El capitán bebió y dio alcohol a los jóvenes antes de accidente mortal en la Bahía de Biscayne, dice demanda

El capitán de la embarcación que se estrelló frente a los Cayos Superiores de la Florida el fin de semana del Día del Trabajo, en que falleció una adolescente y otra quedó incapacitada, estaba bebiendo ese día y suministró alcohol a las adolescentes y a sus amigos, según una nueva demanda presentada por la familia de la chica lesionada en el tribunal de Miami-Dade.

Contrariamente al reporte inicial de la Comisión de Conservación de la Peces y Vida Silvestre de la Florida (FWC), que afirmaba que el alcohol probablemente no fue un factor en el accidente del 4 de septiembre de 2022, la demanda alega que George Pino propietario y operador de la embarcación, destacado agente inmobiliario de Miami-Dade, bebió hasta “el punto que sus facultades normales estaban mermadas” ese día y que a los 12 menores a su cuidado y de su esposa “se les permitió consumir alcohol durante esa excursión”.

La demanda presentada el 17 de marzo acusa a los Pino de servir las bebidas a los adolescentes y argumenta que el alcohol que todos consumieron “causó y/o contribuyó a causar” las lesiones que alteraron la vida de la chica. Según la demanda, Pino se negó a que le sacaran sangre o a someterse a pruebas de alcoholemia tras el accidente.

La demanda —la primera en un accidente que sacudió a una comunidad escolar católica muy unida del sur de la Florida— se presentó la misma semana en que los abogados de Pino presentaron una petición ante un tribunal federal para limitar las posibles sanciones económicas que pudieran derivarse de las demandas. También ofrecen una aparente nueva explicación que contribuyó a la colisión en el sur de la Bahía de Biscayne, alegando que la dirección de la embarcación no respondió. Sus abogados no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Todas las chicas a bordo asistían a la Our Lady of Lourdes Academy, en el suroeste de Miami-Dade, o a la Carrollton School of the Sacred Heart, en Coconut Grove.

Tanto la chica que murió, Luciana Fernández, de 17 años, como la lesionada, Katerina Sofía Puig, también de 17, iban a Lourdes.

Puig, discapacitada permanente a causa del accidente, era una destacada jugadora de fútbol en la escuela. Sus padres, Kathya y Rodolfo Fernando Puig, presentaron la demanda. El equipo de fútbol de la escuela dedicó posteriormente su temporada a Puig y su compañera Coco Aguilar, que resultó lesionada en el accidente, fue elegida jugadora de fútbol femenina del año por el Herald.

Todos salieron despedidos

La embarcación regresaba de pasar la tarde celebrando el 18 cumpleaños de la hija de Pino en Elliott Key, en la Bahía de Biscayne, navegando hacia el sur por un canal que atraviesa el poco profundo Cutter Bank, cuando chocó contra el Marcador 15 del Canal Intracostero, una boya fija de acero El canal, situado al oeste de Broad Creek, termina en el límite sur del Parque Nacional de Biscayne, donde las aguas de Miami-Dade se mezclan con las del Monroe y los Cayos.

Las 12 chicas, Pino y su esposa, Cecilia Pino, de 47, salieron despedidos cuando la embarcación chocó con el marcador.

Otras cuatro personas, incluidos los Pino, también resultaron heridas. Navegantes civiles —y luego las fuerzas del orden y los bomberos de Miami-Dade— sacaron a la gente del agua.

Scott Liberman, el abogado de Fort Lauderdale que representa a la familia Puig, declinó hacer comentarios, pero la demanda sostiene que Pino conducía su embarcación Robalo de 29 pies, equipada con dos motores de 300 caballos, a demasiada velocidad cuando chocó contra la baliza del canal alrededor de las 6:30 p.m. un día tranquilo. Era el último de una serie de marcadores en Cutter Bank en una ruta de regreso a la exclusiva comunidad cerrada de Ocean Reef Club en North Key Largo, donde los Pino y los adolescentes se alojaban ese fin de semana. La demanda también argumenta que el barco iba sobrecargado.

