"Buchonas": vida de dinero, crimen y bisturí al casarse con narcos mexicanos
México, 27 feb (EFE News).- Por su estilo y creciente influencia dentro del narcotráfico, las "buchonas", como se conoce a las mujeres de los capos de la droga en México, vuelven a estar en boca de todos tras la detención de la esposa del Chapo, Emma Coronel.
Apodada por algunos como "la Kardashian de Sinaloa", Coronel acaparó hace dos años los flashes neoyorquinos durante el juicio de Joaquín "El Chapo" Guzmán por su estilo despampanante y su religiosa asistencia a todas las audiencias con la voluntad de estar cerca de su esposo.
Detenida el pasado lunes en Virginia, esta exreina de la belleza afronta ahora una pena mínima de 10 años de cárcel y una máxima de cadena perpetua ya que Estados Unidos la acusa de "conspiración" para traficar drogas e "incentivar" las actividades del Cártel de Sinaloa que lideraba el Chapo.
LA NARCOCULTURA DE LAS "BUCHONAS"
Coronel, de 31 años y nacionalidad mexicana y estadounidense, encarna el estereotipo de las llamadas "buchonas", como popularmente se conoce en México a las esposas de los narcos que gustan de lujos y cirugías.
El término deriva de una lujosa marca de whisky que presuntamente es favorita entre narcotraficantes.
Pero también es síntoma de la cada vez mayor presencia de mujeres en el crimen organizado.
Las telenovelas las suelen retratar con joyas, caros bolsos, coches de lujo, maquillaje exagerado, uñas llamativas y ropa entallada para resaltar los atributos de estas "buchonas", muchas veces cosificadas y exhibidas como un trofeo por el narco de turno.
Toda esta propaganda narcocultural proyecta una vida de ensueño y goce del dinero en exclusivas fiestas, discotecas y bares.
"Es un ambiente jugoso por el que se meten en el crimen organizado, para tener dinero para demostrar que lo tienen", explicó este sábado a Efe Javier Oliva, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuera de toda discreción, las amantes de los capos cada vez tienen mayor presencia en redes sociales, donde presumen de lujos, operaciones estéticas e incluso armas.
La misma Emma Coronel no optó precisamente por un segundo plano, pues durante los últimos años ha estado concediendo entrevistas televisivas, siempre negando el tráfico de drogas de su marido, e incluso creó una línea de ropa basada en la figura del Chapo.
"Hacía gala de un dinero que era producto de la muerte y del delito", subrayó el experto.
Para Oliva, esta "actitud imprudente" fue la que la empujó hacia su detención, aunque no es de extrañar puesto que "la biografía de Emma Coronel te deja ver que creció en un ambiente de criminalidad", pues su padre también fue arrestado por narcotráfico.
DE "MUJERES OBJETO" A "LAS JEFAS"
Pero más allá de la vida de lujos de Coronel, la investigación en Estados Unidos la señala con un rol activo en el negocio del narcotráfico del Cártel de Sinaloa, el más grande de México, algo cada vez más habitual en las amantes de los capos.
Incluso habría intentado sobornar al sistema penitenciario mexicano para lograr una tercera huida del Chapo de la cárcel en 2016.
Según un estudio de la organización InSight Crime, con sede en Washington, las mujeres han jugado tradicionalmente un papel de "subordinación" dentro del crimen organizado, con tareas "vulnerables" como la cosecha de drogas o el transporte de estupefacientes (mulas).
En ese sentido, el Senado mexicano aprobó el año pasado una ley de amnistía para vaciar las cárceles de mujeres en situación de pobreza que fueron condenadas por tráfico de droga a pequeña escala.
No obstante, el mismo estudio apunta que algunas mujeres han aprovechado su relación con los capos para asumir liderazgos en las organizaciones. Son "buchonas" que se abrieron paso para dejar de ser mujeres objeto y convertirse en "las jefas".
"Indudablemente la captura de Emma Coronel demuestra cómo se han involucrado las mujeres, que antes no tenían ninguna participación. Hoy se han vuelto actores las mujeres, esposas, amantes e hijas", sostuvo Oliva.
Coronel no es el primer ejemplo. Enedina Arellano Félix, alias "Narcomami", asumió el mando del Cártel de Tijuana en 2002 luego del asesinato o captura de todos sus hermanos.
También tras la captura en 2014 de Héctor Beltrán Leyva, líder del Cártel Beltrán Leyva en México, su esposa Clara Elena Laborín fue la encargada de coordinar el negocio.
En su momento considerada una de las mujeres más bellas de Sinaloa fue capturada en 2016 y puesta entre rejas, dejando atrás el tiempo en que desfilaba en pasarelas.
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