Los casos de demencia en Estados Unidos aumentarán en las próximas décadas según los investigadores

Un anciano recibe ayuda mientras camina por su casa en Mamaroneck, Nueva York, el 5 de julio de 2023. La demencia ya les pasa una enorme factura a las familias estadounidenses y al sistema de salud. Más de seis millones de estadounidenses padecen demencia en la actualidad, y esa cifra podría duplicarse para 2060, según los investigadores. (Maansi Srivastava/The New York Times)
Un anciano recibe ayuda mientras camina por su casa en Mamaroneck, Nueva York, el 5 de julio de 2023. La demencia ya les pasa una enorme factura a las familias estadounidenses y al sistema de salud. Más de seis millones de estadounidenses padecen demencia en la actualidad, y esa cifra podría duplicarse para 2060, según los investigadores. (Maansi Srivastava/The New York Times)

Según estimaciones de un nuevo estudio, el número de personas que desarrollan demencia cada año en Estados Unidos se duplicará en los próximos 35 años hasta alcanzar casi un millón anualmente en 2060, y se triplicará el número de nuevos casos anuales entre los afroestadounidenses.

El incremento se deberá principalmente a la población de edad avanzada en aumento, ya que muchos estadounidenses viven más que las generaciones anteriores. En 2060, algunos de los “baby boomers” más jóvenes superarán los 90 años y muchos milénials tendrán más de 70. La edad avanzada es el mayor factor de riesgo para padecer demencia. El estudio halló que la mayor parte del riesgo de padecer demencia se produce después de los 75 años y se eleva aún más a medida que las personas llegan a los 95 años.

El estudio, publicado el lunes en Nature Medicine, revela que los adultos mayores de 55 años tienen un 42 por ciento de riesgo de desarrollar demencia a lo largo de su vida. Los autores atribuyen este resultado a la información actualizada sobre la salud y la longevidad de los estadounidenses, y al hecho de que la población estudiada fue más diversa que la de estudios anteriores, en los que se analizaba principalmente a participantes blancos.

Algunos expertos afirman que la nueva estimación del riesgo a lo largo de la vida y el aumento previsto de los casos anuales podrían ser excesivamente elevados, pero coincidieron en que los casos de demencia se dispararán en las próximas décadas.

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“Aunque la tasa sea significativamente inferior, se producirá un gran aumento en el número de personas que padecen demencia, así como en la carga familiar y social que implica, simplemente debido al incremento del número de personas mayores tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo”, afirmó Kenneth Langa, profesor de medicina de la Universidad de Míchigan que ha investigado el riesgo de demencia y no participó en el nuevo estudio.

La demencia ya supone una enorme carga para las familias estadounidenses y el sistema de salud del país. Más de 6 millones de estadounidenses padecen demencia en la actualidad, casi el 10 por ciento de las personas de 65 años o más, según las investigaciones. Los expertos afirman que la demencia causa cada año en Estados Unidos más de 100.000 muertes y supone más de 600.000 millones de dólares en cuidados y otros gastos.

Si se cumplen las nuevas previsiones, en 2060 habrá cerca de 12 millones de estadounidenses con demencia, según Josef Coresh, director del Instituto de Envejecimiento Óptimo de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York y responsable del estudio, en el que participaron casi 100 investigadores de 10 universidades.

Los autores y otros expertos dicen que el estudio reafirma la urgencia de intentar prevenir o aplazar la aparición de la demencia. Sus principales recomendaciones son mejorar la salud cardiovascular con medicamentos y hacer cambios en el estilo de vida; aumentar los esfuerzos para prevenir y tratar los accidentes cerebrovasculares, que pueden causar demencia, y animar a las personas a utilizar aparatos auditivos, que parecen ayudar a prevenir la demencia al permitir a las personas ser más sociables y tener una mayor interacción cognitiva.

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“Hay que ver la enorme magnitud del problema”, afirmó Alexa Beiser, profesora de bioestadística de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston, que no participó en el nuevo estudio, pero lo evaluó como revisora independiente de la publicación científica. “El problema es enorme y no se distribuye por igual entre la gente”, añadió Beiser y señaló que el estudio detectó un riesgo desproporcionado en los afroestadounidenses.