Ambas demandas civiles se presentan cuando, según fuentes consultadas, el reporte final de la investigación de la FWC, tan esperado, pudiera estar a punto de ser concluido.

Limitación de responsabilidad

La demanda se presentó la misma semana que los abogados de Pino presentaron una “limitación de responsabilidad” ante un tribunal federal con el fin de limitar los posibles daños monetarios concedidos en los juicios al valor de su embarcación tras el accidente. Un perito contratado por la compañía de seguros de Pino tasó la embarcación siniestrada, un modelo de 2019, en $5,600. Un Robalo nuevo de tamaño y potencia similares cuesta bastante más de $100,000.

“Por crudo que suene, lo que están tratando de hacer es limitar la recuperación al valor de la embarcación siniestrada”, dijo Frank Butler, abogado de derecho marítimo de Fort Lauderdale, añadiendo que tales presentaciones son comunes en los meses posteriores a los accidentes náuticos que resultan en lesiones y muerte.

“La acción es por la compañía de seguros”, dijo Butler.

La petición del 14 de marzo es también el primer comentario público que Pino o sus abogados hacen desde el trágico accidente.

El abogado que presentó la petición, Andrew Mescolotto, repitió lo que según fuentes anteriores había dicho Pino a los investigadores aquel día: que una embarcación grande que venía en dirección contraria lanzó una estela que le hizo perder el control del Robalo. Pero la petición amplía lo que Pino dijo que había sucedido: Su embarcación, según Mescolotto, “empezó a girar inesperadamente por su cuenta y se puso en rumbo aproximado hacia el marcador de navegación 15”.

Pino intentó “corregir el rumbo pero no pudo evitar una colisión” con el marcador\, dijo Mescolotto. La parte derecha de la embarcación sufrió graves daños antes de volcarse. Se habla de colisión cuando una embarcación choca contra un objeto inmóvil.

Tras caer al agua, Pino, que sangraba por la cabeza, nadó hasta los restos del naufragio y pudo rescatar a una de las adolescentes y trasladarla a un navegante que se detuvo para ayudarla, según el documento judicial.

Otras personas citadas en la demanda

La demanda de los Puig nombra a George y Cecilia Pino, y también a los bomberos y voluntarios de Ocean Reef y al helicóptero-ambulancia Trauma Star de Monroe.

El accidente ocurrió en el límite marítimo entre los condados Miami-Dade y Monroe. Cayo Elliott forma parte técnicamente de los Cayos, pero a diferencia del resto de la cadena, está en Miami-Dade. Ocean Reef está en la parte más al norte de Cayo Largo, en Monroe.

Según la demanda, se llamó al Trauma Star para que volara a Ocean Reef a las 6:55 p.m. para recoger a Puig y llevarla al Nicklaus Children’s Hospital. Sin embargo, la demanda afirma que no despegó hasta las 8:09 p.m. y no llegó al resort hasta las 8:43 p.m., llevando a Puig al hospital a las 9:07 p.m.

El Condado Monroe no conoció que lo habían demandado hasta que fue contactado por el Miami Herald el lunes por la tarde, y por lo tanto necesita tiempo para revisarla antes de hacer declaraciones, dijo su portavoz Kristen Livengood.

“Acabamos de enterarnos que el Trauma Star fue incluido en esta demanda. No tenemos ninguna declaración en este momento, nuestro departamento jurídico la está estudiando”, dijo Livengood.

Ocean Reef ha sido demandada porque sus médicos no llegaron al lugar de los hechos para reunirse con la embarcación que trasladó a Puig al complejo turístico hasta las 8:01 p.m., más de una hora después de recibir la llamada, según la demanda.

El retraso en los tiempos de respuesta de ambas dependencias retrasaron posteriormente que Puig recibiera la intubación vital para ayudarla a respirar, lo que contribuyó a su estado médico actual, dice la demanda. Liberman, el abogado de la familia, no quiso hacer comentarios sobre las lesiones específicas de Katerina, pero la demanda indica que necesitará atención médica de por vida.

Ocean Reef no respondió a una solicitud de declaraciones sobre las alegaciones de la demanda.