El hipo, todo lo que necesitas saber
El hipo aparece cuando el diafragma (principal músculo de la respiración que separa los pulmones del abdomen) tiene contracciones rápidas e involuntarias, lo que provoca que inspiremos aire de manera brusca; a su vez la glotis (una válvula dentro en el cuello que separa las vías respiratorias de las digestivas, y que evita que los alimentos pasen a los bronquios) se cierra repentinamente. Todo esto provoca que el Dióxido de Carbono (CO2) disminuya en nuestra sangre, provocando el hipo.
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Los tipos de hipo que se conocen son los siguientes:
Hipo común. Dura pocos minutos y desaparece espontáneamente o después de realizar ciertas acciones que se mencionaran más adelante.
Hipo persistente. Aparece como un ataque prolongado, o ataques recurrentes, que persisten más de 48 horas, pero en un tiempo menor a dos meses.
Hipo intratable. El que permanece de manera continua durante más de dos meses.
¿Qué puede producir hipo?
El hipo común. La comida irritante como el chile, chocolate, café o condimentos, lácteos, comer grandes cantidades de alimento o hacerlo muy rápidamente, tomar bebidas gaseosas en exceso (las cuales provocan una inflamación del abdomen que estimula la contracción del diafragma), también ingerir alimentos o bebidas muy frías o muy calientes, tragar aire mientras conversamos. Beber alcohol, consumir cigarrillos y el estrés también activan al nervio frénico que es responsable de activar el movimiento del diafragma. Este hipo es común en los bebés, ya que su alimentación contiene en su mayoría lácteos o bien porque su estómago se llena de aire después de llorar (lo que produce distensión abdominal y con esto el estímulo del diafragma).
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El Hipo Persistente e Intratable se presentan como consecuencia de padecer, entre otras, algunas de estas enfermedades:
Reflujo gastroesofágico
Hernia de hiato
Tumores en tórax o en cuello
Enfermedad de Parkinson.
Neumonías
Infarto del corazón
¿Cómo se puede tratar el hipo?
Hipo común: Acciones como aguantar la respiración o respirar en una bolsa de papel, para ayudar con esto a aumentar el CO2 de nuestra sangre. Beber agua fría repetidamente ayuda a que la glotis recupere su movimiento habitual. Dar una ligera presión en los ojos o presionar detrás del huequito que se hace entre el esternón y la clavícula tranquiliza al nervio frénico. En el caso de los bebés debemos ser muy cuidadosos no efectuar ninguna de las acciones antes mencionadas, ya que en ellos no funcionan y pueden hacerles mal. No los asustes, no presiones sus ojos, mucho menos le intentes hacer respirar en bolsas, el hipo en ellos debe desaparecer por sí solo. En caso de que dure más de tres horas, o si el niño se nota inquieto o tiene fiebre, lo mejor es acudir a su médico pediatra.
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Hipo Persistente e Intratable: Por las causas de estos tipos de hipo la opción es acudir a una consulta médica para indagar correctamente cuál es el origen del hipo. En el tratamiento se utilizan medicamentos como Clorpromazina, Baclofen, Metoclopramida y Gabapendina, tu médico sabrá escoger, en caso de ser necesario, cuál utilizar.
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Dr. Omar Luja es Médico Cirujano y Homeópata. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. I.P.N. Cédula 7719134.