En la calle no puedo generar violencia, pero en el ring de Bare Knuckle soy libre. El credo del Zambo de Cuba
Si quieres ver adrenalina en lo más alto, si deseas comprobar lo que es la brutalidad en un deporte de combate, no dejes de venir a verme este viernes.
Así es como Leonardo “El Zambo’’ Perdomo invita a sus seguidores para que asistan a esta velada de boxeo a mano limpia que tendrá lugar en el Hard Rock Live del Casino Seminole en Hollywood, Fort Lauderdale.
Perdomo es parte de un trío de peleadores cubanos, junto a Bryan Durán y Alberto Blás, que estarán presentes en el evento BKFC 57, donde el legendario Luis Palomino defenderá su faja de las 165 libras ante el ex campeón mundial de boxeo Austin Trout.
Un peleador de alto techo en el sistema deportivo cubano, Perdomo decidió salir del país a probar suerte, pero cuando supo que existía una forma de pelear con los nudillos al descubierto supo que había encontrado el vehículo perfecto para canalizar esa sed de violencia que a veces le invadía.
Este 2 de febrero será la oportunidad perfecta para ver al Zambo en acción.
¿Cómo llegas a los deportes de combate?
“Mi historia comienza en Cuba, en Cienfuegos, en la academia de boxeo. Empecé con viejos amigos como Orestes Velázquez, Robeisy Ramírez. Así que esa trayectoria viene desde ahí. Yo era más joven que ellos, pero entrenábamos juntos. Estuve en el equipo nacional cubano y ahora estoy en Miami con la oportunidad de pelear Bare Knuckle’’.
Pero muchos boxeadores no quieren hacer Bare Knuckle.
“Si explico los motivos reales por los cuales elegí hacer Bare Knucle me van a tomar por loco. Yo vivo de esto. Estar arriba del ring es lo mío. Yo lo vivo. Disfruto la adrenalina, la competitividad, la rivalidad. Eso es lo que me llena a mí como peleador’’.
Tiene que haber algo más.
“En el boxeo me pesan los guantes. El Bare Knuckle te da la oportunidad de liberar tu mente porque vas a chocar contra el puño limpio. El golpe es más real. Eso es lo más cercano a lo que soy yo, a como vivo yo. Si alguien me falta el respeto en la calle no puedo generar violencia, pero en el ring es libre. Canalizo todo eso y lo enfoco ahí’’. .
Ya tienes dos victorias en BKFC, ¿qué significaría esta?
“Esta pelea para mí significa mucho. No me preocupo por conocer a mi rival, pero un triunfo este 2 de febrero sería como el escalón que me falta para poder discutir el cinturón en la división pesada de la empresa. Así que no voy a fallar en esta cita’’.
Cuba nunca ha tenido un campeón pesado en boxeo profesional.
“Lo va a tener en Lenier Peró. Y yo voy a ser campeón pesado en BKFC. Eso es posible y puede suceder este mismo año. La directiva de BKFC sabe lo que yo traigo y lo que yo represento. Quieren saber mucho más de mí y por eso me están dando estas oportunidades’’.
¿Cómo llegas a Estados Unidos?
“Llegué hace un año y cuatro meses de una forma inexplicable. Salí de Cuba rumbo a Costa Rica en busca de trabajo, pero cuando llegué a Nicaragua me contaron que la cosa no era como yo pensaba. Con el poco dinero que tenía subí para México. Las cosas fueron difíciles, pero finalmente lo logré llegar’’.
Y en Estados Unidos, ¿cómo das con Pedro Roque?
“Me lo presenta mi amigo Lenier que ya estaba aquí en Miami. El profesor había regresado de Azerbaiján y empezamos a trabajar. Abrió un gimnasio nuevo y estoy depositando la confianza en él. Quiero ser campeón del mundo y para mí sería un paso más. Ser campeón no es el límite, sino mantenerme y estar abierto a nuevas oportunidades’’.