La brecha entre una vida más larga y años de buena salud es cada vez mayor
Un nuevo estudio internacional, publicado en la revista 'JAMA Network Open', revela que una mayor esperanza de vida no entraña más años de buena salud. La investigación ha sido llevada a cabo en 183 países a partir de datos recogidos durante dos décadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según los datos, la esperanza de vida mundial aumentó en 6,5 años a lo largo de esos 20 años. Sin embargo, este aumento "no se vio correspondido por un incremento equivalente de la esperanza de salud", indicaron los investigadores.
Una mayor esperanza de vida no se correlaciona con una mayor esperanza de salud
"Los datos muestran que los aumentos de la longevidad no se corresponden con avances equivalentes en la longevidad saludable. Envejecer suele significar más años de vida cargados de enfermedades", afirmó en un comunicado el Dr. Andre Terzic, autor principal del estudio y miembro de la Clínica Mayo, con sede en EE.UU..
"Esta investigación tiene importantes implicaciones prácticas y políticas al llamar la atención sobre una creciente amenaza para la calidad de la longevidad y la necesidad de cerrar la brecha entre la esperanza de vida y la esperanza de salud", añadió. La brecha entre la esperanza de salud y la esperanza de vida fue de 9,6 años en 2019, el último año en el que los datos estaban disponibles, subiendo desde 8,5 años en 2000, un aumento del 13% en las últimas dos décadas.
Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido encabezan la brecha
Las mayores brechas se observaron en Estados Unidos (12,4 años), Australia (12,1 años), Nueva Zelanda (11,8 años), Reino Unido (11,3 años) y Noruega (11,2 años). La salud mental, los trastornos por consumo de sustancias y las afecciones musculoesqueléticas fueron los principales factores que aceleraron la brecha observada en EE.UU. Lesoto (6,5 años), República Centroafricana (6,7 años), Somalia (6,8 años), Kirbati (6,8 años) y Micronesia (7,0 años) presentaron brechas menores.
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Diferencias de género en la brecha entre esperanza de vida y salud
"El aumento de la brecha entre la esperanza de vida y la salud en todo el mundo señala la necesidad de un giro acelerado hacia sistemas de atención proactivos centrados en el bienestar", afirma Armin Garmany, primer autor y estudiante de doctorado en la Clínica Mayo.
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"Identificar los factores que contribuyen a la brecha exclusiva de cada geografía puede ayudar a informar las intervenciones sanitarias específicas para cada país y región. A nivel mundial, se observó una diferencia media de 2,4 años entre mujeres y hombres en la brecha entre la esperanza de vida y la salud", escribieron los autores del estudio.
Las mayores disparidades entre sexos se dieron en Alemania (3,6 años), España (3,4 años), Francia (3,3 años), Portugal (3,2 años) y Líbano (3,2 años). Los trastornos neurológicos, musculoesqueléticos, urinarios y del aparato genital fueron factores significativos que contribuyeron a esta diferencia.