De cara a la elecciones de noviembre más hispanos de Florida se inclinan hacia la derecha. ¿Pero, por qué?

A pocos meses de las elecciones de noviembre, los republicanos son optimistas sobre las perspectivas de Donald Trump de ampliar aún más su apoyo entre los electores hispanos en el Condado Miami-Dade y la Florida, aprovechando una tendencia que en la última década ha empujado al estado hacia la derecha.

En entrevistas con más de una docena de consultores políticos, funcionarios partidistas y expertos, republicanos e incluso algunos demócratas describieron un amplio realineamiento en las inclinaciones políticas de los electores hispanos, que va más allá de los cubanoamericanos de tendencia conservadora y favorece en gran medida al Partido Republicano y a Trump.

El cambio hacia la derecha pudiera tener amplias repercusiones este otoño, cuando los floridanos voten para la presidencia y el Senado de Estados Unidos, y los electores de Miami-Dade voten en las elecciones para jefe de policía y supervisor de elecciones, entre otras contiendas. Si los electores hispanos abrazaran más ampliamente a los republicanos, es probable que el Estado del Sol quedara por completo fuera del juego para los demócratas y posiblemente marque el comienzo de una nueva era de liderazgo conservador en Miami-Dade.

“En lo que respecta a la Florida, nos parece que se ha producido un realineamiento político, específicamente hacia el Partido Republicano con los latinos”, dijo Eduardo Gamarra, codirector del Foro de Opinión Pública Latina de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

¿Por qué los electores hispanos de la Florida apoyan a Trump? Acompáñenos el jueves en una reunión pública en la FIU

La tendencia en la Florida es innegable. En 2016, Clinton derrotó a Trump en el Condado Miami-Dade, de mayoría hispana, por más de 290,000 votos. En 2020, el presidente Joe Biden ganó el condado, pero por solo 85,000 votos. En 2022, el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, se convirtió en el primer candidato republicano en 20 años en ganar el Condado Miami-Dade.

Demócratas dicen que los resultados de las elecciones de 2022 fueron un caso atípico, pero las primeras encuestas de 2024 sugieren lo contrario: Una encuesta de UnidosUS y Mi Familia Vota divulgada en noviembre reveló que Trump aventajaba a Biden entre los hispanos de la Florida, por 45% a 39%.

Más recientemente, una encuesta entre electores hispanos de 22 estados realizada por la Universidad Internacional de la Florida y la empresa de marketing Adsmovil reveló que dos tercios de los hispanos de la Florida creen que Estados Unidos va en la dirección equivocada. La encuesta, dirigida por Gamarra, también reveló que más hispanos de la Florida se consideran republicanos que demócratas.

Gamarra dijo que el giro a la derecha entre los hispanos de la Florida es particularmente pronunciado “en Miami-Dade, donde vemos que el firme control que los demócratas tenían sobre los hispanos en la Florida parece haber cedido”.

Dos días después de su mitin en Hialeah, en la foto, un ex presidente Donald Trump exaltado arremetió contra sus oponentes políticos llamándolos "alimañas" y evocando a Hitler y la Alemania nazi en Nueva Hampshire en Veterans Day.
Dos días después de su mitin en Hialeah, en la foto, un ex presidente Donald Trump exaltado arremetió contra sus oponentes políticos llamándolos "alimañas" y evocando a Hitler y la Alemania nazi en Nueva Hampshire en Veterans Day.

La identificación con la ‘marca’ Trump

El predominio de electores cubanoamericanos de tendencia republicana ha dado durante mucho tiempo una ventaja al Partido Republicano en el Condado Miami-Dade. Pero junto con la consolidación de Trump entre los electores cubanos, la creciente influencia de los republicanos entre los electores hispanos de otras regiones es lo que ha cambiado la dinámica política en la Florida, que perdió su condición de campo de batalla en las dos últimas elecciones.

Las razones subyacentes del cambio siguen siendo objeto de intenso debate entre los observadores políticos y los líderes de los partidos, pero surgen dos temas frecuentes: Trump y los republicanos han invertido años en mensajes políticos y culturales eficaces, mientras que Biden y los demócratas no han invertido el nivel necesario de mano de obra y recursos, lo que ha resultado en una pérdida de apoyo y entusiasmo.

