Boxeadora profesional y agente del orden, esta peleadora no teme a nada ni nadie y se acerca a una faja mundial
El sacrificio de toda una vida está a punto de darle una gran cosecha a Elia Carranza. Un producto hecho por la promotora de Miami M&R Boxing, la boxeadora puertorriqueña sube al ring en Chicago para enfrentar a Precious Harris-McCray en lo que pudiera ser la antesala de un título mundial en el peso súper welter femenino.
Nadie imagina como Carranza ha debido conjugar su pasión como pugilista profesional con su trabajo de agente del orden como ayudante del sheriff del condado de Broward para darse a conocer y lograr su record de nueve victorias, una derrota y tres nocauts.
M&R, que es presidida también por una mujer, Laura Ching, ha guiado con mano segura la carrera de Carranza, quien en su choque anterior en el Miccosukee Resort and Casino se impuso a una ex campeona mundial como la urguaya Chris Namús.
Si se impone en Chicago, Carranza tendrá que dar muchas y buenas gracias el jueves.
¿Qué significa esta pelea en la Ciudad de los Vientos para tu carrera?
“Estoy muy ilusionada con esta pelea. Este es un programa que va a ser tremendo. Tenemos cuatro peleas de mujeres. Eso es algo que nunca pasa. Son cuatro peleas de mujeres que son muy buenas. Va a ser la cartelera más grande del año en Chicago’‘.
Esta pelea te pone a las puerta de un título mundial.
“Ahora mismo ya estamos ahí. Yo soy la número dos en el ranking. ¿Quién me queda? La quiero ya, pero tú sabes como es el boxeo. Así que yo paciente aquí, esperando y cuando llegue el momento se que Laura Ching y Moro Fernández están trabajando duro para cuando llegue la oportunidad para una pelea de título mundial. Yo calladita espero’‘.
Eres policía, ¿cómo logras el balance para entrenar y pelear?
“Tengo un Dios muy grande que me cuida todos los días, que me avisa, me ayuda y me da la fortaleza y todo lo que necesito. Yo trabajo 12 horas al día y encuentro el tiempo para entrenar. El campamento no para. Estoy bendecida por el equipo mío y en el trabajo saben lo que estoy haciendo. Me apoyan para que yo tome una hora para entrenar y vuelvo a la calle’‘.
¿Por qué elegiste ser boxeadora?
“Yo empecé en el boxeo para una cuestión física. Yo estaba pesando 200 libras y estaba enfocada en otros negocios y cuando retomé el control de mi vida me di a la tarea de tratar el boxeo. Fui a un gimnasio y desde darle por primera vez a las bolsas me enamoré. Después de un año, perdí todo el peso y me dije que iba a tratarlo en serio’‘.
¿Cómo has crecido desde esa primera pelea a este momento?
“Cada pelea que hago, luego me miro y pregunto, quién es esa. Porque eso es algo que Dios hizo. Esa no soy yo. No crecí atleta, ni tengo un cuerpo privilegiado. Yo tuve que pelear por todo lo que tengo. Poner el doble del entrenamiento. Dios está ahí, guiándome, y le digo que ha hecho un buen trabajo. Cada pelea ha sido mejor. Yo puedo boxear, puedo guerrear. No soy de un estilo, tengo todos los estilos. Tengo muchas herramientas’‘.
¿Qué significaría ser campeona mundial?
“Sería todo. Desde que comencé a boxear no haga nada chiquito. Todo lo quiero hacer grande. No me interesa ser del promedio. Desde que empecé la meta ha sido ser campeona y no solo de un organismo. Quiero todos los títulos’‘.