Calor extremo costó a CA casi $8,000 millones en la última década: nuevo reporte

Las consecuencias humanas y económicas del calor extremo en California son graves y van en aumento, concluyó un reporte del Departamento de Seguros del estado.

El análisis divulgado a finales del mes pasado calculaba que el calor extremo costó al estado $7,700 millones en la última década, sobre todo en respuestas sanitarias de emergencia, pero también en pérdida de productividad, trastornos en la industria y daños en la infraestructura.

El reporte calculaba que casi 460 personas murieron por estos episodios de calor, una cifra que supera en 312 el número de muertos registrado por Cal Fire en los 20 incendios más letales del estado.

Mientras California se recupera de la ola de calor del Cuatro de Julio y de unas temperaturas que han batido récords mundiales, el reporte del Departamento de Seguros pretendía dotar a los gobiernos estatales y locales de datos y recomendaciones políticas para abordar mejor el problema.

“Los problemas que plantea el calor extremo ya no son una preocupación lejana”, dijo Ricardo Lara, comisionado de Seguros, en una declaración en la que daba a conocer el reporte. “Son una amenaza creciente para nuestra salud, infraestructura, economía y bienestar general”.

El reporte definió los eventos de calor extremo como periodos de temperaturas excesivamente altas que duraron al menos siete días entre 2013 y 2022. Los investigadores seleccionaron siete eventos que cubrían una franja diversa de la geografía y la población del estado.

Los episodios de calor extremo en California se han vuelto más frecuentes y prolongados en las últimas décadas, concluyó el reporte. Las poblaciones vulnerables, como los ancianos y las comunidades de bajos ingresos, enfrentan el mayor riesgo de enfermedades y mortalidad relacionadas con el calor.

Las tasas de mortalidad por calor extremo se duplicaron en algunos casos entre la población afroamericana, nativa americana y blanca con bajos ingresos, según el reporte.

Pero las pérdidas económicas son generalizadas, con importantes repercusiones en los sectores agrícola, manufacturero y energético del estado. Según el reporte, solo los cortes de electricidad documentados provocaron daños estimados en $580 millones.

Para llegar a estas estimaciones, los investigadores evaluaron el impacto económico de las olas de calor extremo y lo compararon con otras investigaciones revisadas por expertos que miden el impacto del calor en la salud y la industria. No intentaron medir directamente los costos.

Según el reporte, una sola ola de calor extremo causó unos $2,200 millones en costos sanitarios, 2,132 hospitalizaciones y la muerte prematura de 200 personas. La mayoría de los afectados están cubiertos por Medicare.

El doctor David Terca, jefe adjunto del servicio de urgencias de Kaiser Permanente en Sacramento, recuerda vívidamente una ola de calor que azotó California en 2021 por su impacto visible en urgencias.

“Cuando se trata de una ola de calor prolongada y de más de 100 grados, definitivamente vemos aumentos en los pacientes con enfermedades agudas, agotamiento por calor e insolación”, dijo. “No hay duda”.

Terca dice que le preocupa la creciente dependencia de los californianos del aire acondicionado, un aparato que funciona con gas y que se convierte en una herramienta de supervivencia durante el calor extremo, pero que no hace sino agravar el cambio climático provocado por el hombre debido a las emisiones de carbono resultantes.

El calor extremo es ya parte habitual de la vida en California, lamentó.

El reporte estatal era obligatorio en virtud de una ley de 2022 que pretendía implantar un sistema de clasificación de los episodios de calor extremo. Conocido como CalHeatScore, está previsto que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) del estado introduzca el sistema el año que viene.

Entre otras acciones, el reporte recomendaba a las dependencias estatales y locales ampliar la inversión en mecanismos de seguimiento y planificación para los desastres provocados por el calor e incentivar a las empresas para que reduzcan las enfermedades y lesiones de los trabajadores relacionadas con el calor.

El reporte sugiere que se implementen planes de acción contra el calor a escala estatal y local, y que se adopten medidas para aumentar el acceso a árboles y espacios verdes. En California, algunas medidas normativas y legislativas recientes ya intentan hacer frente al calor extremo.

La Junta de Normas de Seguridad y Salud en el Trabajo del estado aprobó una nueva norma que obliga a los empresarios en sectores como almacenes y restaurantes a proteger a los trabajadores contra el calor. A nivel federal, las directrices propuestas por la OSHA también protegerían a los trabajadores.

Pero los programas para combatir el calor extremo sufrieron recortes presupuestarios de al menos $100 millones en el presupuesto estatal de este año, incluidas iniciativas locales para planes de acción contra el calor, ampliación de espacios verdes y programas de educación pública. Una medida de bonos climáticos propuesta para la boleta de noviembre pretende conseguir cientos de millones para cubrir esos déficits.