Brett Goldstein se enfrenta a la vida después de ‘Ted Lasso’

Brett Goldstein en Los Ángeles, el 1.º de marzo de 2023. (Magdalena Wosinska/The New York Times)
Brett Goldstein en Los Ángeles, el 1.º de marzo de 2023. (Magdalena Wosinska/The New York Times)

LONDRES — Tras unos cuantos minutos de tomar un café la primavera pasada, Brett Goldstein quiso enseñarme algo en su celular.

Me incliné y vi a unos titiriteros sentados en monopatines mientras se escondían detrás de una mesa, revolcándose unos contra otros en aparente felicidad mientras sus manos animaban una maraña de gatos de fieltro sobre sus cabezas. Para Goldstein, eso representaba una especie de ideal creativo, la expresión más pura de diversión, oficio y alegría desenfrenada que cualquier ser humano puede encontrar.

“Imagina que este es tu trabajo de verdad”, dice, con sus impresionantes cejas levantadas en señal de asombro.

Goldstein grabó ese video entre bastidores durante su estancia como estrella invitada en “Barrio Sésamo”, una experiencia que este actor y guionista cómico, ganador de un Emmy y protagonista de Marvel, sigue describiendo como el mejor día de su vida.

El video es indiscutiblemente encantador, pero Goldstein apenas tiene que imaginarse un trabajo así. Como estrella revelación de “Ted Lasso”, la exitosa comedia sobre un atormentado pero alegre entrenador estadounidense que gana corazones, mentes y uno que otro partido de fútbol en Inglaterra, Goldstein forma parte de un elenco que aporta tanta camaradería, optimismo y calidez al plató como el propio Ted, interpretado por el cerebro de la serie, Jason Sudeikis.

“Me sentiré absolutamente desolado cuando termine”, comentó Goldstein el año pasado. “Creo que todos lo estaremos”.

Brett Goldstein en Los Ángeles, el 1.º de marzo de 2023. (Magdalena Wosinska/The New York Times)
Brett Goldstein en Los Ángeles, el 1.º de marzo de 2023. (Magdalena Wosinska/The New York Times)

Y ahora ha terminado. O quizá no. Lo seguro es que la nueva temporada de “Ted Lasso”, que empieza el miércoles, concluirá la historia de tres actos que los creadores concibieron al principio y no hay planes para más. Si llegaran más historias del Lassoverse y cómo, es cosa de Sudeikis, que me dijo que ni siquiera había empezado a reflexionar sobre esas cosas. “Ha sido un maravilloso trabajo de amor, pero un trabajo al fin y al cabo”, aseguró.

Así que, aunque la nueva temporada no sea el fin, representa un final, que afectó mucho a Goldstein. En una videollamada el mes pasado, confirmó que durante el rodaje del final, en noviembre, se escabullía una y otra vez para “echarse a llorar”.

Pero aunque “Lasso” se haya acabado para siempre, también es indiscutible que Goldstein lo ha aprovechado al máximo. Lo más probable es que nunca hubieras oído hablar de él hace tres años, cuando era un actor novel que trabajaba en un programa de televisión basado en una promoción de NBC Sports para un servicio, Apple TV+, que poca gente tenía. (La humanidad tenía muchas otras cosas en las que pensar en marzo de 2020).

Sin embargo, las cosas han ido muy deprisa para él desde que “Ted Lasso” se convirtió en la historia preeminente de la era de la transmisión en continuo, tanto en su forma —pues es una historia deportiva sobre la importancia de la bondad— como en su función, ya que se trata de un éxito sorpresa y un impulso a la carrera de un grupo de actores adorables y hasta entonces desconocidos que han acumulado catorce nominaciones a los Premios Emmy por sus interpretaciones.

Ninguno de ellos ha convertido “Ted Lasso” en un trampolín como Goldstein. Su Roy Kent, un jugador retirado, rudo y floridamente profano, convertido en entrenador, fue un favorito inmediato de los fanes, y Goldstein ganó dos Premios Emmys al mejor actor secundario de comedia en ambas temporadas. También fue uno de los guionistas de la serie, lo que le valió una nueva serie: “Terapia sin filtro”, una comedia sobre el dolor y la amistad. Goldstein la ha desarrollado con Bill Lawrence, otro creador de “Ted Lasso”, y Jason Segel, que la protagoniza junto con Harrison Ford. (Es el primer papel regular de Ford en una comedia televisiva).

Gracias a “Terapia sin filtro”, que se estrenó en enero y acaba de ser renovada por otra temporada, es posible que se haya encontrado con Goldstein en “Late Night With Stephen Colbert”, “The Today Show”, “CBS Saturday Morning” o alguno que otro pódcast.

Gracias a su sorprendente debut como Hércules —¡Hércules!— en una escena poscréditos de la superproducción de Marvel de 2022 “Thor: Amor y Trueno”, pronto lo veremos por todas partes.

