Cacomixtle y borregos, entre los envenenados en Almoloya de Juárez

TOLUCA, Méx., junio 1 (EL UNIVERSAL).- Con aceite, leche y todo tipo de mejunjes trataron de rescatar la vida de algunos de sus perros los vecinos de la comunidad de San Francisco Tlalcilalcalpan, en Almoloya de Juárez.

La señora Rosa Toledo aclaró que de las 15 víctimas de un presunto envenenamiento el domingo pasado, ninguno era callejero y el veneno también cobró la vida de un cacomixtle, aves y borregos de la zona.

En esta comunidad, la presencia de perros es inminente, en cada casa hay más de dos, pues los vecinos comentaron que son sus fieles guardianes, toda vez que la localidad es insegura y los canes son los encargados de alertar cuando hay riesgos y ayudarlos cuando en todo momento. "Si ven todas estas casas tienen perros, cuando ellos ven que alguien se acerca y es desconocido, ladran y hasta que sale uno a ver quién anda merodeando las casas, porque de cualquier manera puede que nos busquen, que sea un familiar, pero ellos vigilan, no eran agresivos, ellos nos daban aviso", comentó.

La señora Rosa es dueña de "Yogui", "Chewbacca" y la "Gorda", los tres murieron envenenados. Detalló que el domingo entre 15:00 y 16:00 horas vieron que uno de sus perros sacaba baba y convulsionaba, de inmediato intuyeron que había tragado veneno, le dio aceite y leche para tratar de salvarlo, pero "su muerte fue tan rápida que en menos de 5 minutos, ya habían fallecido".

Contó que mientras trataban de salvar a uno, vieron que otra perra había saltado la barda, pero también había comido carne dispersa en el predio, era pollo rostizado y huesos, si bien trataron de salvarle la vida, de manera inmediata falleció. Para el lunes, cerca de las 07:00 de la mañana en la parte trasera de su casa había más canes muertos, por lo que fueron con sus dueños para informarles lo ocurrido.

A todos sus canes los enterraron en casa, como lo hizo cada propietario, aunque las autoridades municipales y de la Fiscalía General de Justicia mexiquense querían ver a los animales, para hacer la investigación. "Mi nieto fue el que mandó los escritos al ayuntamiento y la denuncia ante la Procuraduría de Protección al Ambiente estatal (Propaem).

"Hasta ahora no sabemos quién pudo ser el responsable, es de cobardes hacer eso. Cómo es posible que hayan hecho eso, todavía se dieron a la tarea de comprar el pollo rostizado, envenenar las piezas y venir a tirarlo acá, pero pienso que algo más le echaron porque se ven gotitas como si fueran de agua, pero no es eso", comentó la señora.

Derivado de estos hechos, dijo que pidieron ayuda a las autoridades, pero en principio no les respondieron el teléfono, cuando lo hicieron, comentaron que le toca a la Fiscalía de Justicia; sin embargo, el municipio no realizó una limpieza del terreno por ser privado, aún con la alerta sobre el riesgo que implica el veneno para la gente.