Cambistas de dólares en mercado no oficial en Argentina se preparan para la incertidumbre

Por Alexander Villegas

BUENOS AIRES, 20 nov (Reuters) - En el centro de Buenos Aires, un pequeño grupo de vendedores de dólares en el mercado paralelo, conocidos como "arbolitos", anuncian a voz en cuello sus negocios del lunes, un día después de que un outsider libertario que prometió dolarizar la economía ganara las elecciones presidenciales.

El comercio de dólares, de larga data pero ilegal, se ha convertido en centro de atención en medio del ascenso del economista ultraliberal Javier Milei, en un país donde la mayoría de la gente tiene poca fe en el golpeado peso local en medio de una inflación de tres dígitos y una rápida depreciación.

Los estrictos controles de capital sobre el comercio oficial de divisas limitan el acceso formal a los dólares y han generado una amplia gama de tipos de cambio paralelos en los que los dólares se negocian con una diferencia enorme, más de 900 pesos por dólar frente a 350 al tipo de cambio oficial.

El lunes, las calles estaban más tranquilas de lo normal debido a un feriado bancario local y con los ciudadanos recuperándose del shock electoral, pero los "arbolitos" vendían dólares a entre 920 y 950 pesos por billete verde, en similares valores al viernes pasado.

Marcelo, un cambista que pidió ser identificado sólo por su nombre, dijo que con su grupo estaba vendiendo dólares a 920, por debajo del precio de 950 que cobraron el viernes, señalando que el peso ganaba valor en los criptomercados, los únicos que cotizaban.

El vendedor espera más fortaleza el martes y cree que el peso alcanzará los 870 ú 860 por dólar, una apuesta arriesgada mientras una mayoría de analistas espera que la victoria de Milei presione la moneda.

Nicolás, un vendedor más joven que vive a unas cuadras de distancia, estima que el peso se mantendrá estable hasta que Milei asuma el poder en diciembre.

Sin embargo, muchos dijeron que no tenían idea de lo que ocurrirá el martes cuando los mercados reabran, ya que el peso se ha desplomado rápidamente este año en todos los mercados y se espera una devaluación en las próximas semanas después de un fuerte reajuste en agosto.

Para algunos, la incertidumbre viene de la mano de la esperanza de que las ambiciones de Milei, incluida la dolarización de la economía argentina y el cierre del Banco Central, traerían más estabilidad financiera a un país cuya pobreza ha superado el 40% este año.

"Yo quiero tener dólares", dijo Milka Car, de 24 años, una estudiante universitaria que también trabaja como cambista en Buenos Aires. "Dependemos de una dádiva de un turista como si fuera un zoológico. Hay muchos jóvenes que no tienen oportunidad de trabajar", añadió.

Incluso si la dolarización le quitara su trabajo en el comercio cambiario, Car espera que le brinde mejores salarios y oportunidades en otros lugares. Además de estudiar y vender dólares, trabaja en una tienda de joyería, enseña matemáticas y hace diseño gráfico y web.

Añadió que había votado por Milei y celebró su victoria anoche con esperanza sobre la economía, aunque está preocupada por sus planes de recortar la educación pública.

"Es difícil y es casi imposible para un argentino construirse a sí mismo y llegar a algún lado", dijo Car.

(Reporte de Alexander Villegas; edición de Adam Jourdan)