Caen impactantes rayos sobre el volcán Acatenango, en Guatemala

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 18 (EL UNIVERSAL).- Esta semana fue difundido por medio de redes sociales un video donde se observa la caída de peculiares rayos sobre el volcán Acatenango, en Guatemala.

Las imágenes llamaron la atención de los testigos en internet debido a que el suceso observado en el cielo parece sacado de una película de ficción, debido a un fenómeno bautizado como "tormenta volcánica" o "tormenta sucia", el cual consiste en la producción de relámpagos en una nube volcánica.

Una de las causas por las cuales pudo haber tenido un gran alcance el video que muestra los misteriosos rayos caídos sobre el estratovolcán también conocido como "Tres Hermanas", tiene que ver con que se tiene registro de que los "relámpagos volcánicos" únicamente acontecen durante una erupción volcánica o momentos después de ella.

El último registro de erupción del volcán, ubicado en Chimaltenango, fue en diciembre de 1972, por lo que en teoría existe una baja probabilidad de que sucedan apariciones como las recientemente viralizadas en redes.

Sin embargo, de acuerdo con las declaraciones dadas al diario guatemalteco Prensa Libre por el experto en Ciencias Físicas Paris Rivera, adscrito al Servicio Meteorológico de Guatemala (SMG), las partículas del material volcánico en movimiento fueron la causa de la observación del fenómeno, debido a la generación de corrientes estáticas, sumadas a las condiciones atmosféricas.

De acuerdo con el científico, egresado de la Universidad Mariano Gálvez, la temporada de tormentas puede ser un factor para que este espectáculo natural se dé, sin necesidad de haber sucedido una erupción reciente, gracias a la conjunción de humedad, partículas hielo y las nubes sobre el volcán.

Se tiene registro, a partir de fotografías de Carlos Gutiérrez, que en 2008 pudieron observarse tormentas volcánicas debido a la erupción del volcán Chaitén, en Chile.

Igualmente se ha registrado este fenómeno en Indonesia, en el Monte Rinjani; en el monte Augustine, en Alaska; y en 2010, en el volcán islandés Eyjafjallajökull.