quien en su carrera ha sido conocido como Puff Daddy, Diddy y Love, sea el ejecutivo musical más famoso de su generación. Pero la demanda describe a Combs como una persona violenta que, además de agredir repetidamente a Ventura, le pidió que llevara su arma en el bolso; la demanda sugiere que fue responsable de hacer explotar el coche de un pretendiente rival. En un incidente, según la demanda, Combs colgó a una amiga de Ventura por el balcón de un hotel en el piso 17.

Al nombrar a otros acusados, los documentos judiciales afirman que otras personas que trabajaban con Combs le habían ayudado a controlar a Ventura, a veces amenazándola con represalias —como retirar su música si no obedecía sus órdenes— o ayudando a ocultar su comportamiento. La demanda, en la que se nombra a Combs y a varias de sus empresas asociadas como demandados, reclama daños y perjuicios no especificados.

Según la demanda de Ventura, se vio arrastrada al estilo de vida del jet set de Combs poco después de conocerlo y firmar con Bad Boy, que publicó su álbum debut en 2006.

Pero, según la demanda, pronto empezó a ejercer un dominio extraordinario sobre su vida. Además de controlar su carrera, le pagaba el coche, los apartamentos y la ropa, e incluso tenía acceso a su historial médico personal. Según la demanda, los resultados de una resonancia magnética a la que se sometió —por pérdida de memoria, posiblemente causada por el consumo de drogas o por una paliza que dijo haber recibido de Combs— llegaron directamente a Combs.

Combs también proporcionaba a Ventura “cantidades copiosas de drogas”, como éxtasis y ketamina, y la instaba a tomarlas, dice la demanda, y a menudo se ponía violento, golpeándola “varias veces al año”. La demanda señala que Ventura nunca acudió a la policía porque temía que eso simplemente le daría a Combs “otra excusa para hacerle daño”.

En un incidente ocurrido en Los Ángeles en 2009, según la demanda, Combs se enfureció al ver a Ventura hablando con otro agente de talentos, la empujó a un coche y la pateó varias veces en la cara, haciéndola sangrar. Según la demanda, Combs hizo que su personal la llevara a una habitación de hotel para que se recuperara durante una semana. Ella pidió volver a casa con sus padres, pero Combs se negó, de acuerdo con la demanda.

La demanda dice que, tras ver las violentas repercusiones de rechazar a Combs, y hasta qué punto la aislaría de su red de apoyo, “Ventura sintió que decir ‘no’ al señor Combs le costaría algo: su familia, sus amigos, su carrera o incluso su vida”. Y aunque intentó dejar a Combs, la demanda dice que él enviaba a sus empleados para atraerla de nuevo.

En un incidente descrito en los documentos judiciales, Ventura afirma que, a principios de 2012, Combs se enfadó tanto porque ella salía con el rapero Kid Cudi que dijo que haría explotar el coche del rapero. “Por aquel entonces”, dice la demanda, “el coche de Kid Cudi explotó en su entrada”.

A través de una portavoz, Kid Cudi confirmó la versión de Ventura. “Todo esto es verdad”, dijo.

Según la demanda, a los pocos años de iniciarse la relación entre Ventura y Combs, él empezó a forzarla “a participar en una fantasía suya llamada ‘voyerismo’”, en la que le ordenaba mantener relaciones sexuales con una serie de prostitutos, mientras Combs miraba, se masturbaba, hacía fotos y grababa video.

Según la demanda, Combs llamaba a estos encuentros freak offs, que implicaban el uso de disfraces, como máscaras y lencería. Continuaron durante años y tuvieron lugar en hoteles de lujo de todo Estados Unidos y en las casas de Combs. Según la demanda, Combs ordenaba a Ventura que buscara en sitios web de servicios de acompañantes para conseguir trabajadores sexuales masculinos.

En estos actos se suministraban drogas, que la demanda de Ventura dice que consumía porque “le permitían disociarse durante estos horribles encuentros”.

De acuerdo con la demanda, Ventura borraba los videos de estos incidentes que había grabado en su teléfono, pero Combs le dijo que seguía teniendo acceso a esos videos y, en una ocasión, durante un vuelo, le hizo ver un video que creía haber borrado.

La demanda afirma que, como consecuencia de estos encuentros sexuales en distintas ciudades, Ventura fue víctima de tráfico sexual. La demanda también acusa a Combs de agresión sexual, abuso sexual y de transgredir la ley de violencia de género de la ciudad de Nueva York.

La demanda de Ventura incluye varios relatos de sus infructuosos intentos de escapar al control de Combs.

En un ejemplo, la demanda sostiene que durante un freak off en un hotel de Los Ángeles en 2016, Combs, en estado de embriaguez, le dio un puñetazo en la cara a Ventura, lo que le dejó un ojo morado. Se quedó dormido y ella intentó salir de la habitación, pero Combs se despertó y la siguió hasta el pasillo, donde le arrojó jarrones de cristal, haciendo estallar cristales por todo el pasillo, según el archivo judicial. Las cámaras de seguridad del hotel captaron ese incidente, pero la demanda dice que Combs pagó al hotel 50.000 dólares por las imágenes.

La demanda judicial dice que en 2018, después de que Combs y Ventura se encontraron para cenar, él entró por la fuerza en el apartamento de ella y la violó mientras ella “decía en repetidas ocasiones ‘no’ e intentaba apartarlo”. Después de eso, se dice en la demanda, ella lo dejó para siempre. Ventura se casó al año siguiente con Alex Fine, entrenador personal, y ahora tiene dos hijos pequeños. Según la demanda, su asociación con Bad Boy concluyó en 2019.

El caso de Ventura, al igual que otras demandas recientes por agresión sexual, se ha presentado al amparo de la Ley de Sobrevivientes Adultos, una ley de Nueva York que permite a las personas que afirman haber sido víctimas de abusos sexuales presentar demandas civiles una vez prescrito el delito. El plazo de un año para presentar demandas al amparo de esta ley finaliza la próxima semana.

Esa ley se cita en la denuncia de Ventura, y en una declaración ella abordó su importancia.

“Ante el vencimiento inminente de la Ley de Sobrevivientes Adultos de Nueva York”, dijo, “quedó claro que era una oportunidad para hablar del trauma que he sufrido y del que me voy a recuperar el resto de mi vida”.

Ben Sisario cubre la industria musical. Escribe para el Times desde 1998. Más de Ben Sisario

c. 2023 The New York Times Company

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