Submarino de EEUU llega a Guantánamo un día después que flotilla rusa atracó en La Habana

Un submarino estadounidense de propulsión nuclear de ataque rápido llegó el jueves a la Bahía de Guantánamo, un día después de que una flotilla naval rusa, que también incluye un moderno submarino, llegó al puerto de La Habana como preludio a ejercicios militares rusos en el Caribe que están creando tensión en la región.

El Comando Sur de Estados Unidos, con sede en Doral, dijo en un comunicado que el USS Helena estaba en la Bahía de Guantánamo, en el este de Cuba, donde Estados Unidos tiene una base, como parte de una “visita de rutina al puerto”. El Comando Sur señaló que “la ubicación y el tránsito de la embarcación fueron planificados previamente”.

Un funcionario del Comando Sur le dijo a McClatchy que los movimientos del Helena estaban programados antes que Estados Unidos conociera de los planes de despliegue ruso. La Marina no vio “ninguna razón para alterar la actividad rutinaria previamente planificada en respuesta a la actividad rusa en la región”, dijo el funcionario.

Pero el momento y la óptica de la llegada de un submarino nuclear estadounidense a Cuba en el cuando buques de guerra rusos están en La Habana parecen enviar un enviar un mensaje de fuerza al Kremlin.

Buques de guerra de la Marina planean seguir a la flotilla naval rusa que visita la región si cruza el Caribe y navega hacia Venezuela, como se espera, dijeron dos funcionarios federales a McClatchy y el Miami Herald.

Los buques estadounidenses —tres destructores, un escampavías de la Guardia Costera y un avión de reconocimiento marítimo— han vigilado de cerca a la flota rusa en su entrada en el Hemisferio Occidental y han navegado a menos de 30 millas de la costa de la Florida en su camino hacia La Habana.

Rusia ha enviado la flota a la región para realizar ejercicios navales rutinarios, dijeron funcionarios estadounidenses. Pero la inclusión de un submarino de propulsión nuclear en el despliegue —la primera visita de este tipo desde el final de la Guerra Fría— ha llevado a la administración de Biden a desplegar una respuesta significativa.

Alrededor de las 9 a.m. del jueves, el USS Donald Cook estaba unas 30 millas náuticas al noreste del puerto de La Habana, según marinetraffic.com, un sitio que usa datos de satélite de código abierto para rastrear buques. Según sus datos, el buque de guerra estadounidense había permanecido en la zona durante las últimas horas, acercándose en ocasiones pero muy lejos de las aguas territoriales cubanas, que se extienden hasta las 12 millas náuticas. El destructor USS Truxtun fue localizado a primera hora de la mañana a menos de 60 millas náuticas de Matanzas, ciudad situada al este de La Habana.

Funcionarios cubanos y rusos han restado importancia a la visita, que las Fuerzas Armadas rusas ha calificado de “no oficial” y que ha sido ignorada casi por completo por los medios estatales cubanos. El principal diario cubano, el periódico Granma del Partido Comunista, solo informó de la llegada de la flota rusa un día después en un artículo de cinco párrafos.

El secretario de prensa del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo a reporteros el jueves que los países occidentales no deben preocuparse por la presencia de la flota rusa en el Caribe.

“Los ejercicios militares son una práctica normal en diversas regiones. También es una práctica normal para todos los Estados, especialmente para una potencia marítima tan grande como la Federación Rusa”, dijo, según la agencia oficial de noticias rusa Tass. “Realizar este tipo de visitas también es una práctica habitual. Por lo tanto, no vemos motivo de preocupación en este caso”.