Las bombas que arrasaron el campamento en Rafah eran de fabricación norteamericana: por qué EE.UU. había aconsejado a Israel usarlas

Los daños causados por un ataque israelí en Rafah, en la Franja de Gaza. 8Abed Rahim Khatib/dpa)
Los daños causados por un ataque israelí en Rafah, en la Franja de Gaza. 8Abed Rahim Khatib/dpa) - Créditos: @Abed Rahim Khatib

NUEVA YORK.- Las bombas usadas por Israel en su ataque del domingo contra un campamento de desplazados en Rafah, donde murieron decenas de palestinos, fueron fabricadas en Estados Unidos, según los expertos en armas y la evidencia en video analizada por el diario The New York Times.

El análisis reveló que los restos de municiones captados en video al día siguiente del ataque pertenecen a una GBU-39, una bomba diseñada y fabricada en Estados Unidos. Los funcionarios norteamericanos venían presionando en realidad a Israel para que usara más este tipo de bombas, que según ellos pueden reducir la cantidad de víctimas civiles.

El detalle clave que reveló el origen de las armas fue el sistema estabilizador de cola, que controla los alerones que guían la GBU-39 hacia su blanco, según Trevor Ball, extécnico de desactivación de artefactos explosivos del Ejército norteamericano, que ya antes había identificado la bomba en su cuenta de la red social X. El patrón distintivo de los pernos y ranuras donde están las aletas de la bomba son claramente visibles en las imágenes de los restos, dice Ball.

Al menos 45 personas murieron luego de que Israel atacara Rafah en represalia a un bombardeo previo de Hamas sobre Tel Aviv
Al menos 45 personas murieron luego de que Israel atacara Rafah en represalia a un bombardeo previo de Hamas sobre Tel Aviv - Créditos: @Captura de Pantalla

Los fragmentos de munición, que fueron registrados en video por el periodista palestino Alam Sadeq, también tienen marcada una serie de números que empiezan con “81873″. Ese número es un código de identificación exclusivo, asignado por el gobierno de Estados Unidos a la empresa Woodward, fabricante aeroespacial con sede en el estado de Colorado y que provee piezas para bombas, incluida la GBU-39.

La explosión y los incendios causados por la bomba terminaron con la vida de por lo menos 45 personas alojadas en el Campamento Al-Salam 1, que había sido construido en enero para recibir a los desplazados, según informó el Ministerio de Salud de Gaza. Otras 240 personas resultaron heridas.

El gobierno norteamericano venía alentando al Ejército israelí desde hace meses para que aumentara el uso de bombas GBU-39, porque suelen ser más precisas y adaptarse mejor a entornos urbanos que las bombas más grandes, como las de 1000 kilos que Israel utiliza habitualmente y que también son fabricadas en Estados Unidos. A principios de mes, el presidente Biden dijo que Estados Unidos estaba deteniendo la entrega de bombas de gran calibre.

“El ataque se llevó a cabo utilizando dos municiones con ojivas pequeñas, las adecuadas para un ataque dirigido”, dijo el martes en conferencia de prensa el contralmirante Daniel Hagari, vocero militar de Israel, y agregó que las bombas contenían 17 kilos de material explosivo. “Es la munición más pequeña que nuestros aviones pueden usar”.

En respuesta a las preguntas del The New York Times, el Ejército israelí se negó a especificar la munición utilizada. Las GBU-39 tienen un peso explosivo neto de unos 17 kilos.

Una foto publicada por el ejército de Estados Unidos muestra a técnicos comprobando bombas de pequeño diámetro GBU-39 cargadas en un caza F-15E.Credit...Lance Cheung/Fuerza Aérea de EE.UU.
Una foto publicada por el ejército de Estados Unidos muestra a técnicos comprobando bombas de pequeño diámetro GBU-39 cargadas en un caza F-15E.Credit...Lance Cheung/Fuerza Aérea de EE.UU.

Hagari dijo que el Ejército de Israel había tomado medidas para apuntar directamente a dos líderes de Hamas, que según dijo murieron en el ataque, y agregó que no esperaban que los explosivos causaran daños a los civiles cercanos. Las bombas fueron lanzadas sobre cobertizos instalados dentro de un campo para desplazados, y alrededor se ven muchas tiendas de campaña. Las imágenes también muestran que el bombardeo provocó mortales incendios.

El contralmirante señaló que el Ejército israelí sigue investigando lo sucedido, y sugirió que el incendio podría haber sido provocado por una explosión secundaria, lo que a su entender indica que en el área tal vez había armas almacenadas.

“Nuestro explosivo por sí solo no podría haber causado un incendio de esa magnitud”, apuntó el vocero militar israelí.

Frederic Gras, un consultor francés experto en municiones, rebate el argumento del ejército israelí. “Cuando hay algo inflamable cerca, toda explosión o detonación provoca un incendio”, afirma Gras, y enfatiza que en los campos de refugiados suelen haber muchas garrafas y lámparas de querosene.

El video grabado por testigos después del ataque muestra la magnitud del sufrimiento y la devastación, gente que grita mientras saca cuerpos carbonizados de entre los escombros sobre el telón de fondo de las llamas. En determinado momento, se ve a un hombre que sostiene el cuerpo de un niño sin cabeza.

“Los israelíes dicen que usaron bombas de 20 kilos”, dijo el martes John Kirby, vocero de la Casa Blanca, durante en una conferencia de prensa. “Si efectivamente es lo que usaron, sin duda revela un esfuerzo por ser discretos, puntuales y precisos.”

Palestinos miran los daños causados en Rafah por el ataque israelí del lunes (AP Photo/Jehad Alshrafi)
Palestinos miran los daños causados en Rafah por el ataque israelí del lunes (AP Photo/Jehad Alshrafi) - Créditos: @Jehad Alshrafi

Larry Lewis, exasesor del Pentágono y del Departamento de Estado y autor de varios informes del gobierno federal norteamericano sobre daños a civiles, dice que en este caso parecería que el ejército israelí tomó medidas para mitigar el riesgo para los civiles.

“Las explosiones secundarias son difíciles de prever”, señala Lewis.

Pero también le preocupa que en las imágenes de vigilancia publicadas por el ejército israelí hay cuatro personas que parecen estar afuera de los cobertizos atacados, y justo antes del ataque. Lewis dice que la decisión de atacar en ese momento plantea el interrogante de si el ejército israelí “realmente sabía y aceptaba que hubiese un posible saldo de víctimas civiles” o no se dio cuenta de la presencia de esa gente, lo que sugiere posibles fallas en sus medidas de precaución.

Wes J. Bryant, un sargento mayor retirado de la Fuerza Aérea norteamericana que integró en un grupo de trabajo muy crítico del uso de armas por parte de Israel en Gaza, recuerda haber lanzado muchas bombas GBU-39 cuando prestaba servicio, y dice que este ataque plantea serias dudas.

“Lo que revela este ataque es una constante negligencia en la selección de los objetivos, ya sea por falta de voluntad o por incapacidad para salvaguardar eficazmente a los civiles”, apunta Bryant. “Usar un arma diseñada para ofrecer precisión y poco daño colateral en un área saturada de civiles, en realidad es contradecir el uso para el que fue diseñada”.

Robin Stein, Christiaan Triebert y Haley Willis

Traducción de Jaime Arrambide