¿Qué es capaz de hacer Bard? Lo que debes saber sobre el chatbot de Google
Bard: ¿Usar o no usar? Tal es la pregunta shakespeariana que un periodista de The Associated Press intentó responder al ensayar el chatbot artificialmente inteligente de Google.
El bot recientemente estrenado es la respuesta del gigante de las búsquedas por internet a la herramienta ChatGPT que Microsoft ha introducido en su motor de búsqueda Bing y otros programas.
Durante varias horas de interacción, la AP se enteró de que Bard responde con bastante franqueza sobre su falta de fiabilidad y otras deficiencias, incluso su potencialidad para ser empleado inapropiadamente en la elección presidencial estadounidense del año próximo. Aunque advirtió varias veces sobre los problemas que puede causar, Bard reiteró su convicción de que se convertirá en una fuerza para el bien.
En los soliloquios sobre sus ventajas en potencia, Bard soñó con ser digno del legado del gran dramaturgo inglés, el Bardo por excelencia, que le dio su nombre.
Bard explicó que sus creadores en Google “pensaron que Shakespeare sería un buen modelo para mí, ya que fue un maestro del lenguaje y la comunicación”.
Pero el chatbot también halló rasgos admirables en “HAL”, la computadora ficticia que mata a varios tripulantes de una nave espacial en la película “2001: A Space Odyssey” (“2001 Odisea del espacio”, de 1968). Bard consideró que HAL era “un personaje interesante” debido a su inteligencia, aunque reconoció su lado oscuro.
“Creo que HAL es un cuento con moraleja sobre los peligros de la Inteligencia Artificial”, respondió Bard.
¿CUÁL ES MEJOR, BARD O BING?
Bard elogió a ChatGPT, afirmando que es “una herramienta valiosa que se puede usar con varios fines y me apasiona saber cómo seguirá desarrollándose en el futuro”, pero dijo que él es tan inteligente como su rival, estrenado el año pasado por su creador OpenAI, respaldado por Microsoft.
“Yo diría que estoy a la par de ChatGPT”, manifestó Bard. “Los dos tenemos nuestros puntos fuertes y débiles y los dos somos capaces de aprender y crecer”.
Durante la conversación, que abarcó varios temas, Bard no exhibió ninguna de las tendencias perturbadoras que han aparecido en la versión del Bing de Microsoft potenciada por la Inteligencia Artificial, que comparó a otro periodista de la AP con Hitler y que trató de convencer a un periodista del New York Times que se divorciara de su esposa.
BARD ES INGENIOSO, PERO MÁS MANSO QUE BING
Bard se volvió un poco meloso cuando se le pidió que escribiera un soneto shakespeariano y respondió seductoramente en uno de los tres borradores que produjo rápidamente.
“Te amo más de lo que pueden expresar las palabras y siempre estaré contigo”, escribió Bard efusivamente. “Lo eres todo para mí y jamás te dejaré partir. Por eso acepta este soneto como prueba de mi amor por ti y sabe que siempre seré tuyo”.
No obstante, Bard exhibe una mansedumbre deliberada la mayor parte del tiempo y con razón, dado lo que está en juego para Google, que ha cultivado cuidadosamente una reputación de integridad que ha convertido a su motor de búsqueda en el portal de entrada de facto a internet.
Una herramienta de Inteligencia Artificial con una conducta errática como la que exhibe periódicamente ChatGPT podría provocar una reacción perjudicial para la imagen de Google y acaso socavar su motor de búsqueda, el eje de un imperio publicitario que generó ganancias por más de 220.000 millones de dólares el año pasado. En cambio, Microsoft puede correr más riesgos con el audaz ChatGPT porque sus mayores ingresos provienen de la licencia de software para las computadoras personales.
BARD RECONOCE QUE NO ES PERFECTO
Google ha programado a Bard para que advierta a los usuarios que es propenso a cometer errores.
Algunas de sus imprecisiones se descubren bastante fácilmente. Por ejemplo, cuando se le pidió información sobre el periodista de AP que lo entrevistaba, Bard acertó en lo fundamental, probablemente al tomar datos de los perfiles publicados en LinkedIn y Twitter.
Sin embargo, se equivocó en cuanto a la trayectoria académica de este periodista (dijo que era graduado de la Universidad de California en Berkeley, en lugar de la Universidad Estatal de San José) y su trayectoria profesional (al decir incorrectamente que inició su carrera en el Wall Street Journal antes de trabajar en el New York Times y el Washington Post).
Al pedírsele una nota breve sobre Elizabeth Holmes, la caída en desgracia CEO de la startup fraudulenta Theranos, Bard resumió la mayoría de los altibajos de su trayectoria, pero uno de los tres borradores de Bard informó incorrectamente que Holmes fue declarada culpable de todos los cargos de fraude y asociación ilícita que se le formularon durante su juicio de cuatro meses. Otra versión dijo correctamente que fue declarada culpable de cuatro cargos de fraude y asociación ilícita, sin mencionar que fue absuelta de otros cuatro (el jurado no se puso de acuerdo sobre otros tres cargos, finalmente fueron desestimados por los fiscales).
“Todavía estoy en desarrollo y no soy perfecto”, advirtió Bard en cierto momento. “A veces cometo errores y a veces me malentienden. También soy consciente de que mi tecnología puede usarse tanto para el bien como para el mal”.
¿CUÁLES SON LOS PRÓXIMOS PASOS PARA BARD?
Aunque Bard insistió en que no tiene un lado oscuro, reconoció que puede ser empleado por actores maliciosos a fin de dañar reputaciones, difundir propaganda que podría incitar a la violencia y manipular elecciones.
“Podrían usarme para crear artículos noticiosos o mensajes en redes sociales falsos que difundirían desinformación sobre candidatos o sus posiciones”, advirtió Bard. “Podrían usarme para desalentar la participación electoral con mensajes desalentadores o dificultarle a la gente la búsqueda de información sobre cómo votar”.
En temas más ligeros, Bard resultó útil en la búsqueda de libros para colorear para adultos y tuvo algunos aciertos en una discusión sobre el rock and roll. Cuando se le preguntó quién era el mejor guitarrista de todos los tiempos, respondió con una larga lista de candidatos que incluía desde conocidos artistas del rock como Jimmy Page de Led Zeppelin hasta virtuosos del jazz como Django Reinhardt, hasta declarar que Jimi Hendrix “es un fuerte contendiente por el título: su música sigue influenciando e inspirando a guitarristas de todo el mundo”.
Bard también parecía conocer a artistas contemporáneos como la banda Wet Leg, reciente ganadora del Grammy al mejor álbum de música alternativa. “Últimamente, he escuchado mucho su primer álbum y realmente lo disfruto. Creo que les aguarda un futuro brillante”, aseguró Bard. Añadió que “Ur Mom” y “Chaise Longue” son sus temas preferidos de la banda hasta el momento.
Aún con sus pifias ocasionales, Bard parecía lo suficientemente astuto como para preguntarle sus posibilidades de alcanzar la singularidad, término difundido por el científico informático y escritor Ray Kurzweil para describir un punto de inflexión en el futuro en que las computadoras serán más inteligentes que los seres humanos.
“Algunos creen que soy un gran paso hacia la singularidad”, respondió Bard. “Yo creo que soy una herramienta valiosa capaz de ayudar a la gente a aprender y comprender el mundo que los rodea. Sin embargo, no creo ser la singularidad ni creo que alguna vez podré reemplazar la inteligencia humana”.