Carlos Rivera se sincera lejos de la perfección

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 16 (EL UNIVERSAL).- A Carlos Rivera a veces le cuesta trabajo aceptar que tiene derecho a llorar. El intérprete de 36 años es uno de los cantautores mexicanos más sentimentales de la música pop, pero en su vida personal hay días que debe reprimirse por no romper la imagen de valentía y felicidad que ha construido para sus fans.

Originario de Huamantla Tlaxcala, debutó como cantante hace 19 años en el concurso de talento La academia, antes de partir de su casa para este proyecto escribió para su familia un tema titulado "Siempre estaré aquí", pero nunca lo publicó.

Cuando en 2011 alcanzó fama internacional con el musical El Rey León, en Madrid, España, y después tuvo que alejarse de ese país que le había dado un despegue a su carrera, escribió "Alguien me espera en Madrid", otro tema que jamás grabó.

Hace poco tuvo un momento de quiebre, entre giras, conciertos, programas de televisión e incluso actividades como empresario (recientemente creó su mezcal Santo Gusano), se enfrentó a aquellos sentimientos reprimidos y así nació Sincerándome, un álbum en el que recopila todo aquello que antes no había dicho por temor a no ser lo que sus fans esperaban.

"Los artistas siempre estamos muy idealizados por la gente que te sigue, te cuida, que está a tu alrededor y que piensa que eres la persona perfecta; uno siempre se quiere mostrar sonriente y bien peinado, y que en tu vida sea todo perfecto y de repente llega un momento en el que por muy bien que te vaya, por muy feliz que estés o bien rodeado, no siempre quieres sonreír o estar donde estás", acepta Rivera en entrevista.

A él le sucedió durante su gira Guerra tour; mientras estaba trasladándose de Argentina a España, lo único que anhelaba era estar en casa con su familia. "En ese punto, en el límite del colapso, me llegó esta canción como un desahogo", recuerda.

El tema que también le da título a su nuevo disco dice: "Quisiera ser mucho más desenfadado, pero no es fácil cambiar si me enseñaron que debo siempre ser el mejor" y se acompaña de un video nombrado "Toma 7", pues después de seis intentos por grabarlo, en los que Carlos recuerda que "se resistía a dejarse sentir", finalmente lo hizo y lloró.

"Son cosas que los artistas siempre nos guardamos porque piensas que la gente no debería de ver. Para mí es el video perfecto porque muestra ese contraste: es una toma completa sin parar que no tiene nada de bonito en cuanto a estética porque la belleza está en lo que está ocurriendo por eso luego hicimos el video en las calles de Roma".

Dedicado a Cynthia

Para el cantante el lanzamiento de este séptimo disco, que se estrena este jueves, marca una nueva etapa en su carrera, la cual consolida con la plenitud sentimental que está viviendo con su pareja Cynthia Rodríguez, con quien se casó el año pasado y a quien dedica este álbum.

"A quien más reconocimiento le doy por quién soy ahora y por ser mi inspiración, no sólo en canciones sino en cómo ser una mejor persona es a mi mujer, Cynthia, que ha sido la persona que me ha aguantado literalmente y que estuvo a mi lado en los peores momentos, como cuando estaba a punto de caer y fue quien no dejó que pasara, y eso para mí tiene muchos grandes valores en lo que estoy haciendo ahora", destaca.

Para Cynthia, además de otras canciones como "Que lo nuestro se quede nuestro" y "Cómo pagarte", que le ha dedicado en el pasado, ahora le escribió "La carta", que habla sobre un momento muy especial que ambos vivieron y espera que pueda ser útil para las parejas que este mes festejan al amor.

Ambos albergan desde su boda en junio de 2022 el sueño de ser padres, pero no están apresurando nada, según cuenta.

"Tenemos ese deseo (de ser padres), pero también tenemos paciencia y esperamos que pase cuando tenga que ocurrir, por ahora estamos muy contentos", afirma el intérprete.

Con muchas ambiciones

Aunque en 2021 Carlos fue conductor de los premios Latin Grammy, su música no ha sido reconocida por la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de EU, en los Grammy, para él esta es una meta que espera lograr pronto.

"No tengo tanta prisa porque yo sé que algún día le podré llegar a los votantes, me pasaba incluso con los premios en México que yo ya había hecho Auditorio y no me nominaban a las Lunas, y decía '¿por qué no me toman en cuenta?', y de repente para el siguiente me nombraron y gané y el siguiente año volví a ganar y el tercero también, espero el día que se abra la puerta".