Los investigadores evaluaron más de tres décadas de datos de un estudio de larga duración sobre la salud de los habitantes de cuatro comunidades en Maryland, Misisipi, Minnesota y Carolina del Norte. Alrededor del 27 por ciento de los 15.000 participantes eran negros, principalmente de Jackson, Misisipi, explicó Coresh. El análisis, financiado por los Institutos Nacionales de Salud, se centró en los participantes de raza negra y blanca porque no había muchos participantes de otros grupos raciales y étnicos, aclararon los autores.

El estudio estimó que el número de casos nuevos anuales entre la población negra se elevará hasta llegar a casi 180.000 en 2060, frente a los 60.000 casos de 2020. La principal razón de que se vayan a triplicar los nuevos casos en esa población es que el porcentaje de estadounidenses de raza negra que viven hasta edades más avanzadas crece más deprisa que el de la población blanca, señaló Coresh.

En el estudio, los participantes de raza negra también desarrollaron demencia en edades promedio menores que las de los participantes de raza blanca y tuvieron un mayor riesgo a lo largo de su vida.

“No sé si lo entendemos del todo, pero al menos algunos de los factores contribuyentes son que los factores de riesgo vascular son más comunes”, dijo Coresh y señaló que la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto incrementan el riesgo de demencia. También puede haber influido el bajo nivel socioeconómico y educativo de los participantes en el estudio, al igual que el racismo estructural que ha afectado a la salud.

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Predecir el riesgo de demencia es complicado por varias razones. Las causas de la demencia varían y a menudo no se entienden por completo. Los tipos de demencia también varían y pueden coincidir. En el nuevo análisis, así como en varios estudios más, no se intentó calcular cuántas personas desarrollarían la enfermedad de Alzheimer, el tipo más común de demencia. Esto se debió a que muchos expertos creen que algunos aspectos del alzhéimer pueden coincidir con la demencia vascular y que ambas afecciones pueden ser causadas por problemas cardiovasculares, comentó Coresh.

Varios estudios realizados en Estados Unidos y en todo el mundo han constatado que el porcentaje de casos de demencia en adultos mayores ha disminuido en los últimos años, muy probablemente debido a un mejor tratamiento de los problemas cardiovasculares y a una población con un mejor nivel educativo, ya que la educación puede mejorar la resistencia cerebral y la salud en general.

Según los expertos y los autores, esa disminución no contradice el nuevo estudio porque se estimó el nivel actual de riesgo acumulado de padecer demencia a lo largo de la vida y se hizo una proyección. Es posible que los cambios positivos —comportamientos más saludables y mejores tratamientos para afecciones como la diabetes y los accidentes cerebrovasculares, por ejemplo— reduzcan la tasa de riesgo a cualquier edad en las próximas décadas, pero el número de nuevos casos anuales seguirá aumentando con respecto a la cifra actual, 514.000, debido al crecimiento de la población de mayor edad, señalaron los expertos.

El estudio también reveló que el riesgo de padecer demencia a lo largo de la vida es mayor en las mujeres que en los hombres: 48 y 35 por ciento, respectivamente. Coresh indicó que esto se debió principalmente a que las mujeres en el estudio eran más longevas. “El riesgo de padecer demencia para cuando cumplan 95 años es más grande porque un mayor número de ellas se acercará a esa edad”, afirmó.

Langa dijo que otros investigadores estaban tratando de averiguar si también podría haber diferencias biológicas que incrementen el riesgo en las mujeres, quizá “el entorno hormonal en el cuerpo o incluso posibles diferencias genéticas que podrían estar afectando el cerebro de las mujeres de manera diferente a como afectan el de los hombres”.

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Otro grupo de alto riesgo fue el de personas con dos copias del gen APOE4, que eleva enormemente el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y de desarrollarla a edades más tempranas que las personas sin esa variante. En el estudio, las personas con dos copias de APOE4 tuvieron un riesgo de padecer demencia a lo largo de la vida del 59 por ciento, frente a un riesgo del 48 por ciento para las personas con una sola copia y del 39 por ciento para las personas sin esa variante.

c.2025 The New York Times Company