En el sur de la Florida, los republicanos han puesto en marcha clínicas para ayudar a los inmigrantes a estudiar para sus exámenes de naturalización. También han usado la política exterior como herramienta de campaña, pronunciándose en contra de los líderes de Cuba, Nicaragua y Venezuela a los que muchos latinos que se trasladan a la Florida culpan del empeoramiento de las condiciones en sus países de origen.

En campaña para la reelección en 2020, el ex vicepresidente Mike Pence lanzó la iniciativa Latinos for Trump en Miami para movilizar a los electores hispanos. Trump también lanzó Evangelicals for Trump en la megaiglesia El Rey Jesús, que cuenta con una congregación mayoritariamente hispana, y se dirigió a La Pequeña Habana para anunciar un cambio de las políticas hacia Cuba de la era de Obama.

El ex representante federal Carlos Curbelo dijo que Trump “se desvive por celebrar el país de una manera con la que muchos hispanos pueden identificarse”, mientras que el Partido Demócrata ha abrazado un “discurso victimista” que se centra en “lo que los demócratas consideran injusticias fundamentales y abusos estructurales en la sociedad estadounidense”.

Eso no resuena entre los hispanos del sur de la Florida, muchos de los cuales son inmigrantes que huyeron de “situaciones difíciles” en el extranjero, dijo Curbelo, y “se sienten muy bendecidos de estar en Estados Unidos”.

La creciente popularidad de Trump entre los electores hispanos se produce a pesar de su retórica antiinmigrante. En su más reciente contienda para la Casa Blanca, prometió acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento y ha dicho que “los inmigrantes están envenenando la sangre” de Estados Unidos.

Los demócratas han amplificado ese mensaje en vano: El año pasado, durante un mitin en Hialeah, cuando Trump prometió lanzar la mayor misión de deportación de la historia de Estados Unidos si volvía a ser elegido, la multitud lo aclamó.

“Yo miraría a la cultura como la explicación”, dijo Curbelo. “No creo que los hispanos del sur de la Florida hayan cambiado mucho en asuntos políticos, pero sin duda se han identificado más con la marca de republicanismo de Trump que con la nueva marca de política demócrata”.

Jaime Florez, director hispano de comunicaciones del Comité Nacional Republicano, dijo que aunque Trump no hable español, sigue “hablando nuestro idioma”.

“Dice las cosas como nosotros las pensamos”, dijo Florez.

El ahora presidente Joe Biden hace campaña en Miami mientras visita Ball & Chain en La Pequeña Habana para un encuentro y saludo con electores hispanos, el domingo 15 de septiembre de 2019.
El ahora presidente Joe Biden hace campaña en Miami mientras visita Ball & Chain en La Pequeña Habana para un encuentro y saludo con electores hispanos, el domingo 15 de septiembre de 2019.

El entusiasmo menguante de los demócratas hispanos

El resurgimiento de los republicanos en el Condado Miami-Dade no se debe solo al entusiasmo por la política del Partido Republicano. Los datos de los electores también reflejan la apatía entre los demócratas hispanos y los independientes.

“Es fácil pensar –y ciertamente Ron DeSantis lo ha interpretado así– que ha habido un cambio sísmico de hispanos que votan ahora por los republicanos”, dijo Dan Smith, profesor de ciencias políticas de la Universidad de la Florida. “Pero el hecho es que los demócratas hispanos y los hispanos sin afiliación partidista simplemente no están votando”.

Esa falta de participación, según Smith, es evidente en el gran número de electores llamados “inactivos”, es decir, los que se han saltado los dos últimos ciclos electorales y no han respondido a una consulta de su supervisor electoral.

De los aproximadamente 255,000 electores hispanos registrados como demócratas en el Condado Miami-Dade, cerca del 11% de ellos –casi 28,000– se consideran inactivos, según datos de enero. Menos del 6% de los electores republicanos hispanos se consideran inactivos. En el Condado Broward, casi 1 de cada 5 demócratas hispanos está inactivo. En el Condado Palm Beach, esa cifra se eleva a 1 de cada 4.

Los candidatos demócratas y los funcionarios del partido, dijo Smith, son al menos parcialmente culpables de la falta de participación de sus propios electores, especialmente los hispanos.

“Creo que los electores activos e inactivos dan una idea del reto que tienen los demócratas de cara a estas elecciones presidenciales”, dijo. “Y es un reto que no es insuperable, pero va a requerir recursos específicos para conseguir que la gente que ha estado al margen vuelva a comprometerse”.