Nada de esto había salido a la luz cuando nos conocimos el año pasado. Por aquel entonces, aún se esforzaba por entender cómo “Ted Lasso” había cambiado su vida tras dos décadas de trabajo en la oscuridad comparativa en las trincheras del teatro y la comedia de Londres. Cualesquiera que fueran las molestias de perder el anonimato, señaló, fueron compensadas con creces por los beneficios: la visita a “Barrio Sésamo”, la oportunidad de trabajar con un héroe de la infancia como Ford, la oportunidad de trabajar en “Ted Lasso”.

“Estaría encantado de trabajar 25 años más”, afirmó, pero eso no está en sus manos.

Lo que Goldstein sí puede controlar es lo que hace con sus nuevas oportunidades hollywoodienses, que actualmente incluyen la segunda temporada de “Terapia sin filtro”, otros conceptos televisivos en desarrollo y lo que surja de todo el asunto de Hércules. (Ya domina el superpoder característico de Marvel: no hacer comentarios).

No importa cuánto tiempo permanezca abierta esa ventana de oportunidades, él sigue persiguiendo la misma cosa sencilla: una versión ligeramente más tosca de lo que captó en aquel video de “Barrio Sésamo”.

“Se trata de un grupo de personas adultas que se divierten como nunca haciéndose los tontos, pero que también crean algo significativo”, explicó Goldstein. “Y es algo muy alegre”.

Bueno, una versión bastante más burda. Pero para entender por qué, ayuda saber un poco cómo llegó hasta aquí.

‘Me identifico mucho con el enojo’.

Goldstein, de 42 años, creció en Sutton, Inglaterra, como un loco por el fútbol —su padre es fanático del Tottenham Hotspur— que se obsesionó igualmente con la interpretación y el cine, pasando horas de niño recreando las acrobacias de Indiana Jones en el jardín de su casa.

De manera improbable, todo lo anterior contribuyó a su situación actual: su afición a la interpretación y al fútbol lo llevó a “Ted Lasso”, y ahora está escribiendo frases para el mismísimo Indiana Jones en “Terapia sin filtro”, frases que Ford dice mientras interpreta a un personaje inspirado en el padre de Goldstein.

Pero Goldstein ha tardado varias décadas en llegar a una posición tan elevada. Tras una infancia en la que actuó en pequeñas obras de teatro y en sus propios cortos de terror, estudió Cine y Literatura en la Universidad de Warwick. Siguió escribiendo y actuando en la universidad y más allá, en cortometrajes y “montones de obras en el Fringe de Edimburgo y fuera, fuera, fuera, fuera del West End”, relató. Un cortometraje llamado “SuperBob”, sobre un melancólico superhéroe de baja fidelidad interpretado por un imberbe Goldstein, acabó dando lugar a un largometraje de culto con el mismo nombre.

Y lo que es más importante, llamó la atención del director de casting de “Derek” (2012-14), la comedia sensiblera de Ricky Gervais sobre un simplón bondadoso (interpretado por Gervais) que trabaja en un asilo de ancianos. Goldstein interpretaba a un novio simpático. “Ese fue mi primer trabajo de televisión propiamente dicho y luego, fue un poco más fácil”, dijo.

Por el camino probó los monólogos de comedia y se convirtió en una obsesión permanente; incluso ahora intenta actuar varias noches a la semana. “Siempre ha sido el tío guapo y sexi en los círculos cómicos más reducidos”, afirmó Phil Dunster, que interpreta a la prima donna reformada Jamie Tartt en “Ted Lasso” y que conoció a Goldstein hace aproximadamente una década, cuando actuó en una de sus obras. (Dunster recuerda haberse sentido deslumbrado e intimidado por sus cejas).

En algún momento, un fan de los monólogos de Goldstein se lo mencionó a Lawrence, creador de éxitos de la cadena como “Spin City” y “Scrubs”, que probó a Goldstein en un piloto fallido y quedó lo suficientemente impresionado como para darle un papel en su propia nueva comedia en 2017.

Esta tampoco llegó a emitirse. Para entonces, Goldstein tenía más de 30 años. “Tuve una especie de epifanía en la que pensé: ‘He perdido mi ventana de oportunidades’”, señaló.

Entonces, llegó “Ted Lasso”.

Los creadores de la serie, entre los que también se encontraban Brendan Hunt y Joe Kelly, querían contar en su plantilla con algún aficionado al fútbol inglés, y Lawrence pensó en Goldstein. Fue contratado como guionista, pero pronto se convenció de que era la persona indicada para interpretar al hosco Roy Kent, un profesional en decadencia. Al finalizar los guiones de la primera temporada, grabó un video en el que interpretaba varias escenas de Roy y lo envió a los creadores, estipulando que si era terrible, todos los implicados no volverían a hablar de ello. Pero no lo hizo nada mal.

Es una historia que ha contado muchas veces. Pero en persona es diferente, pues el hombre apacible vestido con una camiseta negra entallada cuenta cómo sintió una profunda conexión con el irascible Roy. La cara es básicamente la misma, pero los ojos son demasiado amistosos y la voz es suave y dulce mientras que la de Roy es un gruñido entrecortado.

“Entiendo que eso confunda”, comentó Goldstein, dejando su taza de café sobre su platito. “Pero me identifico mucho con el enfado. Yo solía ser muy miserable y tenía un cerebro bastante oscuro, y he trabajado de manera muy ardua para cambiar eso. Pero está ahí”.

