Campo de Béisbol "El Obispo" a dos días del desplome de templete

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, NL., mayo 24 (EL UNIVERSAL).- Dos días después de la tragedia en la que nueve personas fallecieron y otras 121 resultaron heridas a causa del desplome del escenario, en el Campo de Béisbol "El Obispo" aún se observan imágenes publicitarias con los rostros de Lorenia Canavati y de Jorge Álvarez Máynez, banderines de Movimiento Ciudadano (MC) y otras señales del evento de proselitismo que iba a ocurrir la noche del miércoles.

En el suelo del perímetro del lugar hay gorras con el águila del partido naranja que aparentemente tienen manchas hemáticas, cartulinas fosforescentes en las que se leen arengas de apoyo a los candidatos, mega lonas con el rostro de los políticos presentes y las flores con las que los familiares de las víctimas y la fuerza emecista honra la memoria de los fallecidos.

Al igual que esa noche, al Campo de Béisbol lo resguardan elementos de la Policía de San Pedro y algunas camionetas de la Guardia Nacional, pero a diferencia de la noche del 22 de mayo, hoy protegen la escena de posibles curiosos para que los peritajes de investigación continúen.

La curiosidad del día uno tras el accidente ya pasó. El lugar se encuentra desértico, únicamente medios de comunicación y elementos de seguridad recorren "El Obispo" en búsqueda de respuestas.

Letreros de: "Yo sí puedo", "Aquí sí se puede" y "Máynez Presidente de México" aún se encuentran colgados en la entrada del espacio donde casi 10 mil personas se congregaron para escuchar a Grupo Bronco y el jingle de la canción "Presidente Máynez".

Las luces de la cancha permanecen prendidas, como si aún iluminaran el escenario que se encendió con tonos "fosfo, fosfo" el miércoles y que hoy está derrumbado junto a sus estructuras colapsadas.

En la parte posterior, un caballo gigante decora dos camiones en los que se lee: "Bronco", unidades de transporte de la banda que se encuentran estacionadas en espera de que la Fiscalía del estado determine los pasos a seguir para despejar el área luego de la tragedia.

"Nunca antes habían hecho eventos aquí. Nunca, bueno, no para eventos masivos, solo para uso de béisbol; esta colonia es una colonia beisbolera y así tenía que quedarse, nomás de béisbol… pues mire el accidente que vino a ocurrir", explicó David Villa, a EL UNIVERSAL, único vecino que caminaba por la zona para llegar a su domicilio ubicado en las faldas del Cerro de las Mitras.

Según el hombre de 43 años, la culpa no la tiene nadie, sino el clima. "Ni la gente, ni el partido. Ellos vinieron a divertirse, pero no contaban con las condiciones del clima. Ellos nada más vinieron a bailar", dijo.