Neurocam, filma tu vida con el pensamiento

Les quiero confesar algo personal. Hace muchos años, cuando tenía sueños interesantes o muy locos, al despertar tomaba un papel y los volcaba allí. Mi idea era que pudieran servir para un libro de cuentos, el que por supuesto, nunca escribí. Los sueños entonces hubieran movido en cierta manera el mundo real. ¿Qué pasaría si solo con el pensamiento fuéramos capaces de realizar determinadas acciones? ¿Nos convertiríamos en una suerte de X-Men?

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Pues ya hay algunos pasos en ese sentido. Como el que está desarrollando la compañía japonesa Neurowear, que creó un dispositivo que utiliza sensores que se apoyan en la cabeza y se conectan a un smartphone, y que cuando una escena del mundo exterior nos atrae lo suficiente para que determinadas ondas cerebrales se disparen, comienza a filmar por medio de la cámara del celular.

Este proyecto, llamado Neurocam, no hace más que aprovechar nuestras ondas cerebrales como las que salen reflejadas en un electroencefalograma. Lo que se registra en un dispositivo utilizado para usos medicinales, aquí se aplica en el manejo de un equipo de la vida diaria. Al final, no somos más que deseos e impulsos eléctricos, por lo visto.

Según se explica en la página oficial, el profesor Mitsujura, de la Universidad de Keio, desarrolló un algoritmo, un programa de computadora, que sabe interpretar las ondas propias del cerebro cuando algo nos gusta. El me gusta emitiría una corriente eléctrica particular.

También se explica allí que el equipo comenzaría a grabar unos 5 segundos de video en formato GIF cuando algo nos entusiasma por más de 60 segundos. Si vemos algo muy pasajero, por lo menos al momento, no se iniciaría la cámara. La idea es que la Neurocam, cuando llegue al estado de producción en masa, sea más portátil y no pese demasiado. Además, aunque en el video oficial de la empresa vemos que se usa un iPhone, lo ideal sería que se pudieran usar también otros modelos de móviles.

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En el sitio de la firma japonesa no se dice nada al respecto de si para el uso del nuevo aparato es necesario un determinado aprendizaje. ¿Podemos controlar nuestras emociones para convertirlas en determinadas ondas cerebrales?

Dos consideraciones. Primero, encontramos la Neurocam en cierto modo similar al Google Glass, el dispositivo de realidad aumentada del gigante de las búsquedas y sistemas operativos para móviles. Tal vez en un futuro más o menos lejano podremos ver un equipo que surja de una simbiosis entre los dos conceptos, si les interesa a ambas compañías.

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Una segunda idea. ¿Faltaría mucho para que con nuestro cerebro controlemos los aparatos electrónicos que nos rodean? Un pensamiento y se enciende la TV. Otro deseo y arranca el motor del coche. Podríamos también utilizar un sensor para evidenciar si queremos o no a una persona o podríamos tener siempre disponible una máquina de la verdad que pruebe si lo que decimos es lo que realmente sentimos. La idea no es muy agradable.

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Manuel H. Castrillón es periodista especializado en tecnología, residente en la ciudad de Buenos Aires. @castri2010