Lawrence dijo que “de todas las series que he hecho, Brett es una de las dos mejores personas en cuanto a lo diferente que es de su personaje”. (El otro: Ken Jenkins, el simpático actor que interpretó al cáustico doctor Kelso en “Scrubs”).

En cierto modo, la conexión entre actor y personaje es evidente. A ambos les encanta decir muchas groserías, para empezar, y Goldstein vive según el cántico que define a su famoso alter ego: está aquí, está allí, está en todas partes.

Colegas y amigos se quedan estupefactos ante todo lo que hace. Mientras rodaba la primera temporada de “Ted Lasso”, también volaba a Madrid para rodar “Soulmates”, una serie antológica de ciencia ficción que creó con Will Bridges. Durante el rodaje de la tercera temporada, actuaba en “Ted Lasso” de día y se unía a la sala de guionistas de “Terapia sin filtro” en videollamadas de noche. Encontró tiempo para entrevistar a cómicos, actores, cineastas y amigos para su pódcast de cine que realiza desde hace tiempo, “Films to be Buried With”. A menudo también hacía monólogos.

“No sé cuándo duerme”, dice Dunster. “Pero sé que duerme, porque parece muy joven”.

‘Lo superamos a base de chistes’.

“Ted Lasso” es un extenso tapiz cómico tejido a partir de personajes —una propietaria de equipo herida (interpretada por Hannah Waddingham), una publicista insegura (Juno Temple), un antiguo discípulo rencoroso (Nick Mohammed)— que se abren camino hacia un yo mejor. En la nueva temporada, el equipo de AFC Richmond se encuentra en su peor momento, de vuelta en la poderosa Liga Premier inglesa y destinado a un destino incierto pero sin duda edificante.

“Terapia sin filtro” es más íntima, un espectáculo sobre emociones difíciles y pasar el rato que resulta estar protagonizado por una leyenda de la pantalla cuya presencia sigue asombrando a todo el mundo. “Ha pasado un año y sigo pensando: ‘Caray, es Harrison Ford’”, dijo Goldstein.

El personaje de Ford es un prestigioso psicólogo al que le diagnostican párkinson. Se inspiró en varias figuras de la vida real, como el abuelo de Lawrence, que también padecía párkinson; su padre, que tiene demencia de cuerpos de Lewy; y su viejo amigo de “Spin City”, Michael J. Fox. El personaje también se basó en el padre de Goldstein, otro superviviente del párkinson.

“Brett y yo compartimos esto con nuestras familias, que bromeamos para salir adelante”, aseguró Lawrence.

Goldstein es extremadamente reservado sobre su vida personal, pero su padre le dio permiso para hablar del vínculo. Su razonamiento fue que no se avergonzaba de la enfermedad y no podía ocultarlo de todos modos. “Y además es genial que pueda decirle a la gente que Harrison Ford me está interpretando”, le dijo a su hijo.

Goldstein bromeó diciendo que ese regalo que le ha dado a su padre ha ampliado su catálogo conversacional aproximadamente un cien por ciento: “El fútbol sigue siendo lo único de lo que hablamos mi padre y yo”, afirma. “De eso y de que él es Harrison Ford”.

Segel dijo que Goldstein es siempre el que insiste en “Terapia sin filtro” en que, por muy punzantes que sean los chistes, los sentimientos deben ser puros y verdaderos. No es de extrañar, añade, porque Goldstein es fan de los Muppets.

“Parece una broma”, dijo Segel, que como guionista y protagonista de “Los Muppets” (2011) no bromea con esas cosas. “Pero habla de una falta de miedo en torno a la expresión sincera de las emociones”.

Lo que nos devuelve al video del gato y a otras fascinaciones de Goldstein relacionadas con los Muppets. (”Cuento de Navidad de los Muppets” podría ser su película favorita de todos los tiempos, dice, y se le conoce por representar una versión abreviada en escenarios de monólogos).

Aquellos que busquen una llave maestra de fieltro para desentrañar sus diversas idiosincrasias quizá no la encontrarán. Pero su afecto por los Muppets ofrece un atisbo de sus motivaciones como artista, creador y adicto al trabajo, que no tiene tanto que ver con las oportunidades, las franquicias o la escala como con la vulnerabilidad y los riesgos de intentar llegar a alguien y la apertura necesaria para asimilarlo. Lo que siempre busca, me dijo una y otra vez —hasta el punto de que empezó a disculparse por ello— es un poco de conexión humana en un mundo que puede parecer diseñado para frustrarla.

“Ponen a un Muppet y yo desaparezco”, me dijo. “Pero eso requiere un acto de fe por parte de los dos: ‘Vamos a hacer esto; yo me comprometo y tú también’. Y si uno de los dos no se compromete con esto, es una estupidez. Es solo una cosa de fieltro en la mano, y yo soy un idiota por hablarle y tú eres un idiota por sostenerla”.

“¿Sabes a qué me refiero?”.

c.2023 The New York Times Company