¿Cómo va a ser el mundo cuando los antibióticos dejen de funcionar?

Desde que en 1897 Ernest Duchesne descubriera la penicilina y Alexander Fleming le diera uso años después, hemos vivido una edad dorada para controlar infecciones y enfermedades. Los antibióticos son en buena medida responsables de que nuestra esperanza de vida se haya disparado en el último siglo. Antes de la década de 1960, las infecciones eran la principal causa de muerte de los seres humanos. Pero su uso indiscriminado está haciendo que no sean tan efectivos como lo eran antaño.

La última mala noticia en este campo viene de Estados Unidos, en donde se ha descubierto que una paciente con infección de orina causada por la ’Escherichia Coli’ no ha sido capaz de responder de manera adecuada al tratamiento con antibióticos, por lo que ya se habla a las claras de la primera bacteria resistente a este tipo de medicamentos.

Y la comunidad científica advierte que este va a ser el primero de muchos casos similares. En la actualidad la industria farmacéutica no ha sido capaz de encontrar una sustancia igual de efectiva que los antibióticos. Pero, ¿cómo será el mundo si los antibióticos dejan de funcionar por completo?

La página web IFL Science pinta un panorama de lo más desolador al respecto. Enfermedades como la legionela o las causadas por la bacteria E. coli se convertirán en auténticas plagas. Otras como la tuberculosis -prácticamente extinguida- o la neumonía -fácilmente tratable hoy en día- volverán a convertirse en poderosas asesinas como lo fueron antaño.

Pero no solo moriremos de infecciones bacterianas. Los transplantes prácticamente serán imposibles de llevar a cabo. Los medicamentos inmunosupresores, que evitan que los órganos transplantados sean rechazados por el cuerpo, dejarán de funcionar. En general, cualquier operación podrá ser mortal de necesidad, incluso algunas muy simples como la extracción de una muela, ya que si se infecta la zona, no habrá remedio para combatir las bacterias, que podrán colonizar el cuerpo sin resistencia.

Viajar en transporte público también se convertirá en un deporte de riesgo. Lo mismo que coger un avión. Cualquier ‘bichito’ en el aire podría matarnos. Lo mismo que dar la mano o pegar un abrazo. Situaciones cotidianas que se llenarán de desconfianza, por miedo a morir contagiado por una superbacteria.

Algunos biólogos han teorizado sobre el hecho de que igual que los antibióticos han dejado de funcionar, podrían volver a ser útiles si toda la Humanidad los deja de consumir. Pero este escenario solo se podría dar en miles de años, ya que las bacterias llevarían en su ADN el sistema para protegerse de los medicamentos.

Un panorama de lo más negro que solo se podría evitar si racionalizáramos mucho el uso que se hace de los antibióticos, se mejoraran las condiciones de salubridad en pueblos y ciudades y se promoviera la investigación de medicamentos alternativos para curar trastornos bacterianos.