La camioneta de Tesla llegará pronto… tal vez

La camioneta eléctrica de Rivian, la R1T, en Brooklyn, el 9 de noviembre de 2021. (Bryan Derballa/The New York Times)
La camioneta eléctrica de Rivian, la R1T, en Brooklyn, el 9 de noviembre de 2021. (Bryan Derballa/The New York Times)

El mes pasado, más de tres años después que Elon Musk sorprendiera a la industria del automóvil con una camioneta eléctrica de caja abierta que parecía más un avión de combate furtivo que un medio para transportar tablas de madera y paneles de yeso, Tesla señaló que iba a comenzar a construir el vehículo a finales de 2023.

El anuncio ha ayudado impulsar la recuperación del precio de las acciones de Tesla, pero también ha revivido un debate en torno a si la camioneta, una ‘pick-up’ llamada Cybertruck que se ha postergado frecuentemente, es una genialidad o la evidencia de la soberbia de Musk.

No sería muy típico de Musk, director ejecutivo de Tesla, construir una ‘pick-up’ que se pareciera en algo a la Ford F-150, la Chevrolet Silverado o la Ram 1500, tres de los vehículos más vendidos en Estados Unidos.

Con su angulosa carrocería de acero inoxidable, la Cybertruck es un intento por redefinir la ‘pick-up’ del mismo modo que Tesla le dio un vuelco a las convenciones de la industria automovilística al demostrar que los vehículos impulsados por baterías podían ser prácticos y rentables.

Tesla promociona que una versión de primera de la camioneta podrá remolcar 6350 kilogramos y acelerar más rápido que un Porsche 911. Las puertas de la Cybertruck se abrirán de manera automática cuando se acerque el conductor.

La camioneta es importante porque será el primer vehículo nuevo de pasajeros que Tesla lance en tres años y podría ayudar a darle vida a una línea de modelos que algunos compradores consideran anticuada. Las automotrices consolidadas como Ford, General Motors y Hyundai han lanzado una variedad de modelos eléctricos nuevos desde que el Model Y, el coche más reciente de Tesla, salió a la venta a inicios de 2020.

Sin embargo, la Cybertruck está tan demorada que algunos expertos de la industria se preguntan si se ha convertido en otro ejemplo de la afición de Musk por llevar los límites tecnológicos al borde del desastre. En 2018, su determinación por construir una línea de ensamblado altamente automatizada para el sedán Model 3 produjo un “infierno de producción” y casi mató a la empresa antes de que optara por prácticas más estándar de fabricación.

Esta vez los expertos del sector desaprueban el uso de acero inoxidable en la carrocería de la Cybertruck.

El acero inoxidable resiste la corrosión y no necesita pintarse, lo cual elimina un costo y la necesidad de recubrimientos químicos tóxicos para el medioambiente. No obstante, también es caro y difícil de moldear y soldar. El acero inoxidable suele ser más pesado que el de la mayoría de los otros autos y esto reduce la autonomía eléctrica.

Hay una razón por la que solo una automotriz ha intentado producir en serie un auto con una carrocería de acero inoxidable: DeLorean, la cual quebró tras fabricar menos de 10.000 autos que fueron más conocidos por su papel protagonista como una máquina del tiempo en las películas de “Volver al futuro”.

“Musk es un ejemplo de que, cuando se fetichiza a las empresas emergentes tecnológicas y a sus líderes, a la postre ese liderazgo puede tomar malas decisiones”, opinó en un correo electrónico Patrick McQuown, director ejecutivo de emprendimiento en la Universidad de Towson, en Maryland. “Para mí, la insistencia en el acero inoxidable es una manifestación de su creencia en torno a que tiene una comprensión única del mercado y que el mercado comprará cualquier cosa que ofrezca porque viene de la mente de Elon Musk”.

El acero inoxidable cuesta más que el acero utilizado en la mayoría de los automóviles porque contiene cromo y a menudo otros ingredientes, como el níquel y el molibdeno, los cuales son muy demandados. Debido a la tendencia del acero inoxidable a recuperar su forma original, no se puede acuñar en una salpicadera ni en otras piezas con la misma facilidad que el acero más maleable que usan la mayoría de las automotrices. También requiere técnicas especiales de soldadura.

