De caño, sin mirar, alley-oop: un festival de asistencias de Facundo Campazzo ante Atlanta Hawks… y carita de “¿qué tal?”

Danilo Gallinari le dejó un espacio y, después de un amague de pase, Facundo Campazzo lanza alto; será su único triple de una noche que tuvo muchísimo lucimiento del argentino en la victoria de Denver Nuggets como visitante de Atlanta Hawks en la NBA.
ADAM HAGY

“¡Oh! ¡Un hermoso pase de pique! El Mago Facu Campazzo, de Córdoba, Argentina”.

Chris Marlowe no cabía en sí para elogiar al 7 de Denver Nuggets. El relator de la campaña del equipo de Colorado en la NBA erupcionó después de la enésima maravilla del base en el triunfo sobre Atlanta Hawks, como visitante, por 133 a 115. La noche en que volvió en pleno ese “magician”.

Campazzo no está recuperando la confianza. Ya la tiene toda. Ya está encendido. Oficialmente encendido, como lo dejó en claro este viernes, dando unos de sus shows. ¿Que hizo escasos 7 puntos? Lo suyo casi nunca fue anotar. Lo suyo es construir juego, asistir, robar pelotas, entregar todo, contagiar, sorprender. Y en apenas 19 minutos de acción, que fueron menos que los que venían siendo porque Denver liquidó temprano el entredicho, armó un festival de asistencias: de caño, sin mirar, alley-oop...

Aciertos de Campazzo vs. Atlanta

Los pases-gol fueron el núcleo de un espectáculo personal más completo, que incluyó lindos dobles, varios robos, corridas en contraataque, rebotes, un buen triple. Empezó con un lucido doble: Campazzo penetró, frenó cerca del aro, amagó a pasar la pelota y sorprendió con un tiro volado. Al volver, puso cara de “¿qué tal?”. El cordobés siempre fue carismático. Su juego lo es.

Después, el triple, muy alto para que Danilo Gallinari (ex jugador de Nuggets) no lo tapara. Al rato, un robo, contraataque y un estupendo pase-gol con marca encima para que Vlatko Cancar –otro que gana participación– convirtiera a la carrera. Todo, hecho a mil, a lo Campazzo. Después, un rebote, corrida muy rápida y bandeja volada ante un rival, John Collins, que le lleva 27 centímetros de estatura. Seguía disfrutando el argentino: de ese doble volvió a la defensa con una sonrisa...

También estaban haciéndolo Marlowe y su comentarista, que dijo: “Se ha convertido en uno de los mejores bases suplentes en la NBA. Empezó a lanzar un poco mejor y ha recuperado la confianza. Y cómo está jugando, tan rápido”. Ese progreso quedó claro en una placa televisiva, titulada “Facuuuu en esta temporada”. ¿Qué registraba? Que en sus primeros 14 partidos de la campaña Campazzo promedió 3,6 puntos, 1,7 asistencias y 14,6 minutos con 37% de efectividad en dobles más triples, y en los siguientes 13 registró 8,9 tantos, 4,5 pases-gol y 26,3 minutos, con 40,9% en dobles más triples. Elocuente.

Campazzo no sólo maravilla con sus asistencias; impacta con la velocidad a la defiende y contraataca, con la energía que le destacan el entrenador Michael Malone y los periodistas de Estados Unidos.
ADAM HAGY


Campazzo no sólo maravilla con sus asistencias; impacta con la velocidad a la defiende y contraataca, con la energía que le destacan el entrenador Michael Malone y los periodistas de Estados Unidos. (ADAM HAGY/)

Y continuó la función. A Gallinari lo había pasado por arriba con aquel triple y luego le tocó por abajo: Facundo le hizo un caño y habilitó así a Jeff Green, que anotó cerca del aro. Fue el tercer túnel en los últimos dos encuentros: hace un par de días el cordobés le había hecho dos a Karl-Anthony Towns, estrella de Minnesota Timberwolves y de la NBA.

Ya en la segunda mitad se despachó con un inesperado alley-oop (pase largo para volcada) con Aaron Gordon. Y en el cierre del tercer cuarto, la jugada que enloqueció a los periodistas. Facu recibió un saque lateral, movió el balón, los compañeros no encontraron huecos y descargaron en él. El base llevó la pelota de un lado a otro con Atlanta muy cerrado en defensa y con los receptores tapados, hasta que halló la hendija para filtrar la bola con un pique hacia Cancar, que no tuvo oposición. Casi debajo del cesto y solo, el esloveno hizo una bandeja fácil, el relator Marlowe alucinó y su compañero emitió una risa de placer por la acción del “Mago” argentino.

Compacto de Atlanta 115 vs. Denver 133

Y hubo más. Al joven Kevin Kuerter le quitó la pelota de las manos Facundo como un caramelo a un niño, contragolpeó a alta velocidad y mirando a Cancar entregó el balón al novato Bones Hyland (21 tantos), dejando impotente una vez más a Gallinari.

En síntesis, Campazzo terminó otra vez con 8 asistencias (su récord personal en la temporada, por tercera vez), 3 rebotes, 3 robos y alta eficiencia en pocos lanzamientos (2 de 3 en dobles, 1 de 2 en triples) y 1 pérdida, en aquellos 19 minutos. Y más allá de los buenos números, mucha fantasía. La que no queda en las planillas, pero sí en las narraciones de televisión y en la memoria de los espectadores.