Breves de espectáculos

Raúl Araiza reconoce valentía de su hija Camila

CIUDAD DE MÉXICO, julio 6 (EL UNIVERSAL).- El conductor Raúl Araiza se sinceró respecto a que su hija Camila se haya declarado parte de la comunidad LGBT+ y presentara a su novia, la modelo Camila Solórzano Arouesty.

Araiza señaló que para él no fue una sorpresa la apertura que tuvo su primogénita: "Hay que entender perfectamente bien la sensibilidad, la comprensión y el reflejo que puede haber entre dos personas, no importa el sexo", señaló el conductor.

Comentó que su hija ya había hablado del tema con él y su exesposa, Fernanda Rodríguez, de quienes siempre ha recibido apoyo incondicional. Incluso, le aconsejó que lo hiciera publicó cuando estuviera lista: "Le dije, a tu tiempo, si quieres o no quieres".

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Reviven libertad de la Zona Rosa en los años 80

CIUDAD DE MÉXICO, julio 6 (EL UNIVERSAL).- El Bar Nueve, emblemático recinto que albergó a la comunidad gay en la Zona Rosa de la Ciudad de México a fines de los años 70 y durante casi todos los 80, será uno de los personajes en la serie "Tengo que morir todas las noches", cuyas grabaciones acaban de concluir.

La producción está basada en un texto del escritor y periodista Guillermo Osorno, quien en la investigación contó la historia de Henri Donnadieu, un francés que huía de la justicia de su país y, cuando llegó a México, fundó dicho bar.

El sitio, que funcionó entre 1977 y 1989, se convirtió con el paso de los años en una sede para la contracultura y grupos artísticos alternativos.

"Se habla de este lugar maravilloso de los 80, donde se dieron cita y convivieron la cultura y las artes; fueron las primeras expresiones por los derechos de los grupos LGBT+", comenta Mónica Lozano, productora.

"Es también el momento de la aparición del sida y la represión brutal que había contra estos grupos en específico".

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La actriz María Bobadilla también denuncia a Coco Levy

CIUDAD DE MÉXICO, julio 6 (EL UNIVERSAL).- Hace cuatro años, la actriz María Bobadilla buscó una oportunidad para entrar al séptimo arte, por lo que llegó a Videocine.

Un compañero le dijo que pasara con Coco Levy, el director de producción, quien era el que veía a todas las actrices.

Bobadilla, emocionada, le habló a su profesor de teatro.

"Y me dice: 'ya he escuchado acerca de Coco Levy y la verdad ten cuidado, ese cuate tiene mala fama, toma tus precauciones'".

Al final, con las ganas juveniles de querer hacer carrera, dice que acudió a la oficina de Levy.

"Durante dos horas estuvo hablándome de la industria del cine, haciendo comparativos con el infierno; me preguntó varias veces si estaba preparada para entrar y si sabía todo lo que me iba a costar, que me tenía que convertir en un demonio, salirme de mi zona de confort y explorar mi sexualidad, literalmente", narra Bobadilla.