El calor, un peligro para trabajadores agrícolas de Stanislaus y la región del Valle

Este artículo forma parte de una serie del Modesto Bee sobre los efectos del cambio climático en el condado de Stanislaus.

El estrés por calor que sufren los trabajadores agrícolas empeora a medida que el clima se calienta en el condado de Stanislaus y otras partes del valle de San Joaquín.

A medida que las temperaturas medias aumentaban y las olas de calor y la sequía azotaban el estado, los reportes de enfermedades laborales relacionadas con el calor se triplicaron en California en los últimos 20 años. Bomberos, policías y trabajadores agrícolas sufrieron las tasas más altas de enfermedades como agotamiento por calor e insolación, según el informe del año pasado de la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de la CalEPA.

Para 2065, se espera que el cambio climático global exponga a los trabajadores agrícolas del Valle a peligrosas temperaturas vespertinas cuatro veces más que en la actualidad si no se hace nada para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Un trabajador agrícola del área de Fresno murió en agosto tras trabajar a temperaturas de tres dígitos en medio de una ola de calor que provocó una alerta de peligro de Cal/OSHA. Aunque el forense del condado de Fresno dijo que el trabajador de 59 años murió de una enfermedad cardiaca, se sabe que los trabajadores agrícolas perecen de enfermedades relacionadas con el calor 20 veces más a menudo que las personas en otras ocupaciones.

En julio, la United Farm Workers Foundation pidió al Departamento de Trabajo y a la OSHA (Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo) que establecieran estándares nacionales de protección contra el calor para los trabajadores agrícolas. La fundación citó dos muertes en el trabajo en julio: un trabajador agrícola de 29 años en Florida y un trabajador de 26 años en Arizona.

“Los trabajadores agrícolas están en la línea del frente del cambio climático, ya que el calor extremo sigue exponiéndolos a más peligros”, declaró en un comunicado Diana Tellefson Torres, directora ejecutiva de la UFW Foundation. “Debemos prevenir las muertes relacionadas con el calor y podemos hacerlo estableciendo un estándar permanente sobre el calor que proporcione a los trabajadores acceso a la sombra, descansos pagados, capacitación y agua”.

Un blog de la California Climate Agriculture Network dijo el año pasado que los trabajadores agrícolas del Valle de San Joaquín pudieran enfrentar dos meses de calor insoportable –días con temperaturas superiores a los 100 grados– a medida que el dióxido de carbono, que atrapa el calor, siga calentando el planeta cerca del final del siglo.

Las olas de calor ya están asando el Valle, con áreas alrededor de Fresno y Bakersfield registrando de dos docenas a tres docenas de días a 104 grados o más en 2021, mientras que Merced tuvo más de 15 días de ese calor.

El Centro de Investigación Laboral y Comunitaria de la Universidad de California en Merced llevó a cabo una encuesta exhaustiva entre los trabajadores agrícolas y llegó a la conclusión de que las preocupaciones por el cambio climático son especialmente relevantes para las zonas agrícolas del interior de California, incluidos los valles de San Joaquín y Sacramento y el Valle Imperial. Las temperaturas en esas regiones ya pueden superar los 110 grados.

Las proyecciones para California anticipan que aumentarán las temperaturas máximas medias diarias entre 4 y 5 grados en el condado de Stanislaus y otras partes del valle de San Joaquín de aquí a 2050.

Según un investigador de la UC Merced, la agricultura del interior de California podría parecerse más a la de los estados más cálidos, como Arizona, con más énfasis en la conservación del agua, los cultivos resistentes al calor y el trabajo en el campo a primera hora del día o por la noche.

“No creo que exista la preocupación de que la agricultura abandone el estado, pero es concebible que veamos un cambio en el horario de trabajo y los cultivos que se producen”, dijo Rodrigo Alatriste-Díaz, del Centro de Investigación Laboral.

El calentamiento del Valle hace que las medidas y los estándares de seguridad destinados a proteger a los trabajadores agrícolas sean cada vez más exigentes. La encuesta realizada por la UC Merced entre 1,242 trabajadores agrícolas parece revelar un cumplimiento irregular de los estándares vigentes en California.

Lo que reveló la encuesta

En el estudio, publicado el año pasado, el 43% de los trabajadores agrícolas afirmó que su empleador nunca les proporcionó un plan de prevención de las enfermedades causadas por el calor exigido por la legislación de California. Uno de cada seis trabajadores no recibía el número obligatorio de pausas de 10 minutos para descansar.

Uno de cada seis trabajadores agrícolas afirmó que el humo de los incendios forestales dificultaba la respiración en el trabajo, y un tercio afirmó que no se les proporcionaban mascarillas respiratorias.

Muchos de los encuestados no encontraron alivio al calor estival después de las horas de trabajo diarias, ya que casi el 40% tuvo problemas para mantener frescas sus viviendas. Estos “problemas no harán sino aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor (para los trabajadores agrícolas) a medida que el cambio climático agrave las temperaturas extremas”, concluyó el estudio.

El estrés térmico es algo cotidiano para los trabajadores agrícolas, que realizan un trabajo físicamente exigente bajo la luz directa del sol y llevan capas de ropa para protegerse de los insectos, los productos químicos agrícolas y las quemaduras solares.

El estudio de la UC Merced señalaba la necesidad de elevar los estándares de salud y seguridad para la mano de obra agrícola. El estudio también recomendaba ampliar el acceso de los trabajadores agrícolas a la red de seguridad sanitaria. La mayoría de estos trabajadores, con unos ingresos promedio de $43,600 al año, viven en comunidades con pocos médicos de atención primaria y altos índices de pobreza y mortalidad infantil.

Muchos otros estudios han descrito la mala salud de los trabajadores agrícolas, que pueden podrían diabetes, hipertensión, asma, obesidad y estrés psicológico.

Otros padecimientos amenazan a los trabajadores agrícolas

El calor no es la única amenaza climática para los trabajadores que cultivan y cosechan en el Valle. Los incendios forestales, desencadenados en las condiciones de sequía prolongada, envuelven en humo el Valle de San Joaquín, creando una calidad del aire peligrosa para cualquiera que trabaje al aire libre.

Además, los estudios sugieren que la exposición a los pesticidas aumentará para los trabajadores agrícolas con el cambio climático. Los productos químicos agrícolas pierden su eficacia con temperaturas más cálidas, ya que los ingredientes activos se pierden en forma de vapor, lo que requiere una aplicación más intensa para obtener los mismos resultados.

El cambio climático también está relacionado con las condiciones meteorológicas extremas, desde sequías prolongadas hasta inundaciones inusuales, que afectarán a la producción de cultivos y empeorarán las dificultades económicas de estos trabajadores.

En un informe titulado “Farmworkers at Risk” (Trabajadores agrícolas en peligro), la Union of Concerned Scientists señaló que son esenciales políticas para proteger a los trabajadores agrícolas del calor extremo y los pesticidas. El informe de 2019 incluyó recomendaciones para que el Congreso y las agencias federales garanticen los derechos de los trabajadores agrícolas a descansos, sombra y agua suficiente.

El grupo de investigación, que combina ciencia y activismo, también dijo que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) debería trabajar con otras dependencias federales para desarrollar y mejorar sistemas que alerten a los agricultores y trabajadores sobre condiciones de calor peligrosas.

Además, los responsables políticos federales y estatales deberían emprender acciones para combatir el cambio climático y reducir drásticamente las emisiones que atrapan el calor y calientan el planeta.

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