Fernand Amandi, un encuestador demócrata que trabajó en la exitosa campaña presidencial de Obama en 2012, dijo que en lugar de trabajar para contrarrestar los esfuerzos de divulgación del Partido Republicano, los demócratas en general cedieron terreno a los republicanos, especialmente en el Condado Miami-Dade.

“La realineación más grande se ha acelerado por la falta de una presencia comparable en el campo de juego por parte de las organizaciones demócratas y los esfuerzos del partido para tratar de mantener o recuperar el control que tenían sobre los electores hispanos en 2016”, dijo. “Simplemente abandonaron el campo de juego”.

Pero algunos demócratas dicen que están trabajando para recuperar a los electores hispanos en la Florida después de las aplastantes derrotas electorales en 2020 y 2022. Un portavoz del Partido Demócrata de la Florida dijo que el partido ha comenzado a contactar a los electores inactivos en el último mes para alentarlos a verificar su estado electoral, y también está trabajando para agregar nuevos electores a las listas de registro con la esperanza de compensar el déficit con los republicanos.

La ex representante federal Debbie Mucarsel-Powell, que este año aspira a desbancar al senador federal republicano Rick Scott, dijo que las pérdidas de los demócratas son reversibles, siempre y cuando dediquen tiempo y recursos a ganarse a los electores hispanos.

La ex representante federal Debbie Mucarsel-Powell habla en la ceremonia de inauguración de la Instalación Conmemorativa de la Violencia Armada de Giffords Pac en Bayfront Park, en el downtown de Miami, el lunes 13 de diciembre de 2021.
La ex representante federal Debbie Mucarsel-Powell habla en la ceremonia de inauguración de la Instalación Conmemorativa de la Violencia Armada de Giffords Pac en Bayfront Park, en el downtown de Miami, el lunes 13 de diciembre de 2021.

Mucarsel-Powell, la primera latina que se postula como demócrata al Senado de Estados Unidos por la Florida, dijo que ha dado prioridad a las presentaciones en la radio y la televisión en español desde que lanzó su campaña el año pasado.

Se ha reunido con electores cubanoamericanos tomando cafecitos, asistió a una mesa redonda sobre la nueva designación de los nicaragüenses para el Estatus de Protección Temporal en Estados Unidos y mantuvo una reunión por video con la líder de la oposición venezolana María Corina Machado en diciembre para hablar sobre el estado de la democracia en Venezuela.

“Creo que lo más importante que podemos hacer siempre es estar presentes y estar exactamente donde están nuestras comunidades y mantener esas conversaciones”, declaró al Miami Herald en una entrevista.

Christian Ulvert, un consultor demócrata en Miami que actuó como asesor de la campaña de Biden en 2020 en la Florida, dijo que, a diferencia de los electores hispanos en estados como California o Nueva York, los electores hispanos en la Florida son electores indecisos atraídos más por candidatos y mensajes particulares que por un partido político en particular.

“Si queremos tener éxito en las urnas, asegurémonos de estar dando a los electores candidatos que les entusiasmen, candidatos que reflejen sus valores, candidatos que puedan identificarse con esas historias, que puedan identificarse con la fe, la familia y la libertad”, dijo Ulvert.

Sin embargo, Trump sigue mostrando signos de fuerza en Miami-Dade y la Florida. Una encuesta encargada en noviembre por Ulvert para el esfuerzo de reelección de la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, encontró a Trump por delante de Biden entre los electores de Miami-Dade, por 46% a 35%. Y aunque Ulvert ha encargado una encuesta más reciente que muestra a Biden por delante de Trump, muchos republicanos siguen confiando en que Trump va camino de ganar el voto hispano de Miami-Dade y la Florida en noviembre.

Kevin Cabrera, un comisionado republicano del condado que se desempeñó como director estatal de la campaña de Trump en la Florida en 2020, dijo que los demócratas –y Biden, en particular– ya han arruinado sus posibilidades con los hispanos del sur de la Florida. Predijo que Trump ganaría en Miami-Dade en las elecciones de este año, convirtiéndose en el primer aspirante presidencial republicano desde George H.W. Bush en 1988 en ganar el condado.

“Creo que el presidente Trump no solo ganará el Condado Miami-Dade y la Florida, sino que será el primer candidato presidencial republicano en ganar el voto hispano”, dijo Cabrera.