Es probable que estos desafíos ayuden a explicar por qué la Cybertruck lleva dos años de retraso en su fabricación, la cual Tesla planea producir en su fábrica de Austin, Texas.

“Tesla cree que puede resolver cualquier problema y que no tiene que aprender de nadie más, pero luego queda atrapada en una esquina”, comentó Raj Rajkumar, profesor de Ingeniería en la Universidad Carnegie Mellon.

Tesla declaró en un informe de resultados el mes pasado que iba a empezar a producir la Cybertruck antes de finales de este año. Sin embargo, Musk matizó esa afirmación durante una conferencia telefónica con analistas e inversionistas, cuando mencionó que la empresa no empezaría a fabricar el vehículo en grandes cantidades sino hasta 2024. Cuando Tesla presentó la Cybertruck, dijo que el vehículo saldría a la venta en 2021.

El vehículo “no será un contribuyente significativo del balance” en 2023, comentó Musk, “pero lo será el próximo año”.

Los retrasos de Tesla permitieron a las automotrices tradicionales abalanzarse sobre el mercado con ‘pickups’ eléctricas y dejar a Tesla sin nada que ofrecer a la gran cantidad de estadounidenses que prefieren ese tipo de camionetas a los autos o los vehículos utilitarios deportivos.

Los compradores claman por camionetas eléctricas. Ford dejó de aceptar el apartado de su F-150 Lightning, una versión impulsada por batería del vehículo más vendido, porque no puede fabricarlos con la rapidez suficiente. Rivian, una empresa de vehículos eléctricos más nueva, también tiene dificultades para producir suficientes de sus ‘pickups’, la R1T, a fin de satisfacer la demanda.

La división GMC de GM vende una ‘pickup’ Hummer, pero en cantidades relativamente pequeñas. Y se espera que Chevrolet empiece a entregar una Silverado eléctrica este año. Ram ha declarado que lanzará una camioneta 1500 impulsada por batería el próximo año.

“Ha desaparecido por completo la ventaja que pudo haber aprovechado Tesla de ser la primera en actuar”, afirma Rajkumar. “Es una inmensa oportunidad perdida”.

Tesla casi no ha compartido ningún detalle en torno a cómo superará los desafíos de trabajar con acero inoxidable, entre los que se incluye la seguridad. El acero utilizado en la mayoría de los autos está diseñado para arrugarse en caso de choque, pues así absorbe energía y protege a los pasajeros. El acero inoxidable no se arruga con tanta facilidad, lo cual expone a los pasajeros a una mayor fuerza del impacto.

La carrocería de la Cybertruck no tiene las curvas típicas de la mayoría de los vehículos, sino que consiste en paneles planos de acero que, según los expertos, es probable que se corten con láser y luego se suelden, lo cual elimina la necesidad de potentes máquinas de acuñado.

“En términos generales, el concepto podría tener sentido”, opinó Kip Findley, profesor de Ingeniería Metalúrgica y de Materiales en la Escuela de Minas de Colorado, quien ha investigado el acero avanzado para vehículos. “Esto está impulsando el desarrollo del acero y haciendo que la gente piense en el acero de otra manera, lo cual es bueno”.

“Pero hay algunas preguntas sin resolver”, agregó Findley. Por ejemplo, cómo los dueños van a reparar los daños que sufra la carrocería de la Cybertruck, a la cual Tesla se refiere como “exoesqueleto”. El acero inoxidable se abolla con menor facilidad que el acero convencional de las carrocerías, pero una vez que se daña es más difícil volver a darle forma.

Al menos, la Cybertruck destacará en un campo abarrotado.

Las carrocerías de acero inoxidable “sin duda son posibles”, comentó Wei Xiong, profesor titular de Metalurgia y Diseño de Materiales en la Universidad de Pittsburgh, quien hizo notar que el diseño asistido por computadora les permite a los investigadores desarrollar materiales de alto rendimiento mucho más rápido que hace unos años. “Puedo entender por qué Musk quiere tomar ese rumbo”.

c.2023 The New York Times Company